El dinero juega contra Barcelona en la puja por la Agencia Europea de Medicamentos

18 millones de euros. Este es uno de los “caramelos” que Amsterdam ha puesto sobre la mesa para hacerse con la Agencia Europea de Medicamentos. Pero la oferta de la ciudad favorita de los empleados de la propia EMA para mudarse, una vez que abandonen Londres por el Brexit, no se queda ahí. Las autoridades holandesas proponen también beneficios fiscales hechos a medida para atraer a expatriados.

Viena, otra de las candidatas, también viene pisando fuerte: ofrece cobrar un alquiler simbólico de un euro a la EMA por su sede. Y Milán aún menos: no cobrará nada en 2019, para ir aumentando el precio hasta 7 millones en 2022. La ciudad italiana también propone asumir los muebles de una re-decoración de la sede, un parking y descuentos especiales para los empleados, por ejemplo en guarderías o gimnasios.

Barcelona, sin beneficios especiales

La propuesta de Barcelona, que también tiene sus propias fortalezas como el mayor número de camas de hotel o las muy buenas conexiones aéreas con las capitales europeas, flaquea en la cuestión económica. Los términos financieros que ha planteado por el uso de las instalaciones se mantienen confidenciales, pero esta no incluye ningún beneficio para tentar al comité seleccionador.

Los cálculos económicos serán fundamentales a la hora de decidir a dónde trasladar una agencia

Así queda reflejado en la primera evaluación de las 19 candidatas que ha publicado la Comisión Europea, un documento en el que aún no se descarta, ni destaca a ninguna de las ciudades en particular, sino que sintetiza el contenido de sus ofertas. Y en el caso de Barcelona, el comité evaluador destaca que no “provee información sobre la intención de España de dar a la EMA un periodo de alquiler gratuito”, ni tampoco sobre “condiciones especiales sobre los costes y las infraestructuras” que serían utilizadas.

Esto supone una desventaja para la ciudad condal respecto al resto de las favoritas, que sí están tratando de tentar a la EMA a través del bolsillo. En la UE, como en cualquier otra parte, los cálculos económicos tienen un importante peso a la hora de tomar decisiones. Y serán fundamentales a la hora de decidir a dónde trasladar una agencia que hace frente a una mudanza a gran escala y que tendrá que seguir haciendo frente al pago del alquiler millonario -se estima en torno a 400 millones- de su actual sede londinense hasta 2039, por términos contractuales.

El “procés”, ignorado

Tal y como se esperaba, en su análisis de la candidatura barcelonesa Bruselas pasa de puntillas sobre la tensión política que se vive en Cataluña. El objetivo es que la decisión sobre la futura sede de la EMA se resuelva por criterios técnicos, no políticos. Pero a nadie se le escapa que el pulso independentista no beneficia a la ciudad condal. La EMA se ve forzada a trasladarse de Londres porque quedará fuera de la UE tras el Brexit. Y una independencia de Cataluña de España pondría a la región fuera del club comunitario.

España, la favorita que más agencias tiene ya

Otra cuestión que juega en contra de Barcelona es que España es el país que más agencias europeas tiene ya, en comparación con el resto de los competidores cercanos. Tanto Italia, como Holanda son sedes de dos de estos organismos, mientras que Austria solo acoge a uno. España, en cambio, cuenta con tres: la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea en Alicante, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo en Bilbao y la Agencia Europea de Control de la Pesca en Vigo.