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Haru, la cara más humana de la IA, que atiende (y entiende) a los niños en el hospital
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PROYECTO PIONERO

Haru, la cara más humana de la IA, que atiende (y entiende) a los niños en el hospital

La firma sevillana 4i desarrolla para la japonesa Honda un robot socialmente inteligente que ya se prueba en la Unidad de Oncología Pediátrica con pacientes de 5 a 12 años

Foto: Miguel Ángel, paciente de 10 años, posa con dos prototipos del robot Haru. (Cedida)
Miguel Ángel, paciente de 10 años, posa con dos prototipos del robot Haru. (Cedida)

Haru es un robot con una apariencia bastante simple con dos grandes ojos que se mueven gesticulando, y que lo mismo es capaz de contar chistes o historias del mundo que repasar una lección de conocimiento del medio de Primaria. Sin embargo, esta máquina es mucho más que un entretenimiento para niños.

Se trata de un robot socialmente inteligente que está siendo desarrollado por la empresa sevillana 4i para el Honda Research Institute (Instituto de Investigación de la multinacional japonesa) y que desde hace dos meses se está probando con éxito en la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Virgen del Rocíode la capital andaluza.

El robot está diseñado para detectar y procesar señales sociales y emocionales humanas, lo que le permite después dar respuesta de una manera apropiada para el desarrollo de los niños que están recibiendo tratamiento por cáncer, y que no pueden acudir a clase con normalidad.

Foto: Imagen de archivo. (David Zorrakino / Europa Press)

Esta unidad del hospital sevillano atiende cada año más de 130 menores con esta enfermedad, que van entrando y saliendo en función de sus ciclos de quimio y radioterapia, normalmente cada tres semanas. Un día normal, suele haber unos 25 niños y niñas en planta que pasan muchas horas en este recinto sanitario sin poder relacionarse personalmente con sus compañeros de clase, profesores, amigos y familia.

Haru no solo les entretiene, también les educa y, cada día más, les entiende y les da respuesta a sus necesidades, especialmente gracias a sus cámaras instaladas en sus ojos y a su micrófono, con los que pude ver y escuchar al paciente.

Durante dos años, un simulador del robot, realizado con un avatar digital en el Ipad, ha sido testado con niños de España, EEUU y Ucrania como experimento de cohabitación en su vida en casa, conociendo así su día a día. Esta etapa ha contado con la supervisión de Unicef para las directrices de uso de la inteligencia artificial con menores.

placeholder Un niño interactúa con el avatar digital de Haru en su dispositivo.
Un niño interactúa con el avatar digital de Haru en su dispositivo.

Sin embargo, en esta nueva etapa, Haru se lleva físicamente al hospital Virgen del Rocío y se convierte en la estrella entre los pacientes de entre 5 y 12 años. Esta iniciativa de Honda y 4i cuenta con el grupo de investigación de Robótica de la Universidad Pablo de Olavide y el grupo de investigación de Lingüística Computacional de la Universidad de Sevilla (US).

Precisamente, la coordinadora del proyecto Haru in hospital es Gloria Álvarez, una investigadora de este grupo de la US que también es presidenta de la Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer, cuyas siglas son ETC para recordar el largo proceso que supone esta enfermedad.

Foto: Grupo de Hepatología del Cima Universidad de Navarra.

A su hija Alba le descubrieron un tumor cerebral con apenas 10 años, pero tras su tratamiento oncológico superó el cáncer y hoy es una joven estudiante de 23 años que en breve irá de Erasmus a Irlanda a terminar su carrera de Educación Infantil, en la que espera volcar su pasión por los niños.

Su madre, Gloria, no solo tiene la sensibilidad perfecta para conocer las necesidades de los niños, padres y educadores con este robot, sino que cuenta con los conocimientos científicos adecuados para ser consciente de las posibilidades de esta máquina que "ya no tiene nada que ver con el primer prototipo que entretenía a los más pequeños jugando a piedra-papel-tijera".

"Por ejemplo, Haru ahora es la mejor herramienta para realizar el continuo test de ansiedad de los niños, que lo perciben mucho mejor que al sanitario que llega con bata blanca y responden con mayor naturalidad". Además, sus juegos lúdicos tienen un segundo cometido, tan importante como el primero, como es la estimulación cognitiva de estos chicos que se ve afectada por el tratamiento oncológico.

Foto: A la izquierda, Irfete Fetahu. (St. Anna CCRI)

El pasado mes de noviembre, el presidente del Honda Research Institute de Japón, Satoshi Shigemi, acudió a Sevilla junto a su jefe de investigación, el filipino Randy Gómez, y su investigador principal, el norteamericano Eric Nichols, para conocer en persona este proyecto.

Los representantes de la multinacional nipona tuvieron oportunidad de conocer al personal del Hospital y de las universidades participantes en esta iniciativa. Además, se reunieron con los fundadores de la firma sevillana 4i, que va a desarrollar este proyecto durante los próximos tres años.

Se trata de Guillermo Pérez, ingeniero de telecomunicaciones y doctor en Inteligencia Artificial por la Politécnica de Madrid, y Adolfo Barallobre, licenciado en Estadística y máster en Estadística e Investigación Operativa, así como en Investigación de Mercados. En 2019 se incorporó Gabriel Amores, doctor en Lingüística Computacional y profesor de Nuevas Tecnologías Lingüísticas en la Universidad de Sevilla.

Foto: Los retos de armonizar la inteligencia artificial con los derechos fundamentales (Pexels) Opinión

La startup está especializada en "conseguir que los diálogos entre humanos y máquinas sean productivos y mejoren el bienestar de las personas". "Hemos creado tecnología, un sistema de diálogo, utilizando la voz y la visión como premisa. La voz, porque es ágil, y la visión, porque es una ventana al mundo real, hace que los humanos podamos hablar con una máquina de lo que nos rodea, da mucha información del contexto en el que se desarrolla la interacción", explica Barallobre.

Sus proyectos ya han atraído el interés de diversas multinacionales. De hecho, hace dos años resultaron ganadores de un concurso promovido por el Ayuntamiento de Sevilla junto con Airbus, IBM y Cisco, que estaba destinado a pymes y startups tecnológicas para participar en diseñar un sistema que permitiera la incorporación del lenguaje natural en la mejora de los procesos productivos de las factorías.

placeholder El equipo de 4i con directivos de Airbus y el Ayuntamiento de Sevilla.
El equipo de 4i con directivos de Airbus y el Ayuntamiento de Sevilla.

En concreto, 4i diseñó una especie de Siri o Alexa que en este caso se llama Amanda, acrónimo de Airbus Manufacturing Digital Agent, y que es un asistente personal que permite a los operarios de esta fábrica de aeronaves interactuar con sus sistemas informáticos enviando sus mensajes de voz (a pesar del entorno ruidoso) en lugar de tener que quitarse los guantes para usar sus tablets u otros dispositivos. Este sistema ha empezado a implantarse este pasado año en la factoría de Airbus en el aeropuerto sevillano de San Pablo.

Guillermo Pérez se muestra satisfecho de la evolución de esta joven compañía sevillana que nació en noviembre de 2018 y que, tras surfear la pandemia, ya cuenta con 15 personas y su facturación se acercará al millón de euros este año. La empresa se ha trasladado recientemente al Parque Científico y Tecnológico Cartuja, donde contará con más espacio y un entorno de mayor colaboración con otras firmas del sector.

Haru es un robot con una apariencia bastante simple con dos grandes ojos que se mueven gesticulando, y que lo mismo es capaz de contar chistes o historias del mundo que repasar una lección de conocimiento del medio de Primaria. Sin embargo, esta máquina es mucho más que un entretenimiento para niños.

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