La guerra de Libia activa el movimiento contra las bases de Rota y Morón

La guerra de Libia y la intervención de España en el conflicto ha activado la oposición de colectivos sociales y organizaciones políticas a las bases de Rota y Morón, despertando un antiamericanismo que parecía declinar después de 25 años de marchas anuales contra estos establecimientos militares. La operación contra Gadafi llegará al Parlamento andaluz esta semana, de la mano de Sánchez Gordillo, diputado de IU, que hace años mantuvo relaciones con el régimen a través del Sindicato de Obreros del Campo.

 

Los movimientos pacifistas han encontrado en la guerra de Libia un nuevo pretexto para potenciar la ofensiva contra las bases estadounidenses en Andalucía. Ya el pasado mes de noviembre, el líder de IU, Diego Valderas, aprovechó la 25 edición de la marcha a Rota para anunciar que su formación, que apoya a la Plataforma Andaluza contra las Bases Militares, estaba decidida a potenciar este movimiento para cuestionar la presencia de tropas españolas en Afganistán.

La guerra de Libia ha vuelto a concentrar a manifestantes a las puertas de la Base de Rota, pero el debate va a llegar incluso al Parlamento andaluz. El diputado Sánchez Gordillo preguntará esta semana al Gobierno de Griñán por la intervención de España en Libia. Esta iniciativa no pasaría de ser un asunto protocolario si no fuera porque este diputado, como dirigente del Sindicato de Obreros del Campo, defendió en su día el régimen de Gadafi e, incluso, mantuvo relaciones con él en el seno de la particular manera de entender el movimiento de izquierdas por parte del coronel libio.

En busca de los desencantados con Zapatero

El recurso al antimilitarismo con acciones contra la presencia norteamericana en suelo andaluz promete ser un activo electoral en IU de cara a los próximos comicios. IU es consciente de que el electorado que apoyó a Zapatero contra la guerra de Irak está hoy desencantado, después de la escalada belicista del presidente, primero en Afganistán y ahora en Libia, y en él se encuentra un granero de votos susceptible de ser captado por la coalición en una comunidad como la andaluza donde la formación de Diego Valderas tiene posibilidades de gobernar en coalición con el PSOE, si el PP de Javier Arenas no consigue la mayoría absoluta que ya le conceden las encuestas.

La idea de IU es potenciar la edición de la marcha a Rota que se va a celebrar este año, con la que se cumplen el 26 aniversario de este tipo de manifestaciones. El propio Valderas, que encabezó la pasada marcha contra las bases, ha asegurado que la próxima edición tendrá que ser multitudinaria para “defender la soberanía del territorio andaluz sobre las bases militares, tal y como recoge el Estatuto”. El colectivo que promueve la marcha contra las bases es variopinto y va desde organizaciones comunistas a ecologistas, pasando por algunos grupos marroquíes defensores de los derechos humanos. La principal fuerza presente e influyente en las protestas es IU, que encuentra aquí un pretexto para evidenciar las contradicciones del PSOE en el campo del pacifismo.

El componente ecologista, sin embargo, ha sido en gran parte neutralizado por el PSOE, después de que Los Verdes firmaran en 2000 y 2004 acuerdos para integrarse en las listas electorales socialistas, en las que llegó a conseguir escaño Francisco Garrido, líder de este colectivo, dejando en manos de Ecologistas en Acción la bandera ecopacifista. Se trataba de romper la estrategia de IU de concentrar bajo sus siglas los movimientos sociales a la izquierda del PSOE, que ahora pretende revitalizar Diego Valderas, una vez que Zapatero le da la espalda a quienes apostaron por él empujados por las consecuencias de la guerra de Irak y el impacto que en España tuvo el atentado del 11-M.