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ERC intenta arrimarse a CiU: “Hemos fallado en los pactos”
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LA GESTACIÓN DEL ‘FRENTE CATALÁN’

ERC intenta arrimarse a CiU: “Hemos fallado en los pactos”

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no las tiene todas consigo. En las últimas semanas, el candidato republicano, Joan Puigcercós, ha rebajado el tono de las críticas

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ERC intenta arrimarse a CiU: “Hemos fallado en los pactos”

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no las tiene todas consigo. En las últimas semanas, el candidato republicano, Joan Puigcercós, ha rebajado el tono de las críticas a CiU para centrar sus mensajes en hacer un llamamiento a los independentistas a que voten útil, es decir, a ERC. Y en el histórico partido ya se ha instalado la convicción de que, pase lo que pase, no pondrán palos en las ruedas a Artur Mas si finalmente Convergència i Unió (CiU) gana las elecciones con mayoría simple. “La reflexión que se hace es que quizá en el pasado hemos tenido fallos, como la política de pactos que ha hecho ERC”, señala un alto dirigente de esta formación a El Confidencial.

El propio secretario general y portavoz en el Congreso, Joan Ridao, advirtió hace escasos días, en el mitin central de Esquerra, que el partido “es como la Ferrari, que a veces se equivoca en la práctica y no cambia los neumáticos”. Y es que Fernando Alonso había perdido el campeonato del mundo poco antes precisamente por un error de bulto en la estrategia de la escudería. El fallo de ERC, pues, han sido “los pactos”.

“Hace tiempo que la militancia reniega del Tripartito -señalan las fuentes consultadas-. Y nosotros hemos de hacer caso a esa sensibilidad. Los dos gobiernos anteriores han sido fructíferos, porque hemos incidido en la política social. Ahora llega la hora de incidir más en los temas nacionales”. Las puertas a un frente catalán, pues, están entreabiertas, aunque tanto desde Esquerra como desde CiU se matiza este extremo y se descarta de plano cualquier pacto postelectoral permanente. Es más, desde ERC se asegura que esta formación hablará, después del 18-N, con todos sus rivales excepto con el PP y con Ciudadanos.

En Convergència, se apuesta por gobernar en solitario si no se tienen los suficientes escaños como para llegar a la mayoría absoluta. “El propio PSOE lo hace en Madrid -dice a este diario un alto cargo convergente-. Lo importante es que el Tripartito no sume, porque si suma, volverán a formar Gobierno, aunque ahora todos lo nieguen. Pero en caso de que no consigan reeditar el Tripartito, nos sería suficiente con que el PP, por ejemplo, se abstuviera para poder gobernar con cierta tranquilidad. Es lo que pasaría, por ejemplo, con el Impuesto de Sucesiones. Si los partidos del Tripartito votan en contra de la supresión y no suman más que nosotros, nos basta con que el PP se abstenga para ganar la votación. De este modo, no condicionarían la política catalana”.

Los negociadores

Las relaciones entre los dos partidos se han relajado en esta campaña. Si en el 2006 mantuvieron una cruenta batalla que al final cerró las puertas a la formación de un gobierno del frente catalán, en estas elecciones las cosas han ido por otros derroteros. La correa de transmisión entre ambas formaciones son Felip Puig, secretario general adjunto de Convergència, y Joan Puigcercós, presidente de ERC, aunque Joan Ridao también ha participado en algunos encuentros. Puig y Puigcercós ya mantuvieron en el 2006 varias reuniones discretas antes de las elecciones. Los resultados fueron negativos para lograr una entente debido a la campaña bronca de entonces. Pero ahora la coyuntura es distinta, esencialmente por la mayor predisposición de Esquerra a primar el frente nacionalista al frente social o de izquierdas.

Tanto desde el PSC como desde el PP se alerta del peligro del frente catalán, porque, a su juicio, radicalizaría la política. Y ven algunas coincidencias entre las estrategias de ERC y CiU. Para Jaume Collboni, director de campaña del socialista José Montilla, “ERC se propone como meta la independencia de Cataluña, pero mientras tanto no cierra la puerta a apoyar la estrategia convergente para pedir el concierto económico. El programa de Esquerra, pues, parece pensado para ensamblarse con el Convergència”, señaló a El Confidencial.

Desde CiU, se afirma que un frente catalán no representa ningún peligro, aunque añaden que “no prevemos esta posibilidad, ya que no entra dentro de nuestros planes un pacto de legislatura con nadie. Lo que queremos es tener una mayoría suficiente que nos permita gobernar”. Eso es lo que apuntan también todas las encuestas. De todos modos, en Convergència no se cortan a la hora de exponer otra cuestión para ellos más trascendente: “Lo curioso de estas elecciones es que el partido que tiene la presidencia de la Generalitat, el PSC, tiene como gran objetivo llegar a los 30 diputados. Y eso es un fracaso. Parte como perdedor, porque nosotros podemos casi doblar sus escaños. Nunca se había dado una situación semejante”, señala un alto dirigente de CiU. Pero también advierten que no pueden dormirse en los laureles y dar todo por ganado, porque la abstención puede jugarles una mala pasada, especialmente si todos sus votantes creen que la suerte está echada y se quedan en casa.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no las tiene todas consigo. En las últimas semanas, el candidato republicano, Joan Puigcercós, ha rebajado el tono de las críticas a CiU para centrar sus mensajes en hacer un llamamiento a los independentistas a que voten útil, es decir, a ERC. Y en el histórico partido ya se ha instalado la convicción de que, pase lo que pase, no pondrán palos en las ruedas a Artur Mas si finalmente Convergència i Unió (CiU) gana las elecciones con mayoría simple. “La reflexión que se hace es que quizá en el pasado hemos tenido fallos, como la política de pactos que ha hecho ERC”, señala un alto dirigente de esta formación a El Confidencial.

Cataluña CiU José Montilla