Más chapapote para Rajoy: el yonqui del dinero vincula Taula con la caja de Génova

El caso Taula va camino de cruzar el paso de Contreras y entrar de lleno paseando por la calle Génova de Madrid. El sumario de la pieza principal, del que hoy se ha levantado el secreto de sumario, vincula la trama de comisiones del PP valenciano con la financiación del partido a nivel nacional. En sus declaraciones a la Guardia Civil, el autodenominado "yonqui del dinero", Marcos Benavent, señala a antiguos altos cargos del expresidente de la Generalitat Francisco Camps y establece un nexo entre los ingresos opacos de Valencia y la tesorería central de los populares. Camps siempre ha negado haber participado y tener conocimiento ni de la trama ni de la existencia de cajas B en la formación de la gaviota. Hoy ha emitido un comunicado en el que afirma que se querellará contra quienes le atribuyan comportamientos irregulares.

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El Confidencial

Hay otros nombres que aparecen en los informes y que además tienen aforamiento parlamentario. Benavent también lanza sospechas sobre el 'exconseller' Gerardo Camps, diputado nacional por Alicante, y sobre Vicente Betoret, presidente provincial del PP de Valencia que sustituyó a Alfonso Rus tras su imputación.

El sumario contiene informes de la UCO sobre las presuntas mordidas en los contratos de obras de la Diputación de Valencia y de la empresa pública Ciegsa, encargada de la construcción de colegios e institutos en la Comunidad Valenciana, además de grabaciones efectuadas a Benavent y a miembros de la trama. La empresa de la Generalitat registró sobrecostes de hasta 1.000 millones de euros durante la etapa en que estuvo gestionada por el PP. La investigación ha señalado a Máximo Caturla, hombre de confianza de Rus, como uno de los presuntos responsables de organizar los contratos y las adjudicaciones. No obstante, Benavent ha puesto otros dos nombres encima de la mesa, el de Gerardo Camps y el del 'exconseller' de Educación Alejandro Font de Mora, según el sumario al que ha tenido acceso El Confidencial.

En las conversaciones que aparecen recogidas en los informes de la Unidad Central Operativa, concretamente en una referida a la supuesta trama de Ciegsa, queda en evidencia que había una "guerra de laterales" por el control de los contratos y las adjudicaciones entre Máximo Caturla y Víctor Campos, que fue vicepresidente de la Generalitat con Francisco Camps. A Campos se le vincula además con Carlos Fabra ("el tuerto"), cuyo nombre aparece de forma constante en las conversaciones interceptadas.