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‘Piña colada’ de cocaína: coco y piña para ocultar alijos procedentes de Colombia
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DETENIDOS EN MÁLAGA Y VALENCIA

‘Piña colada’ de cocaína: coco y piña para ocultar alijos procedentes de Colombia

Desmantelada una organización que importaba productos alimenticios como tapadera para introducir partidas de droga. Aprehendidos casi 750 kilos de coca que habrían proporcionado 28 millones de euros a los narcos

Foto: Los 750 kilos de cocaína intervenidos en esta operación. (EC)
Los 750 kilos de cocaína intervenidos en esta operación. (EC)

Sólo les faltaba un chorreón de ron y un puñado de hielo picado para poder hacer una refrescante piñacolada, si no fuese porque en su receta incluían un ‘ingrediente’ que podría reportarles hasta 28 millones de euros: un alijo de 750 kilos de cocaína procedente de Colombia que entró a través del puerto de Málaga. Una operación de narcotráfico para la que se empleó una empresa ‘fantasma’ que importaba grandes cantidades de sustrato de coco y piñas para supuestamente ocultar la droga. Cinco personas, dos malagueños considerados muy peligrosos, dos italianos y una chica rumana, al frente de una sociedad de Valencia vinculada a la trama, han sido detenidos en esta importante intervención de los Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) de la Costa del Sol, Galicia y Levante y la Agencia Tributaria.

La Policía Nacional informó de que la investigación arrancó el pasado mes de julio, cuando los agentes recibieron informaciones de la autoridades colombianas que alertaban de la llegada al recinto portuario malagueño de un contenedor procedente de este país cargado de sustrato de coco. Entre esta mercancía legal, presuntamente, se ocultaba una partida de cocaína.

Foto: Bananas.

Las primeras indagaciones otorgaron verosimilitud a la hipótesis de que se hubiese tejido un entramado para el tráfico de drogas internacional: la organización contaba con una red logística que incluía distintos puntos de introducción y distribución de mercancía y, tanto la empresa importadora desde España, como las personas vinculadas a ella, tenían un amplio historial relacionado con el tráfico de drogas.

Dos de los investigados eran unos malagueños que, según los definieron fuentes próximas al caso consultadas por este periódico, son “más malos que la quina” y que supuestamente obedecían órdenes de italianos y colombianos.

El contenedor llegó al puerto de Málaga a finales de julio, aunque no fue hasta 20 días después cuando los investigados lo recogieron y trasladaron hasta unas instalaciones que habían alquilado en Alhaurín de la Torre (Málaga). En la fachada de la nave habían colgado un cartel en el que constaban datos ficticios, ya que ni el nombre, ni el NIF, ni el teléfono figuraban en ningún banco de datos oficial. No obstante, la firma estaba “legalmente constituida”, intentaban dar una apariencia de actividad normal para no levantar sospechas y había un ‘empleado’ que todos los días hacía el paripé. “Llegaba, se ponía un mono y se daba algún paseo con el ‘torito’. Pero poca actividad más”, recuerdan las citadas fuentes.

Se baraja que parte del sustrato de coco llevara impregnado cocaína para ocultarla

Las vigilancias se extendieron en el verano y fue en el mes de agosto cuando los agentes observaron cómo un centenar de sacos de sustrato de coco era de nuevo cargado y transportado para su posterior abandono en un vertedero de la localidad murciana de Molina de Segura. Una de las líneas de investigación más plausibles es que la droga podía venir impregnada en este producto, pero únicamente algunos de los sacos contenía la sustancia estupefaciente. Aunque también se baraja la hipótesis de que estaban realizando pruebas para comprobar la viabilidad de la ruta, sobre todo después de que en septiembre repitieran la maniobra, pero en esta ocasión la mercancía no pasó por el almacén y fue llevada directamente al mencionado basurero.

La operación se precipitó a principios de noviembre, cuando los responsables del caso observaron que unos operarios que se encontraban en la nave vigilada manipulaban unas cajas que al parecer contenían piñas tropicales. Ante el pálpito de que la mercancía podía esconder un alijo, se estableció un dispositivo conjunto de ambos cuerpos y se accedió a las instalaciones. Estaban en lo cierto, porque ante ellos, a la vista, se toparon con “numerosas bolsas de color negro que en su interior contenían paquetes de clorhidrato de cocaína”. En total, 683 que arrojaron un peso total de 747,60 kilos de esta droga.

placeholder Cajas en las que habían sido transportada la droga y las bolsas en las que iba a viajar de nuevo. (EC)
Cajas en las que habían sido transportada la droga y las bolsas en las que iba a viajar de nuevo. (EC)

Tapado con un mantel

El cargamento, curiosamente, no había sido escondido a conciencia durante su transporte. “Estaba en el fondo, como si fuese una segunda base de las cajas marrones en las que se apilaban las piñas, y tapado con una especie de manteles”, señalaron fuentes cercanas a la investigación, que añadieron que se podía detectar fácilmente cuáles llevaban droga.

Durante la intervención fue detenido un individuo -con un amplio historial delictivo- que se encontraba extrayendo los paquetes de las piñas, así como al camionero que había transportado la fruta hasta la nave. Sin embargo, otro de los investigados, logró huir y actualmente se encuentra en busca y captura.

Foto: El espectacular alijo incautado durante la inspección portuaria. (Policía de Ecuador)

En una segunda fase de la operación, se procedió a la detención de los administradores y gestores de las sociedades instrumentales que utilizaba la organización para introducir la cocaína en España. Una de estas personas es un mujer de origen rumano.

Asimismo, se solicitó una orden internacional de detención de una tercera persona implicada: un individuo de origen italiano que se situaría en la cúspide de la pirámide jerárquica de la organización.

La investigación patrimonial permitió identificar los bienes y ganancias procedentes de la actividad delictiva, pese al intento de ocultación de estos bienes por parte de los implicados. Los agentes estiman que la droga incautada habría proporcionado a los narcos unos beneficios próximos a los 28 millones de euros.

La operación sigue abierta y se trata de capturar a otros implicados, entre ellos, a uno de los líderes

La operación, en la que también participaron los Greco de Galicia y Levante, conllevó tres registros en la Comunidad Valenciana, fruto de los cuales se intervinieron más de 35.000 euros en efectivo. Asimismo, se localizó numerosa documentación, cuyo análisis podría acreditar la existencia de otros posibles delitos cometidos por la organización desarticulada, como el blanqueo de capitales.

Hasta el momento, los agentes han detenido a cinco personas –dos ciudadanos españoles, dos italianos y una mujer de nacionalidad rumana-, si bien no se descartan futuras detenciones.

300 agentes en una nueva operación en el Campo de Gibraltar

La lucha contra el narcotráfico no para. Este miércoles era la Guardia Civil quien asestaba un nuevo golpe a esta actividad delictiva en distintos puntos de la Campo de Gibraltar. Fuentes de este cuerpo señalaron que aproximadamente 300 agentes se desplegaron desde la madrugada en una operación contra una organización dedicada al tráfico de drogas.

La intervención tuvo como escenarios varias localidades de la comarca gibraltareña y la Janda, en las que se llevaron a cabo decenas de registros.

En el operativo participaron agentes de las comandancias de Cádiz y Algeciras, así como efectivos del OCON Sur -Órgano de Coordinación Contra el Narcotráfico-, del Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (Crain), del Grupo de Acción Rápida (GAR) y del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS).

Sólo les faltaba un chorreón de ron y un puñado de hielo picado para poder hacer una refrescante piñacolada, si no fuese porque en su receta incluían un ‘ingrediente’ que podría reportarles hasta 28 millones de euros: un alijo de 750 kilos de cocaína procedente de Colombia que entró a través del puerto de Málaga. Una operación de narcotráfico para la que se empleó una empresa ‘fantasma’ que importaba grandes cantidades de sustrato de coco y piñas para supuestamente ocultar la droga. Cinco personas, dos malagueños considerados muy peligrosos, dos italianos y una chica rumana, al frente de una sociedad de Valencia vinculada a la trama, han sido detenidos en esta importante intervención de los Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) de la Costa del Sol, Galicia y Levante y la Agencia Tributaria.

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