Juego de tronos para enseñar la Mezquita de Córdoba: un examen, pocos aprobados y una polémica abierta

"El relato de la historia es más importante que la propia historia", reflexiona José. Él es un jubilado malagueño. Ahora dedica su tiempo a viajar. “Estoy un poco preocupado, mi hijo me dijo el otro día que están acusando a los guías de la mezquita de estar sesgados por la Iglesia”, añade. En las últimas semanas, la plataforma ciudadana Mezquita-Catedral Patrimonio de Todxs ha denunciado ante la Junta de Andalucía un supuesto “control ideológico de la Iglesia” en el monumento histórico cordobés. A través de un escrito, se quejan de que el cabildo de Córdoba "impone un examen claramente ilegal y contrario al propio sistema de acreditación andaluz".

Para ser guía de la mezquita-catedral, lugar que está a cargo de la Iglesia, hay que superar una prueba impuesta por el cabildo, “siendo el único monumento del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz en el que hay que superar un examen independiente para ser guía”, apuntan desde la plataforma cordobesa. La polémica se ha convertido en la comidilla de los turistas.

José entra a la visita guiada. “A mi edad, prefiero que me cuenten la historia, no veo muy bien y me cuesta leer”, argumenta. Tras más de una hora de visita guiada, a la salida, tiene su veredicto. “No creo que haya un sesgo en favor de la Iglesia en el relato de los guías. No lo he sentido para nada así. Veo la historia bien contada”. Sin embargo, remarca también: “A pesar de que sea propiedad de la Iglesia, tampoco veo necesario que el cabildo tenga que imponer un examen propio para quienes quieran ser guías en la mezquita-catedral. Es un filtro innecesario. Si una persona con su autorización pertinente en Andalucía para hacer visitas guiadas no necesita hacer una prueba adicional para la Alhambra, ¿por qué sí para la mezquita?”.

¿En qué consiste la queja de Mezquita-Catedral Patrimonio de Todxs? En un plano general, afirman que "la Iglesia católica mantiene desde hace años un privilegio para implantar su control ideológico sobre los informadores turísticos de la Mezquita-Catedral de Córdoba a través de un examen especial, que no se pide en ningún otro monumento inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz".

En el texto remitido a la Junta de Andalucía, sube el tono contra el Obispado de Córdoba acusándolo de mantener “un férreo control ideológico desde hace décadas sobre los guías de turismo, favoreciendo el dominio de un relato sesgado y manipulador”. Y ante ello pide que el Ejecutivo andaluz tome cartas en el asunto para prohibir el examen que habilita ser guía en dicho lugar.

Entre los guías de la mezquita-catedral reina la normalidad y difieren de las acusaciones. “Hacemos nuestro trabajo con toda la objetividad del mundo y con una preparación de conocimiento de la historia increíble”, expone una de las guías, tras ser preguntada por la polémica que envuelve estas semanas a su trabajo. “Tenemos mucho estudio detrás. Cuando pasé mis oposiciones para poder ejercer mi labor en la mezquita, no noté ningún sesgo ni nada parecido”, argumenta otro de los guías a la salida de una de sus visitas guiadas.

La razón de la queja iniciada por la plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de Todxs es que “este ha sido un año en el que se han convocado oposiciones para ser guía en este monumento tras un tiempo”, y apunta otra de las guías consultadas que el descontento “va más bien porque únicamente han aprobado unas 40 personas de unas 200 que se han presentado”, y remarca: “Por eso toda esta agitación, no por ningún control ideológico ni historias”.

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EFE

Según se ha dado a conocer, la queja interpuesta por la asociación ciudadana por “falta de transparencia y desigualdad en el criterio de decisión” del examen impuesto por la Iglesia para ser guía en la mezquita está siendo estudiada por la Junta de Andalucía. Por su parte, desde el cabildo de Córdoba no han querido hacer declaraciones al respecto.

El examen de la discordia

El objeto de debate no es otro que la prueba que obliga a pasar el cabildo de Córdoba para poder realizar visitas guiadas en la joya de la ciudad califal. Único lugar del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz en el que un guía con el carné andaluz no puede realizar visitas guiadas, a no ser que pase esa oposición extra.

¿Cómo es el examen, en qué consiste? Una de las guías de la mezquita, que ha pasado por él, lo expone. “Son dos pruebas, una escrita y otra oral. La escrita no da pie a la confusión o ningún tipo de subjetividad por el corrector, son preguntas que sabes o no sabes. Y, por otro lado, está el oral, en el que tienes que responder ante un tribunal. Este sí que da más pie a la subjetividad del examinador. Según caigas más en gracia al examinador en tu explicación, me da la sensación de que te puntuará mejor o peor. Pero independientemente de ello, no creo que haya una manipulación como tal de la Iglesia en el examen”.

"La prueba la diseñan licenciados en Historia e Historia del Arte de la Universidad de Córdoba"

¿Cuál es el contenido de la prueba, se centra únicamente en la mezquita-catedral? “El test que hay que pasar, tanto el oral como el escrito, lo rigen preguntas de historia o historia del arte tanto de la mezquita-catedral como del resto del patrimonio de Andalucía”, responde la guía.

¿El examen lo diseña íntegramente la Iglesia? “Para nada”, sostiene la misma encargada de visitas guiadas al monumento. “La prueba la diseñan y la hacen licenciados en Historia e Historia del Arte de la Universidad de Córdoba y allí mismo se llevan a cabo los exámenes. Lo hacen personas muy preparadas”.

"Estupendamente explicado": los turistas no ven polémica

Los paraguas rojos y blancos se distinguen fácilmente en el Patio de los Naranjos. Ubicados frente a las taquillas de acceso al interior de la mezquita —habitualmente usados para protegerse del sol más que de la lluvia—, sobre los que se lee la inscripción "visitas guiadas" revelan a simple vista dónde esperan los guías a los turistas para los tours. Con ellos hay que hablar para unirte a un grupo y recibir la visita guiada. Entramos al interior del monumento.

“Un Frankenstein arquitectónico”. Así define el guía designado lo que depara la visita. “Es un lugar histórico donde confluyen diferentes etapas de la historia, remodelaciones y culturas. Es sin duda de los lugares más bellos del mundo”, expone en su alegato inicial. El acompañamiento dentro del edificio dura algo más de hora y cuarto. La explicación histórica abarca desde el origen del lugar con la basílica visigoda de San Vicente hasta su conversión a catedral. Sin embargo, el grueso de la visita está centrado en las diferentes etapas musulmanas de la mezquita, “obviamente, ya que es el principal patrimonio artístico y arquitectónico que hizo del lugar uno de los más importantes de todo el mundo en su momento”, según indica el guía.

“Está estupendamente explicado. Pensaba que iban a minusvalorar un poco la historia islámica e incluso que le iban a dar bastante peso a la zona de la catedral. Pero, para nada, casi todo el recorrido ha sido un explicativo de la cultura musulmana y cómo este lugar fue un epicentro religioso”, opina Josefa, que junto a su marido ha salido de una de las visitas guiadas.

Son muchos los turistas preguntados por la polémica que hay en torno a los guías. “No hay ningún adoctrinamiento”, es la respuesta que da una inmensa mayoría de los visitantes. “A la hora de explicar conceptos musulmanes, se hace referencia a conceptos católicos para facilitar la comprensión, eso sí”, indica Jesús, que ha terminado su visita guiada, pero sigue vagando por el interior del monumento. “Por ejemplo, hablan del mihrab y dicen que es algo que se asemeja a lo que los cristianos tenemos como sagrario”, cuenta, pero también apunta que “pese a la comparación, salvan las distancias y explican por supuesto muy bien las diferencias”. Además, “es normal que hagan esas comparaciones, la cultura española es principalmente cristiana y esas cosas facilitan la comprensión a la mayoría”, finaliza.

"Diría que es de los guías más preparados que hemos visto, daba gusto escucharle"

“Terminamos la visita guiada y nos quedamos hablando con el muchacho que nos guio casi una hora más”, cuenta un matrimonio de ancianos catalanes. “Nos dijo que no nos preocupásemos, que él tenía tiempo y que nos podía resolver cualquier duda”, argumenta Julián, el marido. “Nosotros teníamos muchas preguntas sobre la cultura musulmana y su arquitectura. Nos respondió a todas las preguntas que le hicimos, y además nos explicó todo muy bien. Y por muy pesados que fuimos, siempre nos puso buena cara. Diría que es de los guías más preparados que hemos visto, daba gusto escucharle”, cuenta María José, antes de un último apunte de su marido: “Y mira que nosotros viajamos y gastamos en visitas guiadas. Aquí ha sido una grata experiencia”.