Siete madres eligen en secreto 'el Judas' que se quema cada año en Coripe

Son las madres de los niños del último curso de Secundaria en el Colegio Irippo de Coripe (Sevilla) las que deciden en secreto quién es el personaje que se quema cada año. Ellas organizan la fiesta como una manera de recaudar fondos para un viaje de fin de curso de sus hijos. Nada de política ni de decisión municipal ni de la Junta de Andalucía, como han denunciado los independentistas catalanes.

Una de las madres, Chari, explica a El Confidencial el cariño y la ilusión con la que preparan una fiesta que se convierte en uno de los días de celebración y convivencia más grandes del pueblo. “Os invitamos a todos a venir porque si no se conoce no puede entenderse”, narra en una mañana de micrófonos y cámaras que no esperaban. Fueron seis o siete madres de los 13 niños que acaban segundo de ESO —y que harán un viaje antes de cursar el próximo año en el instituto del vecino pueblo de Montellano— las que decidieron que este año le iba a tocar a Carles Puigdemont. El expresidente catalán se salvó el año anterior en el último momento porque las madres se sintieron conmocionadas por el asesinato del pequeño Gabriel Cruz.

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Este año, no hubo ni dudas ni debates. Las madres más implicadas en la organización tuvieron claro que le tocaría al expresidente fugado. El resto de padres ni siquiera sabe la identidad de quien va a ser quemado cada año en la plaza del pueblo. Tampoco lo conoce el ayuntamiento. “Se intenta preservar el secreto porque es la tradición”, explica Chari, totalmente ajena a las consecuencias políticas de una fiesta que tiene más de un siglo y por la que ha pasado todo tipo de personajes, desde Rodrigo Rato a Felipe González, Tony Blair, José María Aznar, Iñaki Urdangarin, Bárbara Rey o Eva Sannum. También Miguel Carcaño, asesino de Marta del Castillo, o el pequeño Nicolás. Hasta que no enfilan la calle camino de la plaza, el pueblo no sabe la identidad del Judas que toca ese año.

El ayuntamiento delega en los padres la organización de la fiesta que acaba con el Judas colgado en una higuera y ardiendo tras un disparo de fogueo. Desde el Gobierno andaluz, explican que no tienen nada que ver en el festejo. Las imágenes de uniformes con el logo de la Junta de Andalucía corresponden a la Policía Local del municipio, que tiene este símbolo rotulado en los chalecos. Igualmente, el coche que aparece en las imágenes tiene el escudo del Gobierno autonómico y corresponde a la guardia municipal, aunque desde 2009 un decreto informa de que no tienen ya que portar ese símbolo. No hay participación de la Junta, como han denunciado los independentistas catalanes indignados con esta fiesta.

El muñeco lo cosen y arreglan las mismas madres de los alumnos del último curso del colegio del pueblo. Sobre un armazón de hierro cosen las ropas y caricaturizan al ‘Judas’, en una tradición de quema que se repite en otros pueblos, sobre todo de la Sierra de Huelva. Ninguna de las madres pensó que esto iba a tener tanta repercusión. “Se busca alguien que represente el mal y pensamos que este señor que se fugó hizo mal a España y a Cataluña. No hay nada más”, explica Chari, que insiste en que por favor se explique bien el contexto de la fiesta. Se elige a alguien que haya hecho “un mal a la sociedad”.

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Hacen también una recreación de un huerto donde los niños del pueblo juegan y colaboran, venden claveles para sacar fondos y se pone una barra con música que se extiende hasta las nueve de la noche. Es “el día grande” de esta localidad sevillana, acuden vecinos de pueblos cercanos e iguala a la romería que en pocos días también acogerá el municipio.

La denuncia archivada

El alcalde de Coripe, Antonio Pérez, lleva desde el domingo atendiendo también a los medios y dando explicaciones. No le pilla de nuevas, aunque siempre el revuelo mediático para quienes llevan viendo 100 años la misma fiesta sorprende. Es una “broma, una sátira, una parodia”, explica el regidor socialista, que insiste en que nadie odia a los catalanes ni el pueblo tiene nada en contra de Cataluña.

El año pasado ya se armó un buen lío que acabó en los tribunales de Justicia. El Movimiento Contra la Intolerancia denunció la celebración de la fiesta de “la quema del Judas” que reproducía en ese caso a Ana Julia Quezada, autora confesa del crimen del pequeño Gabriel. En este caso, la denuncia iba acompañada de insultos como “a tomar por culo la negra” o “que sufra por perra y mala”. Tras acudir a declarar el alcalde y la concejala de fiestas, la Fiscalía, “examinada la denuncia”, decidió el archivo de las diligencias. El decreto de archivo, solicitado por El Confidencial y con fecha de 7 de junio de 2018, resalta que “son los padres de los alumnos de Segundo de ESO del colegio público de la localidad quienes, en votación secreta y no reglada, eligen y elaboran el muñeco”.

El Movimiento Contra la Intolerancia denunció la celebración de la fiesta de “la quema del Judas” que reproducía en ese caso a Ana Julia Quezada

“No es costumbre, ni parte de la fiesta, insultar al personaje que represente, sino simplemente quemarlo”. El elegido “representa el mal”, en contraposición al Cristo Resucitado que minutos antes recorre el pueblo en procesión. En el ambigú que se monta por los padres, se recauda dinero para el viaje de fin de curso, incide también el escrito de la Fiscalía que decidió archivar la denuncia del pasado año.

Se trata de una celebración que se repite en otros puntos de España y que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2011 por la Junta de Andalucía.

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El escrito de la Fiscalía admite que el pasado año las imágenes difundidas podrían atentar contra la sensibilidad por el parecido del muñeco con la asesina del pequeño de Almería y por insultos que se oyeron de “marcado carácter racista y misógino”. No obstante, deja claro que no es posible identificar a los autores de esos insultos que expresan “indignación y frustración de manera poco correcta”. Incide además en una circunstancia que no se daría este año, y es que considera la Fiscalía que se extralimitaron en la elección del Judas por ser, en el caso de Ana Julia Quezada, “al seleccionar una persona privada cuya trascendencia pública no ha sido buscada por la misma más allá de su propia responsabilidad criminal, que deberá determinar el tribunal competente”.

La Fiscalía recuerda además en el archivo de diligencias que la fiesta se tendría que regular y controlar por real decreto. En esta ocasión, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha comunicado que denunciará la quema de Puigdemont.