El cómplice de El Melillero que lanzó el ácido: "Él miró a su ex y se rio"

Se llama Juan José Guillen aunque le conocen por 'El Poti'. Es el hombre que arrojó el ácido a Sandra, exnovia de 'El Melillero', y Cristina, amiga de esta, el pasado 12 de enero en Cártama (Málaga). Ante la juez que investiga el caso comenzó su declaración así: "Estoy muy arrepentido, yo en ningún momento quería hacer eso. Me he visto obligado y amenazado por 'El Melillero'". Su Señoría le escucha y continúa lanzándole de forma incisiva y quirúrgica una larga batería de preguntas:

Jueza: ¿Cómo conoce a José Arcadio, 'El Melillero'?

Juan José: Pues un día de fiesta, me lo presentó un amigo que había conocido en la cárcel. Nos fuimos a una casa de mujeres en Calahonda.

Jueza: ¿De qué?

Juan José: Una casa de putas, hablando claro, con perdón de la palabra.

A partir de ese instante cuenta como José Arcadio le entregó medio kilo de cocaína para vender y que adquirió una deuda enorme con él porque se lo esnifó entero. Para pagar su deuda, le exigió que arrojase el ácido contra su exnovia: "Estuvimos en el lugar del ataque un día antes y me dio un producto. Yo no sabía lo que era. Me entregó un bote negro y me dijo: 'Tienes que echarle esto a estas muchachas'. Me enseñó una foto. Yo me senté en el banco, discutí con él. No era capaz de hacer eso".

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Jueza: Y cuando le dice usted a 'El Melillero' que no puede hacer eso...

Juan José: Nos pusimos a discutir. Que me iba a matar. Me puso la pistola, me dijo que lo hiciera en el momento ese y yo no quería hacerlo.

Jueza: ¿Le amenazó tanto a usted como a su familia?

Juan José: Sí. Que me iba a quitar del medio primero a mí y después a mi familia si no hacía algo.

Jueza: Al día siguiente sí lo hizo, ¿no?

Juan José: Lo tuve que hacer, sí. Me apuntó con la pistola. En fin, fue todo muy rápido. Ni sabía que era ácido, ni me fijé si las ventanas bajadas porque yo bajé del coche, cerré los ojos y se lo lancé. En ningún momento quería hacerles daño a las muchachas. Al terminar le dije que nos fuéramos y él se quedó allí mirando a las chicas, riéndose...

"Yo bajé del coche, cerré los ojos y se lo lancé. No quería hacer daño"

Durante su declaración el autor material de la agresión no paró de excusarse; incluso de llorar: "Yo me tenía que haber dejado [matar]. Y así a mí no me hubiese pasado nada. Y todo esto se hubiese arreglado. Estaría muerto y ya está. Lo hice sabiendo que está mal, yo no soy así, le voy a pedir perdón diez mil millones de veces, me voy a comer la condena que usted me eche. Yo he hecho esto obligado. Y ahora tengo miedo. Porque tiene mucho dinero. Mucho dinero. Tiene mucho dinero. Se dedica a cosas y tiene dinero. Yo tengo mucho miedo, la verdad. Él todavía me quiere matar. Me quiere matar de verdad. Estoy asustado. Estoy muy mal, no quiero declarar más. Me van a hacer daño. Está pagando a gente para que me hagan daño".