Cervezas Gran Vía gana a Cruzcampo en los tribunales: no hubo suplantación
Heineken denunció a la compañía de Alcalá de Guadaíra por un supuesto intento de estafa. Le acusó de manipular los tiradores de la popular marca para servir a través de ellos su producto
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El objetivo: suplantar (supuestamente) la cerveza Cruzcampo. El método: usar los tiradores de la popular marca sevillana con barriles de otra firma, Gran Vía. El plan fue desbaratado por la Guardia Civil justo en el momento en el que varios bares de de Sevilla estaban poniendo a prueba la estratagema, según publicó Abc el pasado junio, pero finalmente la aparente estafa ha quedado en nada. El Juzgado de Instrucción número 18 de la capital andaluza ha dictado un auto por el que archiva la denuncia que interpuso Heineken, propietaria de Cruzcampo, contra varios responsables de la segunda marca.
Cervezas Sevilla ha informado a través de un comunicado que el Juzgado ha dictado el "el sobreseimiento libre para todos los investigados" al considerar "infundada" la denuncia. La nota remarca que "no consta indicio" de que los dueños de los locales supuestamente implicados actuarán con "ánimo de, prolongadamente, suministrar cerveza Gran Vía haciéndola pasar por Cerveza Cruzcampo o Heineken".
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Heineken sostuvo que los responsables de Cervezas Gran Vía, una firma de Alcalá de Guadaíra, habrían incitado a los dueños de ocho locales de Sevilla a "manipular" los tiradores de Cruzcampo para "servir en ellos su producto" y no Cruzcampo. Sin embargo, el juzgado ha resuelto que los hosteleros usaron los tiradores a modo de prueba. "No hubo vulneración penal de la propiedad industrial ni ánimo de lucro ilícito, sino, como se describe en el auto, un ánimo lícito: captar clientes en el marco de la competitividad comercial".
La nota además apunta que Heineken no habría trasladado ni al juzgado ni a la Guardia Civil una serie de datos técnicos que sí aportó la otra parte para demostrar que "ni los conectores ni los tiradores son objeto de patente ni de uso exclusivo y excluyente de Heineken España". Por todo ello, la nota señala que el juzgado ha decidido el sobreseimiento de la causa. Cervezas Gran Vía además sostiene que con su denuncia la multinacional buscaba "dañar la reputación" de la pequeña firma e impedir la libertad de mercado.
Cervezas Gran Vía
La compañía, radicada en el municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra, tiene capacidad para producir más de 20 millones de litros cerveza al año y cerca de 1.000 establecimientos sirven sus productos. No obstante, este no ha sido el único escándolo judicial en el que se ha visto envuelta de una u otra forma la firma. También el pasado mes de junio, otro juzgado sevillano, según informaba eldiario.es admitía a trámite una querella.
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Este segundo proceso se dirigía contra varios inversores en el marco de la pugna por la toma del control de la firma bajo acusaciones de estafa, delito societario por imposición de acuerdos abusivos así como descubrimiento y revelación de secretos.
El objetivo: suplantar (supuestamente) la cerveza Cruzcampo. El método: usar los tiradores de la popular marca sevillana con barriles de otra firma, Gran Vía. El plan fue desbaratado por la Guardia Civil justo en el momento en el que varios bares de de Sevilla estaban poniendo a prueba la estratagema, según publicó Abc el pasado junio, pero finalmente la aparente estafa ha quedado en nada. El Juzgado de Instrucción número 18 de la capital andaluza ha dictado un auto por el que archiva la denuncia que interpuso Heineken, propietaria de Cruzcampo, contra varios responsables de la segunda marca.