Roca pierde los papeles y se encara con su abogada en pleno juicio del ‘caso Malaya’

Juan Antonio Roca mostró este miércoles durante el juicio por el caso Malaya una imagen a la que la sala no está acostumbrada: se puso de pie para encararse con su propia abogada. La defensa del cerebro de la trama de corrupción quería argumentar que la investigación sobre su cliente se inició antes de que el juez lo ordenara y que la Policía consiguió los números de teléfonos que fueron pinchados de manera irregular. Sin embargo, el juez Godino declaró nula esta nueva prueba y Roca montó en cólera.

La letrada Rocío Amigo detalló unas conversaciones entre mandos policiales en las que mostraban su intención de 'pinchar' el teléfono de la teniente de alcalde marbellí, Isabel García Marcos. Esta afirmación provocó expectación en la sala al tratarse de una prueba desconocida hasta el momento. Amigo estaba utilizando unas conversaciones intervenidas a policías que formaban parte de otro procedimiento judicial y que en su momento habían sido declaradas nulas por el Tribunal Supremo.

La polémica por la prueba llegó a tal extremo que el juez Godino tuvo que hacer un receso para deliberar en privado con sus compañeros del Tribunal. Todos esperaban impacientes la resolución del magistrado. Cuando éste la tuvo, entró en la sala y con gran solemnidad sentenció que "una prueba no puede ser nula para un procesado y válida para otro, aunque sea otro proceso”. Los abogados de los acusados estaban a favor de esta prueba, mientras que el Fiscal y los letrados del Ayuntamiento de Marbella y de la Junta mostraron su disconformidad.

‘Puente’ para los imputados

La última sesión de abril será recordada por letrados y jueces como una de las más movidas del proceso. Hasta el 9 de mayo, los imputados no volverán a ocupar sus asientos en la Ciudad de la Justicia. Después de las vacaciones de Semana Santa, ahora tienen otros diez días de puente. Un abogado de la acusación bromeaba este miércoles con los días de asueto: “Con tanto acueducto, no vamos a terminar nunca este juicio. Peor que en la época de los Romanos“. La letrada de Roca no quiso hacer declaraciones a este diario. 

Una vez más, su particular espada de Damocles con el tema de las escuchas no funcionó a pesar de que las pruebas versaban sobre conversaciones policiales internas. La obcecación de Amigo en este tema, obedece a que la abogada quiere llegar de nuevo a que “es ilegal que la Policía investigara a Roca antes de que se lo ordenara el juez instructor”. Amigo no admite que se investigara por cohecho a Juan Antonio Roca cuando se desprendían por las pruebas solo imputaciones por delitos contra la ordenación del territorio, prevaricación y tráfico de influencias.

“Torres nos pidió absoluta discreción”

El inspector jefe de la Udyco, que ha sido interrogado estos días en el juicio que se sigue en Málaga, ha dejado muy claro que el cerebro de la operación Malaya, a pesar de no representar ningún cargo en el Ayuntamiento de Marbella, era el que controlaba de manera “absoluta” todo el urbanismo de la ciudad desde su despacho en la empresa municipal Planeamiento 2000. Éste fue el punto de partida de la investigación. Desde que el juez tuvo claro tal extremo, puso a trabajar a un equipo de investigadores que se dedicaron a tirar del hilo de una madeja que ha llegado a sentar a mas de cien imputados en el banquillo por la trama de corrupción urbanística mas importante en España.

Llama la atención en el relato el sigilo con que se abordó toda la trama. “El juez Miguel Ángel Torres nos citó a una reunión en su despacho, por lo especial de la investigación. Era sábado. Nos pidió especial discreción por la complejidad del asunto y nos dio en mano el mandamiento de investigación en el que iba adjunta la declaración de Jorge González, en la que éste hablaba del poder de Roca en el Ayuntamiento”.