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CiU usó la manifestación para repartir folletos sobre “el expolio español”
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DISTRIBUYÓ DÍPTICOS RECLAMANDO EL PACTO FISCAL

CiU usó la manifestación para repartir folletos sobre “el expolio español”

Mientras el centro de Barcelona se colapsaba con más de 400.000 manifestantes (cifras de los organizadores, la Guardia Urbana hablaba de 30.000, pero ninguno tenía toda

Foto: CiU usó la manifestación para repartir folletos sobre “el expolio español”
CiU usó la manifestación para repartir folletos sobre “el expolio español”

Mientras el centro de Barcelona se colapsaba con más de 400.000 manifestantes (cifras de los organizadores, la Guardia Urbana hablaba de 30.000, pero ninguno tenía toda la razón), CiU hacía sus cábalas particulares y movilizó a todos sus militantes y a sus juventudes para reclamar con un díptico el pacto fiscal por todos los rincones, incluidos los barrios “obreros” de Barcelona, donde se les han resistido siempre los apoyos.

Fue una forma de quitarse el muerto de encima, porque también es su manera de decir que el leit motiv de la protesta, la reforma laboral, es obra del PP. Pero eso es lo que dice CiU, aunque esta reforma ha salido adelante con su apoyo, por algo el programa económico de convergentes y populares es similar. “Es bueno para ti, es necesario para todos”, rezaba el lema que CiU esparció por la capital catalana ayer.

En los dípticos que sus militantes comenzaron a repartir por los barrios, queda muy claro que ahora, lo que prima, es el pacto fiscal. “Más dinero, más servicios sociales y más justicia”. Y eran muy claros: de cada 110 euros de impuestos, España “devuelve 55 euros a la Generalitat, se gasta 35 en mejorar el nivel de vida de otras comunidades autónomas y 20 euros en inversiones inútiles”. Es el único problema que tiene Cataluña. Rajoy que asuma sus consecuencias.

No era sólo eso. “El pacto fiscal no se puede desligar de lo que es el déficit fiscal, que, en otras palabras, es lo que pagamos los catalanes en impuestos y que no vuelve a Cataluña”. Según CiU, este déficit ya era de 21.000 millones de euros en el año 2009. Eso es lo que afirma en los papeles que ayer distribuyó por la capital catalana. Además, detallaba que, con este dinero no se habrían recortado los salarios de los trabajadores públicos, se habría podido construir la nueva terminal del aeropuerto de El Prat en 21 días o el aeropuerto de Lleida-Alguaire en 3 días, criticando que se pierde dinero en hacer líneas del AVE infrautilizados o aeropuertos sin vuelos. “Tú, como catalán, pierdes 3.000 euros al año”, subrayaba.

Los dípticos que distribuyó insistían en que hay un expolio del “Estado español” con Cataluña. Por ejemplo, 28 días del expolio (es decir, el porcentaje de impuestos no retornados) significan un nuevo aeropuerto de El Prat (lo que contradice los números del díptico, que un lugar cifra este importe en 1.258 millones pero que, por el déficit que apunta, pasaría a costar más de 1.600 millones). O desdoblar el Eje Transversal significa 15 días (es la comunicación por carretera desde Gerona a Lérida) para un coste de 708 millones de euros. El Hospital de Rubí (localidad cercana a Barcelona) tiene 1,5 días de penalización, con 70 millones de euros. O la construcción de 5 nuevas escuelas, con 50 millones de euros, se podrían pagar con un día en que los catalanes no pagasen impuestos a España.

“¿Te podrías imaginar lo que podríamos tener?”, expresaba ayer CiU en los panfletos que distribuyó por toda Barcelona. A poca distancia, más de 400.000 personas lanzaban consignas contra el Gobierno del PP en España y el de CiU en Cataluña.

Las razones sindicales

Los sindicatos y los partidos de izquierdas no eran de la misma opinión. “Contra la reforma, movilización”, “Ni reforma laboral ni recortes”, “Aquesta reforma no crea ocupació” (“Esta reforma no crea empleo“) o “Contrarreforma laboral fuera, huelga general ya” fueron algunas de las pancartas y los lemas más coreados. Había otras más críticas. Especialmente, las que hacían referencia a los banqueros y a los embutidos: ”No falta dinero, sobran chorizos”, “No hay pan para tanto chorizo”... incluso algunas sarcásticas: ”2.000 euros por un político honesto”. O lemas largamente coreados: “Manos arriba, esto es un contrato”. O “Reforma Laboral para la Casa Real”, de la propia Juventud Socialista de Catalunya (JSC).

“No descartamos ningún escenario. El día 29 hay una protesta a nivel europeo, pero aquí tenemos más motivos para protestar. Hemos de hacer frente ala reforma por los aspectos inútiles y represivos que contiene,que sólo contribuirán a destruir empleo. De momento, estamos buscando complicidades con colectivos y vemos que la gente lo comprende cuando le explicamos la realidad. Nuestro objetivo es tumbar esta reforma porque es injusta y antidemocrática”, dice a El Confidencial Joan Carles Gallego, secretario general de CCOO en Cataluña. Y Josep Maria Álvarez, secretario general de UGT, añade que “si el Gobierno no se mueve, vendrán tiempos más difíciles. Nunca había habido tantos motivos para una huelga general como ahora. Nos oponemos radicalmente a una reforma tan brutal. Comprendo que al Gobierno no le convenga nuestra postura, pero que sepa que esto no es flor de un día. Con la reforma dejan indefenso al trabajador frente al empresario. Y explicaremos detalladamente el contenido de esta reforma a todos los ciudadanos”.

Gallego lo había dejado claro minutos antes frente a los cientos de miles de manifestantes (que seguían fluyendo al final de la manifestación a las 14.30 horas, cuando la cabecera había llegado poco después de las 13.00): “Es una reforma ineficaz porque no nos hace más productivos ni más competitivos. No creará empleo. Y es más injusta, porque deja la democracia a las puertas de las empresas y deja que los empresarios hagan lo que quieran”. Y Álvarez subrayaba que “la movilización comienza hoy. El Gobierno tiene tiempo si quiere negociar. Se creían que empezaríamos por una huelga general, pero no será así, iremos paulatinamente. Será más duro”.

El  líder de UGT lanzó también un aviso a los nacionalistas, porque la protesta de ayer era contra el Gobierno central y contra CiU. ”Esto es Cataluña -subrayó-. Que Duran Lleida no quiera ser verdugo de la clase trabajadora en Madrid”. Tras la manifestación, señaló a este diario que “el trabajador está indefenso ante el empresario” ante la reforma laboral. Y está dispuesto a dialogar sobre el contenido de la reforma. Pero “esto no será nada en comparación con lo que viene si no negocia”. Aviso a navegantes.

Mientras el centro de Barcelona se colapsaba con más de 400.000 manifestantes (cifras de los organizadores, la Guardia Urbana hablaba de 30.000, pero ninguno tenía toda la razón), CiU hacía sus cábalas particulares y movilizó a todos sus militantes y a sus juventudes para reclamar con un díptico el pacto fiscal por todos los rincones, incluidos los barrios “obreros” de Barcelona, donde se les han resistido siempre los apoyos.