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Pataleta de Liliana Godia ante CiU: cierra su fundación y venderá su colección de arte
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Descontenta por la postura de la Generalitat en el fraude fiscal

Pataleta de Liliana Godia ante CiU: cierra su fundación y venderá su colección de arte

El cierre de la fundación en un momento de fuerte debate museístico en Barcelona se parece demasiado a la revancha justa en el momento justo… y que parezca un accidente

Foto: Liliana Godia (EFE)
Liliana Godia (EFE)

El mundo del arte está revolucionado en Barcelona. Una de las colecciones privadas más importantes, la de Liliana Godia, saldrá a la venta de manera lenta y paulatina, según apuntan fuentes del sector de marchantes y galeristas. La señal evidente ha sido el cierre de la Fundación Francisco Godia, que presidía Liliana Godia y que ahora opta por vender su patrimonio artístico sin prisa pero sin pausa, de manera que la misma no se deprecie. ¿Casual? Fuentes cercanas a la familia Godia, una de las más acaudaladas de Cataluña, aseguran que no; se trata de una pataleta ante CiU, calculada al milímetro para poner en aprietos a Xavier Trias a las puertas de las municipales a causa de la ambigua postura del abogado de la Generalitat en el pleito que arrastran Liliana Godia y su marido, Manuel Torreblanca, por fraude fiscal.

Aunque los medios catalanes han hecho la lectura de que la Fundación se ha cerrado durante Semana Santa para buscar el mínimo impacto de la noticia, en medios cercanos a la familia catalana se recuerda que la postura del abogado de la Generalitat en la causa de fraude fiscal por la que están imputados Liliana Godia y su esposo ha impedido el pacto que buscaba Manuel Torreblanca. En este punto, el cierre de la fundación Godia en un momento de fuerte debate museístico en Barcelona –con el futuro del Macba cuestionado por un caso de censura y Trias en la picota por los malos augurios de las encuestas– se parece demasiado a la revancha justa en el momento justo… y que parezca un accidente.

En medio de la Semana Santa la Fundación Godia anunció el cese de su actividad. El comunicado no aclaraba el destino de la colección, pero en el sector del mercado del arte se da por hecho que revertirá en su propietaria original, Liliana Godia, y que la alternativa será venderla de forma progresiva.

Es la mejor opción, porque la colección incluye más de 1.500 obras: rica en escultura gótica –incluye el retablo La virgen de la leche, de Llorenç Saragossà–, arte románico, piezas de cerámica pintura y grabados española del siglo XIX y principios del XX; si bien estas dos últimas categorías son minoría. Fuentes del sector del arte la valoran en más de 100 millones de euros, con lo que si fuese el único patrimonio de Liliana Godia, ni ella ni sus tres hijas tendrían que preocuparse por cuestiones de dinero el resto de sus días.

Millones y más millones

No es el caso. Liliana Godia es una de las mujeres más ricas de Cataluña. Su marido, Manuel Torreblanca, siempre le ha administrado sus bienes. La sociedad BCN Godia, de la que Torreblanca es apoderado, acumula activos por valor de más de 440 millones. Y a través de Pablis 21 SL, controlan algo menos del 2% de Abertis. Recientemente, han hecho caja con la venta del 25% de la sede de Desigual o el 25% del Hotel Vela, dos concesiones portuarias en las que Liliana Godia actuaba como socia minoritaria. Por ambas operaciones las patrimoniales de Godia ingresaron 53 millones de euros. Otras inversiones son más dudosas, como su participación en ATLL.

El cerebro de la operación de dar carpetazo a la Fundación Godia es Manuel Torreblanca. El marido de Liliana nunca se ha sentido cómodo con el mundo del arte. Y la fundación costaba más de un millón de euros anuales en mantenimiento, personal, pólizas de seguros y sistemas antirrobo.

En paralelo, Torreblanca ha depositado 4 millones en los juzgados para llegar a unacuerdo con Hacienda, justo por una inspección a BCN Godia. Pero se le exigetodavía otro millón y medio, en la práctica el coste anual de la fundación. Hace más de un año los Godia ya estuvieron intentando ceder la colección al Museo Nacional d’Art Contemporani (MNAC) en un intento, como es habitual en determinada burguesía, de compensar costes a cargo de fondos públicos. Sin embargo, al final no se llegó a ningún acuerdo.

Liliana Godia y su marido ya han vendido una de las piezas más valiosas del legado: Vuelta de la pesca. Playa de Valencia, que fue subastado en Sotheby’s el pasado mes de diciembre por 2,9 millones. Al resto les esperará el mismo destino, con el paso de los años.

El peso de la herencia

La herencia de las hermanas Godia las convirtió en millonarias a principios de los noventa. Francisco Godia había sido presidente de la empresa química Cros, embrión lo que ahora se conoce como Ercros. Pero fue más conocido como piloto de coches de competición durante el franquismo y por formar parte de un ilustre grupo de juerguistas en la Barcelona de los años 50 que se conocía como la brigada del amanecer y que, además del propio Godia, incluía al futuro presidente de La Caixa, Juan Antonio Samaranch,y al empresario textil y banquero Jaume Castell, tío del actual presidente de la CEOE, Joan Rosell. Unaprueba de que a veces no sólo se hereda el dinero, sino también el poder.

Pero Godia, sin embargo, no sólo hizo fortuna a la sombra del régimen. También acumuló durante la dictadura importantes obras de arte que en su mayoría adquirió a otros coleccionistas.

Tras la muerte de Francisco Godia en 1990 se llevó a cabo la única tasación conocida de estas obras de arte, por un valor que no trascendió. La colección se dividió entonces entre las dos hermanas, Carmen y Liliana, pero sólo esta última heredó la afición artística del padre y por eso había creado la fundación que ahora cierra sus puertas. La relación entre ambas hermanas Godia es manifiestamente mala, tal y como es público y notorio entre la alta burguesía de Barcelona. Por ello, ambas gestionan sus respectivas fortunas de forma totalmente independiente.

El mundo del arte está revolucionado en Barcelona. Una de las colecciones privadas más importantes, la de Liliana Godia, saldrá a la venta de manera lenta y paulatina, según apuntan fuentes del sector de marchantes y galeristas. La señal evidente ha sido el cierre de la Fundación Francisco Godia, que presidía Liliana Godia y que ahora opta por vender su patrimonio artístico sin prisa pero sin pausa, de manera que la misma no se deprecie. ¿Casual? Fuentes cercanas a la familia Godia, una de las más acaudaladas de Cataluña, aseguran que no; se trata de una pataleta ante CiU, calculada al milímetro para poner en aprietos a Xavier Trias a las puertas de las municipales a causa de la ambigua postura del abogado de la Generalitat en el pleito que arrastran Liliana Godia y su marido, Manuel Torreblanca, por fraude fiscal.

Liliana Godia Xavier Trias
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