El juez constata premeditación en el crimen machista de Villanueva de Gállego

El juez que investiga el caso del asesinato machista de Mari Carmen en Villanueva de Gállego (Zaragoza) el viernes pasado considera que existía en el presunto autor del crimen, su expareja, constancia no solo de amenazas previas, sino de un "comportamiento premeditado" de acabar con la vida de la víctima, aún en presencia del hijo de ambos, de seis años.

Así se pone de manifiesto en el auto del magistrado que ordena el ingreso en prisión del detenido, al que ha tenido acceso EFE este martes, y señala como evidencias del referido comportamiento premeditado el hecho de que portara un cuchillo en el momento en el que iba a entregar el niño a su madre para que pasara el fin de semana con ella.

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Resalta el magistrado que en el caso existen "importantes indicios" de la comisión de un delito de asesinato y de la autoría del detenido, Miguel Ángel S.C., el cual, destaca el auto judicial, ya había sido condenado por un delito de violencia contra la mujer.

Destaca, además, que, aunque en su comparecencia judicial el presunto asesino manifestó no recordar lo sucedido, sólo que envió al hijo a reunirse con su madre, en las diligencias de investigación llevadas a cabo por la Guardia Civil se recoge un primer reconocimiento de los hechos ante los agentes que intervinieron en la elaboración del atestado policial.

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El auto señala que la víctima falleció tras recibir una puñalada en el estómago con un cuchillo, y en presencia del hijo menor y común de ambos, sin que los servicios sanitarios pudieran hacer nada por evitar la muerte.

Para el magistrado, la elección del momento en que se produjo el crimen evidencia que, además de buscar la muerte de la víctima, aumentó de "forma inhumana" el sufrimiento de su propio hijo.

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"La valoración de las declaraciones practicadas lleva a la segura conclusión, siquiera de forma indiciaria, de la única y exclusiva participación en los hechos del ahora investigado y detenido que llevó a cabo la execrable acción por motivos de resentimiento, habiendo manifestado en su declaración haber sentido odio frente a la víctima por todo lo que le había hecho", sostiene el juez.

Fuentes judiciales han explicado a EFE que el detenido había llegado a un acuerdo con su expareja para asumir la custodia de hecho del menor, dado que ella carecía de los recursos suficientes para mantenerlo, y que la condena previa por violencia de género se había cancelado ya el pasado mes de diciembre.