Incautan tres toneladas de hachís y detienen a 36 personas entre Málaga y Cádiz

La Guardia Civil ha desmantelado una organización criminal que introducía y distribuía grandes cantidades de hachís por las costas de Málaga y Cádiz. La 'Operación Impasible' ha servido para detener a sus 36 componentes, además de incautarse de 3.150 kilogramos de hachís, una embarcación y 11 vehículos, seis de ellos robados, así como sistemas de telecomunicaciones de última generación.

En marzo de 2020, agentes de la Guardia Civil comenzaron una investigación al detectar una embarcación no identificada navegando frente a la Costa de Manilva, en la provincia de Málaga. Tras establecer un dispositivo de seguimiento que permitió su intercepción, los agentes intervinieron en dicha embarcación cinco fardos de hachís con un peso aproximado de 150 kilos, además de un todoterreno. Por todo ello, se detuvo a 21 personas.

Con la información obtenida a raíz de este operativo, los investigadores consiguen intervenir a continuación en Estepona otros 42 fardos de hachís con 1.260 kilogramos, una operación que se salda con tres detenidos. Además, en la localidad gaditana de Barbate, se lleva a cabo otro dispositivo en el que se intervienen 55 fardos de hachís con 1.650 kilogramos, además de detener a siete personas y hacerse con tres vehículos y numerosos dispositivos electrónicos.

Organización desarticulada

Una vez que los investigadores lograron identificar a todos los miembros de esta organización, la Guardia Civil procedió a detener a otros cinco componentes de la banda, quedando ésta completamente desarticulada. En total, tal y como informa la Benemérita a través de un comunicado, han sido 36 las personas detenidas en el transcurso de toda la investigación.

Hay 36 detenidos y se intervinieron 3.150 kilos de hachís, una embarcación y 11 vehículos

Esta organización estaba altamente especializada y jerarquizada, manteniendo el jefe de este grupo criminal a un lugarteniente en cada provincia donde operaban. Los componentes de esta organización tomaban numerosas medidas de seguridad, restringiendo el uso de comunicaciones privadas para no verse sorprendidos.

Además, utilizaban vehículos lanzadera para los desplazamientos, vehículos como señuelo para interponerse entre los vehículos policiales y otros vehículos para el traslado específico de la droga. En estos últimos, todos todoterrenos de la misma marca, llevaban instalados varios dispositivos para proyectar polvo contraincendios a los vehículos policiales en caso de huida.