Artur Mas va un paso más allá y exige un concierto económico como el del País Vasco

Por fin lo ha dicho sin tapujos. Este viernes, el líder y candidato de Convergència i Unió (CiU) a las próximas elecciones a la Generalitat, Artur Mas, rompió su silencio. Si resulta ganador en los comicios y los nacionalistas vuelven a recuperar el gobierno catalán, se fijará como principal objetivo la negociación con el Gobierno central de una nueva relación económica entre Cataluña y el Estado basada en el modelo del concierto económico que disfrutan País Vasco y Navarra.

Esto significaría que, si Mas consigue formar gobierno y ser presidente, iniciará una negociación con el Ejecutivo central para subir un escalón más y excluir a Cataluña del actual marco de la negociación de la financiación autonómica. La meta es conseguir el concierto, o lo que es lo mismo, que Cataluña decida sobre el tipo de impuestos y la recaudación de todo su sistema fiscal y considere por sí misma los niveles de solidaridad con el resto del Estado.

“El concierto económico tal y como lo disfrutan País Vasco y Navarra significaría superar el actual marco estatutario, rebajado tras la sentencia del Estatut del Tribunal Constitucional, porque con el actual marco autonómico Cataluña no puede aspirar a recuperar gran parte de lo que aporta al Estado por la negociación de la financiación autonómica”, aseguran fuentes nacionalistas a El Confidencial. Y Artur Mas lo tiene claro: “No podemos seguir aportando 'ad eternum' el dinero porque empobrece el país y perjudica a los siete millones de catalanes. Por eso vamos a priorizar obtener el concierto económico como disfruta País Vasco, Navarra y las Islas Canarias con distintos nombres de concierto y para homologarnos con los länders alemanes)”, confirmó el viernes en su discurso en la escuela de verano en Peralada.

La idea de la formación nacionalista es que la negociación “del café para todos” que se negocia cada dos años con el Estado y el resto de comunidades autónomas -salvo País Vasco y Navarra- no tiene mayor margen de beneficio para Cataluña y no corrige el denominado déficit fiscal entre la autonomía catalana y el Estado. “Por tanto, el camino que nos queda es el concierto fiscal porque tras el recorte del Estatut, que afecta a temas de la financiación, Cataluña sigue sufriendo esta discriminación por parte del Estado español y una cosa es solidaridad y otra es abuso”, explicó Mas.

Es evidente que antes del tan ansiado Estado independiente catalán, tal y como defiende el ala más soberanista de CiU, el paso por el concierto económico “ayudaría a reducir las diferencias entre lo que Cataluña aporta y recibe”, asegura Mas. Por esa razón, el líder de CiU destacó que es necesario un régimen fiscal propio, como el de Navarra, el del País Vasco o el de las Islas Canarias, para que Cataluña “pueda avanzar económica y socialmente". “Es imprescindible un cambio de gobierno para lograr la recuperación económica. Con el tripartito, Cataluña difícilmente podrá afrontar estos retos porque -a su juicio- ahora partimos de un gobierno adversario de la actividad económica, que ahoga a las iniciativas y desanima a la gente", afirmó en su discurso.

"La prioridad es levantar el país económicamente porque la relación entre Cataluña y el resto de España dará mucho que hablar. Lo primero debe ser superar la crisis económica, que no llegará hasta que el paro sea inferior al 10%, frente al 18% actual”, aseguró. Las prioridades de Artur Mas si resulta elegido presidente catalán son más crédito y menos morosidad; moderación fiscal frente a unos ejecutivos central y autonómico que "absorben" los recursos de las familias y las empresas; reducir el fracaso escolar y dar más formación; mejora de las infraestructuras y la mejora de la productividad; e impulsar grandes reformas: laboral, energética y de sistema financiero.

Ley Orgánica y refrendo de la Constitución

Fuentes nacionalistas aseguran que el modelo a seguir para Cataluña es el concierto económico vasco. Para conseguirlo es necesario que las Cortes españolas aprueben una Ley Orgánica y que esté refrendada por la Constitución Española, tal y como actualmente la Carta Magna estipula con el País Vasco. Así, en la Constitución de 1978, en su disposición adicional primera, se reconocieron y ampararon los Derechos Históricos de los Territorios Forales y convierto para esos territorios.

Entre los principios que debe respetar el sistema tributario vasco figuran: la solidaridad, el respeto a la estructura impositiva del Estado, la coordinación interna y externa con el Estado, la armonización fiscal. El Estado se reserva como competencias exclusivas las Rentas de Aduanas, los Monopolios fiscales y la imposición sobre alcoholes.

En relación con los impuestos concertados de normativa autónoma y exacción a cargo de las Haciendas Forales, figuran el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), Impuesto extraordinario sobre el Patrimonio, Impuesto sobre Sociedades (con normativa autónoma para las sociedades que operen en exclusiva en el País Vasco) y el Impuesto de Donaciones y Sucesiones. Entre los indirectos se concertaron el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el de Actos Jurídicos Documentados, el Impuesto de tráfico de Empresas (ITE) y el de Lujo, Impuestos especiales (teléfono y bebidas refrescantes) y las tasas sobre el juego.