Los diputados del PSC confiesan en privado que esperaban una sentencia más dura

El presidente catalán, José Montilla, ha llamado a la movilización ciudadana contra el fallo del Tribunal Constitucional, mientras su partido lucha por liderar la defensa del Estatut en la sociedad catalana. Sin embargo, la indignación que los dirigentes del PSC expresan públicamente tiene poco que ver con el alivio que confiesan en privado, ya que, según reconocen a sus propios compañeros de filas en el Grupo Parlamentario Socialista, esperaban “una sentencia mucho más dura”.

“El PSC está en una situación muy complicada por la proximidad de las elecciones, lo más probable es que CiU acabe ganando por goleada y están tratando de revertir la situación”, señalaron fuentes socialistas. Esta presión electoral es la explicación que dan en el PSOE a la esquizofrenia que padecen sus colegas catalanes. Por un lado, los diputados del PSC en Madrid admiten que el fallo del Tribunal Constitucional ha sido mejor de lo esperado, y se muestran satisfechos por el resultado. Pero, por otro, se han embarcado en una defensa de la “dignidad” del pueblo catalán y de su identidad nacional.

Lo que la mayoría de los diputados catalanes sólo explican en privado, lo expresó ayer la ministra de Defensa, Carme Chacón, también dirigente del PSC y número dos por Barcelona en las listas al Congreso. Chacón se declaró “satisfecha” por el fallo, “después de tanto ataque y presión del PP, el Tribunal abre el telón y el Estatuto es muy mayoritariamente constitucional”. Un desmarque que fuentes socialistas interpretaron como una jugada personal de alguien que no quiere sustituir a Montilla tras la probable derrota electoral, sino continuar su ascenso en Madrid.  

Otra buena prueba de la contradicción que encierra el mensaje de los socialistas de Cataluña es el discurso que leyó Montilla el lunes tras conocer el fallo del Alto Tribunal. Durante la primera parte de su comparecencia, el president destacó que “la sentencia no ha dado la razón al Partido Popular”, y que “ninguno de los aspectos más fundamentales han sido anulados. El PP no ha conseguido su objetivo político”. No obstante, el resto del discurso estuvo lleno de ataques al Constitucionalidad: “No hay tribunal que pueda juzgar ni nuestros sentimientos ni nuestra voluntad. Somos una nación”.

Las críticas a los magistrados y la indignación por los recortes contrastaron con la posición oficial del Gobierno central, expresada esa misma tarde por María Teresa Fernández de la Vega, quien subrayó que se había respetado “prácticamente en su totalidad” el Estatuto. Fuentes del PSC consultadas por este diario aseguraron que el Gobierno y la Generalitat trataron de consensuar la tarde del lunes una única respuesta a la sentencia, pero la negociación fracasó. Montilla elaboró finalmente su propia reacción en clave electoral al margen de la vicepresidenta primera del Ejecutivo.

Se trata de un desencuentro más entre PSOE y PSC, formación que, según fuentes socialistas, ha escapado del control de Zapatero desde que Montilla asumió el liderazgo en Cataluña. Así lo ha demostrado el presidente catalán retrasando lo máximo posible la convocatoria de elecciones, pese a la urgencia del Gobierno central para que se despeje el horizonte en Cataluña y poder sumar a CiU como socio parlamentario en Madrid.

Candidato y presidente Montilla

Sin embargo, los roces entre PSOE y PSC no son tan graves como podrían dar a entender ciertas declaraciones. Ideas como que los diputados catalanes conformen un grupo parlamentario siguen estando muy lejos de hacerse realidad. A ello ha contribuido decisivamente que el fallo haya respetado la mayor parte del Estatuto, y que los artículos más afectados por el recorte, referentes al Poder Judicial autonómico, puedan ser recuperados tras la aprobación de una nueva ley orgánica en el Congreso.

Además, en el caso de la definición de Cataluña como nación, posible lema oficial de la manifestación ciudadana en defensa del Estatut, tanto PSC como CiU conocían de antemano que el preámbulo donde se recoge esta reivindicación carecía de eficacia jurídica, como recordó el Constitucional, razón por la que en el articulado se incluyó siempre el término “nacionalidad”.

Al margen de las valoraciones internas en el PSC, Montilla continuó ayer sus maniobras políticas en su doble papel de presidente de la Generalitat y de candidato. Según informó Efe, ayer habló telefónicamente con Zapatero para fijar un encuentro una vez que se conozca el contenido completo de la sentencia, y escenificó en el Parlament, junto a Artur Mas, la voluntad de PSC y CiU de luchar juntos para “defender la dignidad de Cataluña”.