Griñán evita el cuerpo a cuerpo con Arenas para no debatir sobre corrupción

Más que para poner al electorado ante el espejo de una realidad que en Andalucía viene marcada por los casos de corrupción, la campaña electoral ha servido de bálsamo para un presidente Griñán que ha huido en todo momento del debate sobre los EREs irregulares, el nepotismo y los abusos denunciados por el líder de la oposición. Mientras Javier Arenas recorre el territorio andaluz cada día con un papel distinto en la mano como prueba de un caso de irregularidad, Griñán ha sabido doblar por la esquina contraria de la geografía evitando el cuerpo a cuerpo con su adversario.

“La Junta está ocultando la verdad sobre los EREs y negándolo todo para poder llegar al 22-M”, asegura Arenas ante la imposibilidad de enganchar a Griñán al debate de la corrupción. Y Griñán le contesta que “es un vendedor de crece pelos”. Mientras tanto, algunos de los principales implicados en el caso de los EREs, como José Antonio Viera, ex consejero de Empleo y secretario provincial del PSOE de Sevilla, sigue subiéndose a los escenarios de los mítines con la tranquilidad de quien ve en el ruido de la campaña un paréntesis en la tensión de las acusaciones que estudia la juez Mercedes Alaya.

El muerto que estaba vivo

A la sombra de la campaña, sin embargo, están creciendo todo tipo de sospechas y suspicacias relacionadas con los EREs. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, está convencido de que la Junta hace trampas porque no remite a la juez todos los expedientes de los EREs muertos, es decir, los ya pagados, y entiende esta supuesta maniobra como una manera de obstaculizar la investigación. El consejero de Empleo, Manuel Recio, le responde con un baile de cifras sobre los muertos, y la juez pide auxilio jurisdiccional al Ministerio de Economía para investigar las pólizas irregulares ante el temor de que el asunto se demore hasta el día del juicio final.

En cualquier caso, ni siquiera el recurso de la juez al ministerio es previsible que ofrezca garantías de seguridad dado lo ocurrido con el propio Javier Arenas. Desde el PP se ha hecho público que tanto el líder del PP como su esposa, Macarena Olivencia, han solicitado el borrador para hacer la declaración de Hacienda. Y la respuesta de la Agencia Tributaria, para sorpresa general, ha sido darlos por muertos. Esta decisión de la Agencia podría ser un respiro para quien quisiera librarse del fisco. Sin embargo, tanto Arenas como su esposa van a denunciar el caso, aunque sea para asegurarse de que siguen vivos.

Regeneración para los indignados

La corrupción no ha entrado en el debate electoral con todas sus consecuencias, y los EREs se deslizan a la sombra de la campaña con la esperanza de que Mercedes Alaya se mantenga firme frente a los avatares del destino. Cerrado temporalmente este frente, el PP ha decidido traducir la carga de la corrupción en  “indignación” para conectar de alguna manera con la gente de la revuelta, que en Andalucía tiene escasa presencia incluso en Sevilla.

En el PP de Arenas están convencidos de que la base de la reivindicación de los “indignaos” es la regeneración política -lucha contra la corrupción- y el empleo. Y estos van a ser los dos motivos sobre los que graviten las horas finales de una campaña que hoy cuenta en Sevilla con la presencia de Mariano Rajoy.