Puigdemont desafía otra vez a la Fiscalía al convocar la Junta de Seguridad de Cataluña

Nueva vuelta de tuerca del presidente Carles Puigdemont, que saca pecho ante la judicatura con un único objetivo: pasar por encima de jueces y fiscales y controlar el operativo policial establecido para las cuestiones relacionadas con el referéndum. Quiere ser el protagonista total de la consulta catalana y no está dispuesto a ceder ni un milímetro. Lo que digan jueces y fiscales le da igual y maniobra para neutralizar el control de la investigación que realiza la Fiscalía sobre el 1 de octubre.

Pasadas las diez y media de la mañana de este miércoles, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña decidió no admitir la petición de la Generalitat para que los Mossos quedasen 'liberados' del mando de Interior el próximo 1 de octubre. Lejos de conformarse con esta decisión, la respuesta de Puigdemont llegó una hora después, en torno a las 12, cuando anunció que este jueves se reunirá la Junta de Seguridad de Cataluña para abordar el referéndum de independencia.

TE PUEDE INTERESAR

Directo | Montserrat deja KO a Tardà: "Quieren vivir en el odio, el victimismo y sacrificar a todos los catalanes"

Sara de Diego Borja Rodrigo

En la reunión que el coronel jefe del mando único, Diego Pérez de los Cobos, convocó el pasado lunes en la Delegación del Gobierno en Cataluña (a la que el ‘major’ Josep Lluís Trapero no asistió), el representante de los Mossos, el comisario Ferran López, puso ya sobre la mesa la posibilidad de convocar la Comisión de Coordinación Policial, que se encuadra dentro de la Junta de Seguridad. La propuesta fue rechazada entonces, lo mismo que otra similar realizada por el ‘major’ el martes. Fue el primer intento de evitar que los Mossos quedasen bajo la supervisión del coronel de la Guardia Civil.

Ante las negativas de la Justicia a ceder, Puigdemont envió la citada carta al TSJC pidiendo que saque del mando operativo a la Fiscalía. El tribunal rechazó esa petición. Y, consecuente con su ideario, el ‘president’ ha convocado a la Junta de Seguridad con un único objetivo: intentar controlar personalmente el operativo policial y, por ende, la investigación. En otras palabras, no es una maniobra cualquiera: es también un intento de burlar el control de los Mossos d’Esquadra a la Fiscalía. No es seguro, sin embargo, que pueda llevar a cabo sus propósitos, porque la Junta de Seguridad es un órgano paritario entre el Gobierno español y el catalán, aunque presidido por el presidente de la Generalitat (conforme dispone el artículo 164 del Estatuto de Autonomía). Con ello, Puigdemont puede provocar, al menos, ruido político. Y los representantes del Ministerio del Interior intentarán evitar que el ‘president’ “usurpe” el control de la investigación sobre el 1-O.

Interior asistirá

El ‘major’ Trapero ya había solicitado este martes que no hubiese un mando único de las investigaciones del referéndum porque no quiere estar bajo las órdenes del coronel Cobos, y puso sobre la mesa que el control se hiciese a través de la Junta de Seguridad.

Con la maniobra de hoy, el 'president' responde a la reunión de mandos policiales convocada por la Fiscalía para este miércoles con otro encuentro cuyo objetivo es el mismo, pero que será presidida por él, que es quien marcará los ‘tempos’. Según han informado fuentes cercanas al Govern, Puigdemont ha tomado esta decisión sin saber si asistirán representantes del Ministerio de Interior a la misma, pero dicha institución ha emitido poco después un comunicado diciendo que sí acudirán. "En aras a la responsabilidad y velando siempre por la convivencia pacífica y seguridad de todos los catalanes, el Ministerio del Interior asistirá a esta reunión porque su objetivo es garantizar el cumplimiento de la ley", señalan en el texto.

Dos potentes razones para obrar así: primero, porque no quiere obedecer a los jueces; segundo, porque pretende quedar como el héroe del ‘Govern’

En el escrito, arremeten también contra el 'president', ya que consideran que "esta convocatoria de la Junta de Seguridad ha sido realizada sin respetar los procedimientos formales marcados" para este tipo de reuniones. "En esta ocasión, ni se ha fijado el orden del día ni ha sido pactado, luego la convocatoria del Gobierno de la Generalitat se ha realizado con un evidente defecto de forma. Más aún, es la primera vez en la historia que se convoca una Junta de Seguridad violentando los procedimientos formales que rigen a la misma", critican en el comunicado.

La última reunión de la Junta de Seguridad de Cataluña se celebró, tras años de desencuentros, el pasado 10 de julio, y en ella el Gobierno y la Generalitat acordaron integrar a los Mossos d'Esquadra en el Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo (CITCO) y la Mesa de Evaluación del riesgo terrorista. La celebración de esta cumbre se produjo tras meses de discrepancias entre el Ministerio y la consejería de Interior a la hora de intentar pactar una fecha, hasta el punto de que el propio Puigdemont llegó incluso a convocarla unilateralmente para el 3 de julio, si bien finalmente se acordó con Madrid llevarla a cabo siete días después.

TE PUEDE INTERESAR

La respuesta de Interior a la Junta de Seguridad convocada por Puigdemont

EC

La lectura de la maniobra de Puigdemont ha de hacerse, sin embargo, en clave puramente política. Ni Trapero ni él son nadie como para decir al fiscal o a los jueces cómo han de encarar la investigación, siempre y cuando ésta se desarrolle por cauces normales. Pero el ‘president’ tiene dos potentes razones para obrar así: primero, porque no quiere obedecer a los fiscales y jueces ‘españoles; segundo, porque con la decisión pretende marcar perfil propio y quedar ante los independentistas como el héroe del ‘Govern’. “Es la victimización sublime, el querer ser un héroe nacional. Lo que parece es que quiere acabar en la cárcel”, explica a El Confidencial un excargo de Convergència.

La cabalgada hacia delante de Puigdemont sólo obedece a una estrategia de confrontación. “El choque de trenes ha empezado y la Generalitat necesita coger mucha carrerilla para no ser arrollada a las primeras de cambio. Cuanto más potente sea el choque, mejor. Para ello, ya se ha comenzado una estrategia de abandonar el tema de la independencia y comienza a calar la consigna de que lo que quiere el Gobierno español es la humillación”.