Esta es la insólita brigada animal que salvaguarda las montañas del Baix Llobregat contra los incendios y la sequía

En una iniciativa pionera que busca combatir los efectos del cambio climático y la sequía que azotan con fuerza a las áreas forestales, las Muntanyes del Baix han dado la bienvenida a un grupo de 40 cabras y 15 asnos. Estos animales han sido introducidos en la finca de Can Colomer como parte del proyecto LIFE AgroForAdapt, una estrategia europea que promueve la silvopastura para fortalecer la resiliencia de los bosques metropolitanos frente a adversidades climáticas y ambientales.

La finalidad de este proyecto es clara: adaptar y preparar el territorio frente a desafíos como los incendios forestales y la sequía, a través de una gestión forestal sostenible y la práctica de la pastura. La actuación, que cubre una superficie de 58 hectáreas entre Sant Climent de Llobregat y Gavà, se presenta como una solución integral que no solo busca mejorar la estructura del bosque, sino también adaptarlo a los impactos negativos del cambio climático y minimizar el riesgo de incendios.

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Entre las acciones que se están llevando a cabo destaca la ejecución de diversas prácticas forestales como los desbroces y aclareos para disminuir la densidad de la masa arbórea, y la creación de infraestructuras necesarias para el bienestar del ganado, incluyendo abrevaderos, comederos, cercados y refugios. El seguimiento y monitorización del impacto de estas intervenciones en el ecosistema está a cargo del Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC), que evaluará variables como humedad, temperatura, biodiversidad y crecimiento vegetativo.

Con un presupuesto de 322.524 euros, de los cuales la Unión Europea aporta 122.559 euros, el proyecto se extenderá hasta finales de septiembre de 2026. Durante este periodo, se realizará un exhaustivo seguimiento de los resultados obtenidos gracias al pastoreo y las labores forestales previas.

La introducción de sistemas agroforestales en Can Colomer, que combina vegetación leñosa con actividad ganadera, promete múltiples beneficios. Desde la mejora de la biodiversidad y la resiliencia del ecosistema hasta el aumento de la productividad y la promoción de una economía circular, estos sistemas representan una estrategia efectiva para mitigar el impacto de la sequía y los eventos meteorológicos extremos.

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Además, contribuyen a la reducción de la vulnerabilidad a incendios forestales por medio de la disminución de la continuidad del combustible en el sotobosque, y favorecen la fijación de carbono, incrementando así el carbono orgánico del suelo y el almacenamiento de largo plazo en la madera.

Este proyecto no solo refleja el compromiso de la región con la adaptación al cambio climático y la protección del medio ambiente, sino que también se alinea con importantes normativas comunitarias como el Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Biodiversidad 2030, demostrando el potencial de la silvopastura como herramienta clave en la gestión sostenible de los bosques metropolitanos y la lucha contra la crisis climática.