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Maratón de Montilla para mejorar su imagen ante las elecciones catalanas
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Maratón de Montilla para mejorar su imagen ante las elecciones catalanas

Los socialistas catalanes aprietan el acelerador a poco más de mes y medio de las elecciones. Este fin de semana, el presidente de la Generalitat, José

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Maratón de Montilla para mejorar su imagen ante las elecciones catalanas

Los socialistas catalanes aprietan el acelerador a poco más de mes y medio de las elecciones. Este fin de semana, el presidente de la Generalitat, José Montilla, ha tenido que multiplicarse para tomar contacto con militantes y simpatizantes. Ayer sábado, a Montilla le organizaron una agenda diabólica: a las 9 de la mañana, intervención en Gerona; a las 11.30 horas, en Barcelona; a las 13.30 horas, en Tarragona; y a las 16 horas, en Lérida. Nada que ver con la exigua agenda de su principal oponente, Artur Mas, que zanjó la jornada con un mítin en Palamós a mediodía o con la de la presidente del PP, Alicia Sánchez-Camacho, que devoró una fideuada popular junto a Javier Arenas en la capital catalana.

 

El motivo de este maratón es la necesidad que tienen los socialistas de movilizar a su electorado. “Hemos de enseñar a la gente lo que hicimos en esta legislatura, que han sido muchas cosas pero que no se han visualizado por las interferencias que ha habido”, señala una fuente socialista a El Confidencial. Y es cierto: durante los últimos años, han pesado más en la imagen del Gobierno las peleas entre los socios del Tripartito que la labor desarrollada por el Ejecutivo que preside José Montilla.

Los socialistas tienen dos cosas en contra de cara a las próximas elecciones autonómicas del 28 de noviembre: primero, la desmovilización del electorado; y segundo, la situación de crisis, que juega en su contra. Todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que será a partir de ahora cuando el PSC comience a remontar en las encuestas. “Es cierto que nosotros tenemos movilizado a nuestro electorado en un 78% aproximadamente -dice a este diario una fuente de CiU- y el del PSC ronda el 55%. Por eso es pronto para vaticinar cómo serán los resultados finales de las elecciones”. en términos similares se pronuncia una fuente del PP.

Las encuestas auguran, de momento, un resultado en el que CiU ronda la mayoría absoluta y el PP avanza un poco, mientras que el PSC puede bajar entre cuatro y seis escaños (pasa de 37 a 31 o 33), ERC pasa de los 21 actuales a sólo 12 e ICV retrocede uno o dos diputados. Por si fuera poco, el PSC es uno de los partidos que menos actos ha realizado durante las últimas semanas.

Desde finales de septiembre, Artur Mas ha realizado tres conferencias: en el XV encuentro de Economía de S’Agaró, en La Caixa y, este viernes, en el hotel Rey Juan Carlos I frente a representantes del sector turístico. El presidente de ERC, Joan Puigcercós, compareció en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos el día 5, en el hotel Ducs de Bergara el día 6 y en la sede de Esade el día 8 para hablar de Economía.

Alicia Sánchez-Camacho pronunció una conferencia en el campus de La Salle y otra en Esade el pasado jueves. Incluso su compañero Alberto Núñez Feijóo fue invitado a dar otra conferencia en el Círculo de Economía el día 4 de octubre. Y el líder de ICV, Joan Herrera, acudió al Colegio de Ingenieros el día 4, expuso sus recetas económicas en Esade el día 6 y pronunció otra conferencia en Òmnium cultural el día 7. Incluso el cabeza de lista de Solidaritat Catalana, Joan Laporta, fue invitado a pronunciar otra conferencia en Òmnium el día 4.

¿Y los socialistas?

Pero de los socialistas sólo hubo uno que se dejase ver en estos cometidos: el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, que habló sobre el futuro de las infraestructuras en el Colegio de Ingenieros. Ni el cabeza de lista, José Montilla, ni la segunda, Montserrat Tura, se prodigaron en actos de esta naturaleza. “Hasta ahora, Montilla se ha limitado a ejercer de President. Ha sido exquisitamente apartidista. Pero una vez que se han convocado elecciones y ha sido disuelto el Parlamento, ha de comenzar a ejercer de candidato como los demás”, advierten desde su formación.

Sin embargo, el verdadero problema, según aseguran fuentes de la cúpula del PSC, “es la crisis, que nos pasará factura”. La labor del Gobierno central despierta recelos en la población y esa sensación se trasladará a los comicios catalanes. “Puede haber la sensación de que la crisis tiene color socialista, aunque no sea así, puesto que nos encontramos en una coyuntura mundial complicada.

Pero, evidentemente, influirá en las elecciones”, dice uno de los máximos dirigentes de la formación catalana. Los datos del paro y de la economía no ayudan precisamente. Y, por si fuera poco, la Generalitat tiene severos problemas de financiación, en un momento en que los mercados están cerrados. Este viernes, el Gobierno catalán anunció una emisión de 1.000 millones de euros en bonos de 1.000 euros, destinados a pequeños inversores.

La medida, alabada desde los partidos del Tripartito, es vista con otros ojos por parte de la oposición. “Pagarán el 4,75% de interés, lo que quiere decir que pagan caro, porque, seguramente, si no, no encontrarían los recursos”. Y ello quiere decir, según el líder de la oposición, que “encontraremos la Generalitat pelada y rebañada. No habrá dinero, pero sí habrá muchas deudas”. Y desde la fideuada popular, Alicia Sánchez Camacho también cargaba las tintas: "Han priorizado las subvenciones, los lujos superfluos, los coches oficiales, las mal llamadas embajadas y los asesores", dijo. Por ello, “están dejando a Cataluña arruinada” y no tienen más remedio que emitir bonos de 1.000 euros.

Los socialistas catalanes aprietan el acelerador a poco más de mes y medio de las elecciones. Este fin de semana, el presidente de la Generalitat, José Montilla, ha tenido que multiplicarse para tomar contacto con militantes y simpatizantes. Ayer sábado, a Montilla le organizaron una agenda diabólica: a las 9 de la mañana, intervención en Gerona; a las 11.30 horas, en Barcelona; a las 13.30 horas, en Tarragona; y a las 16 horas, en Lérida. Nada que ver con la exigua agenda de su principal oponente, Artur Mas, que zanjó la jornada con un mítin en Palamós a mediodía o con la de la presidente del PP, Alicia Sánchez-Camacho, que devoró una fideuada popular junto a Javier Arenas en la capital catalana.

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