CDC acusa al Tripartito de conocer ya las conclusiones de la investigación del Palau

Los ex máximos directivos del Palau de la Música de Barcelona, Fèlix Millet y Jordi Montull, pasaron ayer por la mañana por la comisión de investigación parlamentaria que trata de esclarecer si hubo desvío de dinero desde la institución musical hacia Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Fueron casi mudos y no contestaron a las preguntas de los diputados, escudándose en que había un proceso penal en marcha que les afecta directamente. Desde la bancada de los diputados la respuesta fue contundente: “Entenderán que si esto no se aclara, todas las dudas están presentes. ¿Qué dudas? Pues aquéllas que en nombre de una visión de la patria, en nombre de una visión del catalanismo, se ha hecho un uso irregular de dineros para beneficiar a un sector muy concreto”, machacó Jordi Terrades, portavoz del PSC. ”Ésta ha sido la comisión del silencio y de los olvidos de aquéllos que tienen algo que esconder. Usted, hoy, nos confirma que el silencio es síntoma de culpabilidad”, espetó Maria àngels Cabasés, de ERC, a Montull. Y Lluís Postigo (ICV) siguió la estela: “Hoy tiene la oportunidad de levantar la alfombra. Es la mejor cosa que podría hacer por la sociedad catalana”.

En esta dialéctica, el diputado Francesc Homs, miembro de la comisión en representación de CDC, manifestó a El Confidencial que “de los silencios hacen palabras. En los medios de comunicación, y especialmente los controlados por el Tripartito, se interpretan estos silencios de una manera profundamente antidemocrática y contraria a un estado de derecho. A nadie le pueden juzgar por los silencios, ni en un sentido ni en un otro”.

El diputado convergente lamenta que haya muchos puntos que no se han querido tocar en esta comisión. “Primero, dicen que se han adjudicado obras a Ferrovial, pero se niegan a investigar si ha habido trato de favor, porque ni siquiera la intervención general de la Generalitat en su auditoría encontró nada irregular o extraño”, asegura Homs, que denuncia también que “nunca han querido hablar de cualquier tema que puede salpicar al Tripartito”. Y va más allá: “Los partidos del Gobierno ya tienen escritas las conclusiones de la comisión. Incluso me atrevería a pronosticar cuáles serán sus puntos: ha habido una gestión impecable en el tema del Palau. Se ha perdido dinero, pero ya se recuperará. Y el Consorcio del Palau que preside el presidente de la Generalitat ha visto cómo desaparecían 3,2 millones. No se sabe dónde están, pero es igual. Y luego, que ha habido financiación de CDC por la adjudicación de obras a Ferrovial. Sin probar absolutamente nada. Eso será lo que decida la comisión”, vaticina.

“La única alternativa que queda ahora a los grupos parlamentarios es entablar una competición de éstos por vía de los adjetivos y descalificaciones para buscar el titular más original”, se dolió el portavoz convergente, Jordi Turull. Pero los partidos que dan apoyo al Gobierno fueron implacables. “No estamos haciendo un juicio político ni un juicio a un sector del catalanismo político, sino arrojar luz sobre un aspecto concreto de los hechos del Palau“, aclaró el socialista Terrades. Les recriminó a los comparecientes que, según sus papeles manuscritos, se había desviado dinero a través de determinadas empresas. Y se quejó de que no quisieran responder y clarificar las referencias a campañas políticas que había en sus notas, lo mismo que las referencias a Convergència, a Carles Torrent (ex tesorero de CDC y de la fundación Trias Fargas, vinculada a dicho partido), a un tal Daniel, a las adjudicaciones de la Línea 9 del Metro y de la Ciudad de la Justicia a Ferrovial, de porcentajes pagados. Incluso recordó que Millet había dejado una curiosa anotación: facturas Convergència, junto a la cifra de 383.425 euros. “Muchas casualidades y, hasta hoy, muchos silencios”.

De intocable a miembro de la mafia

“Hoy usted no ha querido declarar, a pesar de que ya se declaró culpable. ¿A quién está encubriendo realmente? ¿Tan importante es?”, le preguntó la republicana Cabassés a Montull. Le recordó también que “ustedes son el árbol caído para todos, el blanco perfecto a quien cargar todas las culpas. Y nosotros sabemos que ustedes no lo hacían solos, que eran unos intermediarios”. Y fue más allá: “Ya tenemos suficientes indicios para explicar la historia: Ferrovial paga comisiones por adjudicaciones de obras que ustedes ayudan a conseguir. Estas comisiones sirven para pagar unos convenios con una fundación ligada a un partido político y para pagar gastos de campaña de este partido. Hay indicios de que ustedes se quedan una tercera parte de estas comisiones (...)”. Otro republicano, Pere Bosch, le recordó a Millet que en el Palau había dos tramas: una de enriquecimiento personal, y otra política, que se autoalimentaron durante años. Mientras Millet sonreía, Bosch le recordó que había localizado más de 50 documentos, “todo un rastro inmenso de miseria y de mal gobierno” que denotaban desvío de dinero hacia la fundación Trias Fargas y CDC. Esos documentos “son el guión preciso de la crónica de nuestro país (...) Unos se pensaban que el Palau era suyo. Otros, se pensaban que el país era suyo [en referencia a CiU]. Pero los documentos hablan. Aquí los únicos que no hablan son las personas”.

Postigo, de ICV, abundó sobre la materia: “En definitiva, lo que hemos tenido ocasión de ver en esta comisión son las cloacas del Palau, mejor dicho, sus cloacas, donde caían sus aguas sucias, y que lejos de caer en una fosa séptica aislada, independiente, acotada al ámbito del Palau, se decantaba por una compleja red de alcantarillado que iba desde el Palau hasta el Ayuntamiento de l’Ametlla, donde algunos venían a llevarse algunas cubas de zumo, como el señor Àngel Colom para abonar los campos yermos del PI (...)”. Y Daniel Pi (ICV) espoleó a Millet. “No padezca. Sin sus palabras, también podremos llegar a las conclusiones de esta comisión. Porque en Cataluña, a partir de ahora, algo cambiará: no habrá nombres intocables ni familias sagradas”.

Santi Rodríguez, portavoz del PP, admitió que a lo largo de las jornadas de la comisión, se deduce que ha habido desvío de dinero que había ido a parar a bolsillos privados, pero también a la Fundación Ramon Trias Fargas. Y el portavoz del Grupo Mixto, Albert Rivera, fue más contundente. “No sé si esto es un circo mediático, pero leones, elefantes y payasos, tenemos”. Y a Millet le espetó: “Usted es un crack de la ingeniería social. Usted  fue un crac en leer cómo funciona la política catalana y la sociedad de la burguesía catalana. Ha sabido tener contento a todos”. Y fue especialmente duro cuando le acusó que toda la trama había funcionado “como una mafia a la catalana. La cuestión es la siguiente: ¿Usted es el capo o es uno más de la banda? ¿Quién es el capo? Tengo la sospecha de que usted no es el capo. Tengo la sopecha, de que algunos, por acción u omisión, han permitido que usted haya hecho lo que ha hecho”.