Dani Alves sale de prisión tras abonar su fianza de un millón de euros

El futbolista Dani Alves ha salido de prisión tras pagar la fianza de un millón de euros que le fue impuesta para poder salir de la cárcel tras ser condenado a 4 años y medio por la violación de una joven en un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona. Los hechos ocurrieron el 30 de diciembre de 2022. El 20 de enero de 2023, apenas tres semanas más tarde, Alves fue detenido en el despacho de su abogada y, desde entonces, ha estado en la cárcel. Ahora ha salido de prisión, pero no podrá acercarse a menos de 1.000 metros a la víctima.

Esta mañana, su defensa depositó en la sección 21 de la Audiencia de Barcelona el dinero. Tras ello, la Audiencia de Barcelona ordenó en un auto la puesta en libertad. El pasado 22 de febrero, Alves fue condenado por la agresión sexual. El 20 de marzo, cuando hacía un año y dos meses de su detención, la Audiencia Provincial de Barcelona dictó otro auto en el que le permitía abandonar la prisión si depositaba una fianza de un millón de euros.

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Alves, pese a los argumentos de sus abogados, que apuntaban hacia su incapacidad para reunir esta suma, ha tardado apenas cinco días en juntar el dinero de la fianza. En un principio, se apuntó al padre de su amigo Neymar como el garante de la suma, pero fue una posibilidad que duró apenas unas horas, porque el aludido se apresuró a negar su intención de depositar el dinero en los juzgados de Barcelona. Finalmente, este lunes llegó la remesa dineraria para abrir la puerta de la celda.

Polémica con su situación

La situación económica fue, precisamente, uno de los argumentos que los abogados del futbolista pusieron sobre la mesa para recamar la libertad condicional, aduciendo que el riesgo de fuga era pequeño porque, aludían, no tenía posibilidades económicas. En su país natal, Brasil, no obstante, tiene varias empresas, de las que se desconoce su volumen de negocio.

En su auto del pasado 20 de marzo, los magistrados de la Audiencia reconocían que "la cuantía de los ingresos actuales del señor Alves no se infieren de documentación obrante en la causa, pero de su dilatada trayectoria profesional como futbolista de élite, y aun cuando sus principales fuentes de ingresos en la actualidad hayan desaparecido, podemos llegar a presumir una situación de holgada solvencia económica". Por eso, determinaron que una fianza de un millón de euros estaba ajustada a sus circunstancias personales.

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El futbolista, ante el tribunal, alegó que tenía dos cuentas en La Caixa, una con 0 euros y otra, con 51.000 euros. En Brasil, según un certificado del Banco de Brasil, tenía a 31 de diciembre de 2023 un saldo negativo de 20.000 euros. Además, le consta un embargo judicial de 50.000 euros por una deuda con el fisco y Hacienda le reclama 645.000 euros en impuestos. De igual modo, debe recibir 1,2 millones por un pleito con Hacienda.

Recurso de la Fiscalía

Por su parte, la Fiscalía Provincial de Barcelona ha interpuesto un recurso de súplica contra la libertad bajo fianza de Alves -también anunció que lo haría la abogada de la víctima- puesto que se mantienen los motivos por los que se adoptó la prisión provisional del futbolista brasileño hace un año.

Según informó el pasado viernes el ministerio público, considera que el riesgo de fuga del futbolista se da "incluso con mayor intensidad a la vista de que el señor Alves ha sido condenado como autor responsable de un delito de agresión sexual a la pena de 4 años y 6 meses de prisión".

Por otro lado, la letrada del exfutbolista se ha dirigido a medio día de este lunes hacia la prisión de Brians 2 tras depositar la fianza, en medio de una fuerte expectación mediática a las puertas de la cárcel, donde decenas de medios esperan la salida del exfutbolista.

Alves ha podido reunir la cuantía después de casi una semana, en la que ha tenido múltiples dificultades para consignar el dinero, más de las esperadas en alguien con la capacidad económica que se le presupone a un futbolista de élite. Además de las dificultades por la elevada suma impuesta, una de las más altas que se recuerdan en los tribunales españoles, y la complejidad de los trámites para mover tal cantidad de dinero, se ha añadido un tercer factor, como es el daño reputacional que puede suponer avalar económicamente a un condenado por violación.