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En Sevilla, los chavales dejan los cromos de fútbol por las vírgenes y cristos de Holy Cards
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Ya han vendido 25.000 álbumes

En Sevilla, los chavales dejan los cromos de fútbol por las vírgenes y cristos de Holy Cards

Una empresa sevillana, con el aval del Consejo de Hermandades y con un fin solidario, lanza un coleccionable pensado para atraer a los niños a la Semana Santa hispalense tras dos años de pandemia

Foto: El album de Holy Cards junto con algunos sobres y las cartas que se intercambian. (Cedida/Holy Cards)
El album de Holy Cards junto con algunos sobres y las cartas que se intercambian. (Cedida/Holy Cards)

La pandemia de covid dejó, entre otras muchas cosas, dos años en blanco en la Semana Santa de Sevilla. Ni durante la Guerra Civil hubo dos años sin cofradías. De hecho, solo ocurrió en 1933. Casi un siglo después, el virus dejó a los pasos en sus iglesias y a los más pequeños sin saber distinguir un crucificado de un cautivo. José Carlos Ramos Picchi se dio cuenta cuando, ya en 2022, sus dos pequeños de cinco y siete años se pasaron toda la Semana Santa "perdidos". Y a este sevillano se le ocurrió que podía utilizar su mismo lenguaje para atraerlos a una tradición que él conoció de pequeño. El resultado son las Holy Cards, una colección de cromos que ya ha vendido 25.000 álbumes con las imágenes que procesionarán por las calles de la capital andaluza a partir del próximo Domingo de Ramos y que los niños se intercambian igual que hacen con los fichajes de LaLiga cada verano.

"La niña estaba coleccionando las estampas de Pokémon y el niño unas de fútbol, y se me ocurrió que era la manera de engancharlos", cuenta este empresario y periodista, que recuerda cómo hace más de 20 años ya hubo una colección de cromos adhesivos con motivos cofrades. Ahora son tarjetas y tienen códigos QR detrás con información sobre las hermandades, sus imágenes, el hábito y el escudo. En total, son 558 cartas que se lanzaron el 18 de diciembre con idea de llegar a la campaña de Navidad. Vendieron 10.000 en 10 días, por lo que tuvieron que sacar una nueva tirada con otros 15.000 ejemplares.

Foto: Aglomeración de personas al paso de la Esperanza Macarena, en la calle Resolana. (EFE/Raúl Caro)

Ramos Picchi era consciente de que, para poner en marcha su idea, necesitaba el aval de las 60 corporaciones que procesionan entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección en Sevilla. No es baladí, ya que imágenes como Jesús del Gran Poder o la Esperanza Macarena están registradas por las hermandades y tienen derechos de imagen. El Consejo de Hermandades y Cofradías, la agrupación de todas estas entidades, dio luz verde, pero el ideólogo de Holy Cards necesitó el permiso explícito de las 60 instituciones. "A cambio de ese consentimiento, las hermandades venden el álbum y los sobres y el dinero que obtienen se queda para su bolsa de caridad", relata el empresario, que ha impulsado el proyecto junto a su socio, el gaditano Javier Ayala.

placeholder Una de las quedadas para intercambiarse Holy Cards organizadas en los últimos meses. (Cedida/Holy Cards)
Una de las quedadas para intercambiarse Holy Cards organizadas en los últimos meses. (Cedida/Holy Cards)

Además, las Holy Cards se venden en su página web y están disponibles en los centros de El Corte Inglés en Sevilla. Pero no solo han llegado a la capital hispalense, ya que hay pedidos de Barcelona, Madrid, Burgos, Salamanca, Galicia y, sobre todo, del resto de Andalucía, donde la estética de la Semana Santa hispalense tiene cada vez más influencia. Lo que más llama la atención de Ramos Picchi es la capacidad de convocatoria que han tenido en las distintas "holyquedadas", 16 reuniones convocadas por la empresa o por las hermandades para que los niños puedan intercambiarse los cromos. Y los no tan niños, admite el organizador de estos eventos. "A la primera se presentaron 400 personas y a la última fueron 1.000", relata el empresario sevillano.

"La Borriquita no la tenía", admite un niño en una cuenta de TikTok cuyos vídeos se han viralizado ante la extrañeza de que haya en Sevilla chavales que cambian cromos de la Esperanza de Triana o del Cachorro en lugar de estampas de Borja Iglesias o de Ivan Rakitić. No sería de extrañar que el futbolista del Sevilla FC le haya comprado a sus hijas cromos de Holy Cards, ya que el croata está casado con una sevillana y participa activamente de las tradiciones de la ciudad, hasta el punto de que se ha vestido de costalero con la hermandad del barrio de su familia política, Pino Montano.

La sorpresa que muestra la cuenta de Twitter que ha viralizado esta colección de cartas cofrades no es tal en Sevilla, donde las hermandades son un importante vehículo de socialización, también para los jóvenes. Las corporaciones cuentan habitualmente con un grupo joven que se involucra en la vida diaria de la hermandad. "Muchas veces, se creen que somos un grupo de ermitaños, pero tenemos una actividad muy movida", cuenta Emmanuel Neiva, que ha participado en este grupo en la Hermandad de San Benito, que procesiona el Martes Santo.

En los grupos jóvenes de las hermandades se combina la formación religiosa con la socialización

"El objetivo es fomentar la fe y ser mejor cristiano, pero también socializamos", cuenta este joven de 22 años que estudia Relaciones Laborales y Recursos Humanos en la Universidad de Sevilla. "Que la gente no se piense que somos gente rara, pero nos gusta vivir nuestra hermandad de cerca, no desde lejos", abunda Nieva, que alude a las formaciones que realizan sobre temas de actualidad o las convivencias entre grupos de distintas corporaciones. "Mis padres no son muy cofrades, pero yo sabía que había gente joven, y un amigo me avisó, fui a una reunión y me gustó el ambiente", apunta este sevillano en un relato más que habitual en una ciudad donde más de 60.000 personas (casi el 10% de la población de la capital) salen de nazareno cada año en una procesión.

La pandemia de covid dejó, entre otras muchas cosas, dos años en blanco en la Semana Santa de Sevilla. Ni durante la Guerra Civil hubo dos años sin cofradías. De hecho, solo ocurrió en 1933. Casi un siglo después, el virus dejó a los pasos en sus iglesias y a los más pequeños sin saber distinguir un crucificado de un cautivo. José Carlos Ramos Picchi se dio cuenta cuando, ya en 2022, sus dos pequeños de cinco y siete años se pasaron toda la Semana Santa "perdidos". Y a este sevillano se le ocurrió que podía utilizar su mismo lenguaje para atraerlos a una tradición que él conoció de pequeño. El resultado son las Holy Cards, una colección de cromos que ya ha vendido 25.000 álbumes con las imágenes que procesionarán por las calles de la capital andaluza a partir del próximo Domingo de Ramos y que los niños se intercambian igual que hacen con los fichajes de LaLiga cada verano.

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