Cataluña: bienvenida sea la unificación

En Cataluña, el sistema sanitario está totalmente informatizado, con una tarjeta sanitaria implantada hace décadas, un sistema de historial compartido y receta electrónica que fue puesto en marcha en el 2007. Los médicos, no obstante, encuentran fallos en este sistema. “Estamos en una situación muy penosa porque el sistema es muy irregular. Y ya no hablamos a nivel estatal, sino que incluso dentro de una comunidad hay problemas con las historias clínicas compartidas de tal modo que hay pacientes que tienen seis, ocho o diez historiales repartidos porque no se introducen en el sistema. Y eso puede ocurrir incluso dentro de una misma ciudad. El resultado es que el sistema es un desastre y encarece la sanidad pública porque obliga a repetir muchas pruebas. Si un médico en cualquier lugar puede tener acceso a todo el historial clínico de un paciente, pueden evitarse muchos trámites y muchas duplicaciones”, dice a El Confidencial Francesc Duch, secretario general del sindicato Metges de Catalunya (MC), mayoritario en el sector.

Desde la Administración catalana, sin embargo, se afirma que el sistema, aquí, funciona y muy bien. Puede haber algún problema puntual a la hora de consultar un historial pero son fallos muy limitados

Para Duch, “cuando quieren, sí existe unificación. Por ejemplo, en el sector fiscal, Hacienda nos tiene controlados estemos en Barcelona, La Coruña o Canarias. En cambio, en sanidad vivimos una situación kafkiana, cuando hay una tecnología que nos permitiría acceder a cualquier historial desde cualquier parte incluso del mundo. ¿No ocurre eso con las tarjetas de crédito? Un ciudadano puede pagar con tarjeta en el extranjero y no pasa nada. En sanidad debería ocurrir lo mismo. Lo que existe, entonces, son obstáculos de otra índole que a mí se me escapan. Pero, incluso hablando de la situación en nuestro Estado, no creo que sea muy caro unificar todos los sistemas sanitarios porque se debe tratar simplemente de un programa informático”.

Desde la Administración catalana, sin embargo, se afirma que “el sistema, aquí, funciona y muy bien. Puede haber algún problema puntual a la hora de consultar un historial pero son fallos muy limitados”. Fuentes de la consejería de Salud de la Generalitat explican a El Confidencial que “si se quiere implantar un sistema global sanitario es un problema más técnico que otra cosa”. Y consideran que cualquier avance en este sentido es bienvenido, porque redunda en beneficio del ciudadano y de los profesionales del sector.

“En Cataluña, al paciente se le identifica con su tarjeta. Luego, el médico introduce en el sistema el plan de medicación, por lo que puede ir a una farmacia y ya saben lo que necesita. Además, se comparten imágenes médicas por la Red. Por tanto, en un sistema estatal unificado, ¿qué problema puede haber? Un problema de unificación de formatos”.

En el Gobierno catalán reconocen que el sistema que utilizan es “muy complejo”, ya que intervienen en el mismo muchos agentes: desde el Servicio Catalán de Salud (SCS) hasta los colegios de farmacéuticos, los proveedores, las farmacias, los centros de atención primaria o los centros hospitalarios. Pero una vez instalado el programa, sólo es cuestión de limar algunas cosas. “Es muy sencillo de resolver y no creo que haga falta gastar muchos millones de euros”, aduce Francesc Duch. Y desde la Administración catalana se deja la puerta abierta a que alguien dé el primer paso hacia la implantación de un sistema único, con una base de datos común no sólo en toda España, sino incluso en Europa, porque sería una cosa positiva

“Nosotros sabemos que nuestro sistema funciona. Aunque es complejo, sin él no hubiésemos podido implantar el euro por receta”, subrayan. Sólo hace falta que todas las administraciones tengan sistemas similares: que los centros sanitarios estén unidos a la red pública y que viertan en su programa toda la información de que dispongan relativa a un paciente. Exactamente igual que hace Hacienda con cualquier ciudadano o empresa española, aunque con la salvedad de que este sistema estaría abierto a todas las administraciones (es decir, que el historial de un paciente aragonés podría ser visualizado y/o completado desde Murcia, por ejemplo), mientras que el fisco es un sistema estatal impermeable a las administraciones autonómicas.