RBS y la Generalitat se niegan a sacar a los Sanahuja del concurso de acreedores

Los Sanahuja están sudando tinta china para sacar a Sacresa del concurso de acreedores. Dos entidades financieras se niegan en redondo a sumarse al convenio de acreedores y, sin ellas, los que fueron los amos de Metrovacesa lo tienen complicado. Los culpables son el Royal Bank of Scotland (RBS) y la Generalitat, a través de su entidad crediticia, el ICF.

Fuentes cercanas al proceso concursal señalan que estas entidades mantienen bloqueado un acuerdo que, además, plantea unas quitas leoninas para aquellos acreedores que tiene crédito ordinario, el que carece de garantías hipotecarias, en cuyo caso se exige a los bancos descuentos de más del 90% en algunas de las sociedades en concurso.

Para dar más tiempo a la negociación, el juez titular del juzgado mercantil número 2 ha suspendido las cinco juntas de acreedores de las empresas del Grupo Sacresa (Sacresa Terrenos Promoción s.l., Cresa Patrimonial, Sanahuja Escofet Inmobiliaria, Sacresa Terrenos 2 y Caufec SA) y la ha fechado de nuevo para el 12 de junio.

Todas estas sociedades adeudaban 1.800 millones de euros cuando presentaron concurso, pero se pudo rebajar a 1.600 millones mediante la venta de algunos activos. A pesar de ello, el problema radica en que sólo 600 millones cuentan con garantía hipotecaria. En cambio, el resto (cerca de 1.000 millones) es crédito ordinario, en el que la banca debería asumir grandes pérdidas por las fuertes quitas planteadas.

Ducha escocesa

En este contexto, el  RBS, que es el primer acreedor, se niega en rotundo a cerrar un acuerdo. Los Sanahuja deben a RBS 320 millones en el grupo Sacresa. Además, el banco británico ya salió escaldado del apoyo que les dieron durante la burbuja inmobiliaria para tomar el control de Metrovacesa. RBS lideró el sindicado para que los Sanahuja se hicieran con la inmobiliaria Metrovacesa y se la arrebataran a Joaquín Rivero en 2007. La entidad comprometió en esta operación otros 600 millones de euros que tampoco cobrado.

El principal problema, según han señalado fuentes cercanas a la administración concursal, radica en los créditos vinculados a Sacresa Terrenos 2, donde casi no hay edificios y el suelo que garantiza parte de los pasivos tiene difícil salida.

Reticencias del ICF

El ICF de la Generalitat también se resiste a firmar el acuerdo, pese a que cuenta con garantías. Los Sanahuja les adeudan en el proceso 81 millones de euros y la entidad pública ya salió muy tocada de otro gran proceso concursal del sector inmobiliario, el de Habitat.

Aún así, si Bankia y La Caixa acaban transigiendo, ya habría mayoría necesaria de los acreedores y una salida podría ser una solución parcial que salvase a todas las sociedades y llevase a Sacresa Terrenos 2 a la liquidación por la negativa del ICF. Desde que se inició el concurso, la estrategia legal de los Sanahuja ha sido separar a los bancos y negociar casa por casa. Todo apunta que pese la táctica del divide y vencerás la victoria, si la hay, será pírrica.