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Crisis en la sanidad catalana: 2.400 despidos y 54 ambulancias menos
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LOS SINDICATOS NEGOCIAN PROTESTAS CONJUNTAS CONTRA LOS RECORTES

Crisis en la sanidad catalana: 2.400 despidos y 54 ambulancias menos

La sanidad catalana se ha deshecho, desde esta primavera, de 2.400 empleados (el total de trabajadores públicos del sector llegaba a los 40.000) y de 54

Foto: Crisis en la sanidad catalana: 2.400 despidos y 54 ambulancias menos
Crisis en la sanidad catalana: 2.400 despidos y 54 ambulancias menos

La sanidad catalana se ha deshecho, desde esta primavera, de 2.400 empleados (el total de trabajadores públicos del sector llegaba a los 40.000) y de 54 ambulancias (sobre algo más de 400). Estos son los fríos números de las estadísticas que manejan los sindicatos. “Se lleva adelgazando la plantilla desde principios de año, pero tirar de menos empleados es difícilmente asumible. Respecto a las ambulancias, se han eliminado más del 10% de las de transporte urgente y no urgente. Afortunadamente, no se han tocado las del Servicio Médico de Emergencia (SEM), que es uno de los pocos servicios, juntamente con los bomberos y los Mossos, que no han tocado. Para eliminar coches, pusieron como excusa que ya no tenían tantos servicios, pero eso es mentira”, dice a El Confidencial Juan Cobacho, portavoz de sanidad de la UGT catalana.

Gran parte de estos recortes se sustentaron en los cierres de plantas de hospital y de servicios que se aplicaron este verano. “Antes, en verano siempre se eliminaban camas de hospital o se restringían servicios, pero este año han aprovechado para convertir estas medidas en definitivas”, añade Cobacho. Del mismo parecer es Juan Antonio Sánchez, portavoz de sanidad de Comisiones Obreras (CCOO): “Los recortes de personal comenzaron en el momento en que no se realizaban sustituciones, ni se cubrían bajas maternales o vacaciones. Se convirtió en habitual”. Los grandes damnificados, pues, fueron los interinos y los eventuales, que vieron cómo no se les contrataba como otros años o no se les renovaban sus contratos.

Los sindicatos achacan al Gobierno que hiciera trampa con los números. Tanto Cobacho como Sánchez coinciden en afirmar que “sabían que no podían cumplir el presupuesto de este año cuando lo hicieron. Y no pueden venir a estas alturas a decir que paguemos los trabajadores el dinero que falta”. Se refieren a la intención del Gobierno catalán de recortar, de aquí a final de año, 45 millones de euros del capítulo de personal, lo que implica eliminar algunos conceptos de las nóminas y un buen pellizco de la paga extraordinaria de Navidad. En otras palabras, cantidades que van desde los 400 a los 1.200 euros mensuales dependiendo de la nómina del trabajador.

El 30% de los trabajadores están en torno a los 1.000 euros de salario mensual, ya que hay muchos que son interinos y sin antigüedad. Si les quitas la mitad de la paga de Navidad, el sistema chirría. Por eso, no se puede explicar que después de nueve meses digan que hay que recortar todavía 77 millones en total, de los que 45 corresponden a sueldos”, subraya el dirigente ugetista.

La huelga como única posibilidad

Coincidiendo con el Día Mundial del Trabajo Digno, el 6 de octubre, los sindicatos preparan movilizaciones. Aprovecharán para dar un toque de atención a la Generalitat. UGT admite que, en estos momentos, se están planteando la huelga como única posibilidad para defender los derechos de los trabajadores sanitarios. Y, además, mantienen contactos con el Sindicat de Metges de Catalunya (MC) para coordinar movilizaciones. Los facultativos ya han votado hacer huelgas intermitentes en tres de los grandes hospitales catalanes, situación que puede extenderse a otros grandes centros. “No descartamos sumarnos a estas huelgas”, aseguran en la UGT.

Pero esperan al lunes próximo para tomar una decisión definitiva. Y, además, esperan que, por fin, la consejería que dirige Boi Ruiz ponga sobre la mesa los últimos números de las listas de espera, que son uno de los secretos mejor guardados del Gobierno catalán. Porque desde el Ejecutivo se resta importancia al crecimiento de las listas, pero los profesionales que dan hora a los ciudadanos se llevan las manos a la cabeza por los retrasos que acumulan. “Si el Instituto Catalán de la Salud presenta un plan serio y argumentado, hablaremos. De lo contrario, nos veremos obligados a tomar medidas radicales. Lo que sí vamos a hacer es consultar a las plantillas de los hospitales y estudiar si nos sumamos a la huelga de los médicos”, añade Cobacho.

En CCOO, son más cautos al respecto. “Además de los recortes de sueldos, no tenemos garantías de lo que ocurrirá el año que viene. Pero la gente no está para huelgas en estos momentos. Por lo que hemos pulsado, quieren manifestarse... de momento. Ya veremos si pasamos a mayores. De momento, no nos hemos planteado la huelga”, argumenta Vázquez.

El dirigente de Comisiones destaca también que hay diferentes intereses entre los colectivos sanitarios. “El Sindicat de Metges tiene sus prioridades. Por ejemplo, defienden que no se restrinjan las guardias. Y eso es una reivindicación de tipo estructural para preservar los privilegios de algunos médicos. Pero para nosotros priman otros intereses”, subraya Vázquez. Juan Cobacho admite también que hay intereses varios entre los sindicatos, ya que “el recorte de guardias no es fundamental y hay alternativas”, pero considera que se pueden llegar a sinergias con MC en cuanto a movilizaciones.

Lo que achacan a la sanidad pública catalana es que “se está haciendo una ecuación imposible: no puede ser que cierres plantas de hospitales, urgencias y quirófanos y digas que el paciente no lo va a notar”. Cobacho destaca que “estamos haciendo una tarea que raya la responsabilidad civil. Nos dicen : ‘No gaste usted’. Y, de esta manera, nos obligan a una selección adversa del paciente. O sea, que es el profesional el que ha de elegir al paciente que ha de ser atendido. En esta situación, claro, el que tenga dinero, siempre puede recurrir a la sanidad privada. Pero la verdad es que el sistema público se ve degradado. Por tanto, los recortes son una medida inadmisible tanto económica como asistencialmente”.

La sanidad catalana se ha deshecho, desde esta primavera, de 2.400 empleados (el total de trabajadores públicos del sector llegaba a los 40.000) y de 54 ambulancias (sobre algo más de 400). Estos son los fríos números de las estadísticas que manejan los sindicatos. “Se lleva adelgazando la plantilla desde principios de año, pero tirar de menos empleados es difícilmente asumible. Respecto a las ambulancias, se han eliminado más del 10% de las de transporte urgente y no urgente. Afortunadamente, no se han tocado las del Servicio Médico de Emergencia (SEM), que es uno de los pocos servicios, juntamente con los bomberos y los Mossos, que no han tocado. Para eliminar coches, pusieron como excusa que ya no tenían tantos servicios, pero eso es mentira”, dice a El Confidencial Juan Cobacho, portavoz de sanidad de la UGT catalana.