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Los trabajos de una empresa de reforestación causaron la chispa que desató el incendio de Ateca
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aseguran haber cumplido con la normativa

Los trabajos de una empresa de reforestación causaron la chispa que desató el incendio de Ateca

El fuego ha arrasado ya más de 14.000 ha, ha obligado a desalojar a 1.700 personas de cinco pueblos y a cortar comunicaciones principales como la A-2, la N-II y el tren, que ya han sido reabiertas

Foto: Imagen del incendio activo en Ateca (Zaragoza) visto desde la localidad aragonesa. (EFE/Javier Cebollada)
Imagen del incendio activo en Ateca (Zaragoza) visto desde la localidad aragonesa. (EFE/Javier Cebollada)

En este caso, el cambio climático no ha sido el origen del fuego, aunque las manifestaciones de calor extremo que estamos sufriendo hayan podido agravarlo. El detonante del fuego de Ateca que ha devorado desde el lunes más de 14.000 hectáreas, pero que evoluciona favorablemente, fue una chispa de una excavadora que realizaba trabajos de restauración forestal para una empresa que tiene entre sus proyectos la compensación de emisiones de CO₂.

Ha sido la propia empresa responsable del proyecto, Land Life España, la que explicaba en un comunicado el origen del fuego, el pasado lunes 18, a la vez que ofrecía su cooperación a las autoridades y aseguraba que los trabajos que desarrolla en la finca de la Dehesa del Monegrillo, en los términos de Ateca y Bubierca, contaban con las autorizaciones pertinentes.

Cinco pueblos desalojados

Detrás quedan, de momento, más de 14.000 hectáreas arrasadas, cinco pueblos desalojados —Alhama de Aragón, Bubierca, Castejón de las Armas, Moros y Villaluenga—, otros en preaviso y varias comunicaciones principales cortadas, aunque la A-2 y la N-II ya han sido abiertas. Y, sobre todo, la pregunta de cómo es posible que, con una ola de calor como la que se sufre en España, esta empresa no hubiera paralizado sus trabajos. Más aún teniendo en cuenta que hace un mes ya se produjo un incendio en la misma zona, en el que se quemaron 20 hectáreas. Preguntas que siguen en el aire en uno de los mayores incendios que ha sufrido Aragón y que ya evoluciona de manera favorable, aunque sigue sin estar estable.

Land Life es una empresa de origen holandés que desarrolla proyectos de regeneración de superficies degradadas y de reforestación del monte para compensar las emisiones de CO₂ a la atmósfera, servicio que ofrecen a otras compañías, que pagan por ello, en lo que en argot medioambiental se denomina 'greenwashing', o 'lavado verde'.

Foto: Incendio forestal en el Parque Natural de O Invernadeiro, en Vilariño de Conso. (EFE/Brais Lorenzo)

En este caso, según consta en la propia web corporativa de la empresa, la finca objeto del proyecto tiene 500 hectáreas, donde una subcontratista realizaba los trabajos de repoblación que provocaron el incendio. El fuego se originaba el lunes a las cuatro de la tarde mientras hacían hoyos para plantar árboles. Aunque alertaron a las autoridades, las llamas se propagaron rápidamente y arrasaron miles de hectáreas de matorral, secanos y pinar, además de quemar varias casas de Moros, poner en riesgo el casco urbano y obligar a dejar sus viviendas a 1.700 vecinos de los cinco pueblos desalojados.

En la misma web se explica que la finca de la Dehesa del Monegrillo tiene un uso recreativo y cinegético y se describe como una superficie, en origen, formada “por rasos y sin apenas masas arboladas”. En el proyecto de intervención, fechado en 2020, preveían construir caminos para poder gestionar la finca y aplicar una repoblación forestal inspirada en las adyacentes y de acuerdo con las posibilidades del suelo. Ahora, todo es carbón, y vecinos y afectados por el incendio no se explican que una empresa especializada como esta haya corrido tanto riesgo y provocado dos incendios.

placeholder Miembros de la brigada helitransportada trabajan para sofocar el incendio declarado el pasado lunes en Ateca, Zaragoza. (EFE/Javier Cebollada)
Miembros de la brigada helitransportada trabajan para sofocar el incendio declarado el pasado lunes en Ateca, Zaragoza. (EFE/Javier Cebollada)

Land Life también desarrolla proyectos de repoblación forestal con el Gobierno de Aragón, según explica en la misma web corporativa. En 2020, intervinieron en 108 hectáreas en el Monte de Utilidad Pública “La Diezma”, de Grisel, donde han plantado 118.840 árboles, “lo que supone —aseguran— una captación de 20.748 toneladas de dióxido de carbono en 40 años”. En la temporada 2020-2021, preveían plantar 280.000 árboles, que “capturarán 54.792 toneladas de dióxido de carbono en 40 años”. Entre las ubicaciones destaca el Monte de Utilidad Pública 321 de Miedes de Aragón, donde plantarán 56.000 árboles en 76 hectáreas.

Comunicado de la empresa

En el comunicado que han hecho público, Land Life España asegura que “los trabajos de reforestación se estaban llevando a cabo de acuerdo con la normativa local y siguiendo estrictas medidas preventivas para hacer frente al aumento del riesgo por las condiciones extremas de sequía y calor. En Land Life estamos profundamente afectados por los acontecimientos y ofrecemos nuestra plena cooperación a las autoridades. Como empresa con la misión de restaurar tierras degradadas, vigilamos y estudiamos continuamente las medidas para mitigar cualquier riesgo para las personas y el entorno de nuestros proyectos. Analizaremos e investigaremos, tanto internamente como en colaboración con las autoridades locales, qué normas y formas de trabajo pueden aplicarse. Por el momento, suspendemos toda la preparación del terreno en las zonas con alto riesgo de incendio forestal. La seguridad de las comunidades locales y de las personas que trabajan en la restauración de la naturaleza es la primera prioridad”.

"Queremos destacar que el contratista, una empresa local con larga trayectoria en la zona, contaba con los permisos pertinentes expedidos por las autoridades locales y regionales. Hemos abierto una investigación para esclarecer lo sucedido y depurar responsabilidades. Tan pronto esta investigación arroje resultados, los pondremos en conocimiento de las autoridades y la opinión pública", cita el comunicado.

En este caso, el cambio climático no ha sido el origen del fuego, aunque las manifestaciones de calor extremo que estamos sufriendo hayan podido agravarlo. El detonante del fuego de Ateca que ha devorado desde el lunes más de 14.000 hectáreas, pero que evoluciona favorablemente, fue una chispa de una excavadora que realizaba trabajos de restauración forestal para una empresa que tiene entre sus proyectos la compensación de emisiones de CO₂.

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