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Roca a Pedro Román: “A ver si el que va a dudar ahora de mi declaración soy yo”
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CONTESTA CON DESCARO A JUECES, LETRADOS E IMPUTADOS

Roca a Pedro Román: “A ver si el que va a dudar ahora de mi declaración soy yo”

Roca se ha aprendido el sumario de Malaya mejor que el nombre de los Reyes Godos. Más que en un banquillo parece que está sentado en

Foto: Roca a Pedro Román: “A ver si el que va a dudar ahora de mi declaración soy yo”
Roca a Pedro Román: “A ver si el que va a dudar ahora de mi declaración soy yo”

Roca se ha aprendido el sumario de Malaya mejor que el nombre de los Reyes Godos. Más que en un banquillo parece que está sentado en un trono desde el que dirige las actuaciones de la sala como si aún fuese dueño del feudo de Marbella. Así lo ha demostrado en la segunda sesión del caso ‘Crucero Banús’. En su comparecencia, el ex asesor de urbanismo ha hecho alarde de sus precisos conocimientos de las providencias judiciales, corrigiendo en todo momento a los miembros de la sala.

 

Con frases como “usted no se entera” o “está mostrando un gran desconocimiento de lo que habla”, el presunto cerebro de la trama de corrupción Marbella, Juan Antonio Roca, dejó muy claro con sus declaraciones que sabe defenderse por sí solo. Su alocución de hoy fue del mismo tono que la de la primera jornada: “El urbanismo en Marbella lo dirigía Gil y Julián Muñoz solo se limitó a firmar el convenio cuando el alcalde lo llamó”.Durante sus declaraciones, Roca no se separa ni un momento de su portátil.

 

Su obsesión por el orden le hace llevar una carpeta sincronizada con los datos de su ordenador. Conoce cada párrafo del sumario y él mismo sugiere qué folios deben salir en las pantallas. Para la vista de ayer fue a juego en camisa y corbata con el mobiliario de la  sala: los azules le dan suerte.A preguntas de las defensas, Roca insistió en que el papel de Muñoz fue “ir a firmar cuando lo llamó el alcalde.

 

El señor alcalde nunca firmaba nada”. Así volvió al tema sobre el convenio 'Crucero Banús’ y reiteró que fue “una imposición” de Jesús Gil, quien decidió elevar el exceso de aprovechamientos del Ayuntamiento en el que conservó “los mismos metros de edificabilidad que en el pactado anteriormente con el primer propietario”.

 

Aseguró que “a Román se le exigió más 50% del exceso de aprovechamiento en ese convenio, precisamente por ser Román, porque Gil no quería que se viera como trato de favor. Lo que sí quiso dejar claro es que él nunca intervino en la concesión de la licencia que posteriormente obtuvo el promotor granadino José Ávila Rojas para la construcción de viviendas en los terrenos de Crucero Banús, que había adquirido previamente a la sociedad suiza Lispag, en el que Pedro Román, Juan Germán Hoffmann, Florencio San Agapito y el propio Roca eran socios.

 

Sobre el dinero opaco

 

Roca ha vuelto ha insistir en que participó en la operación con dinero opaco para el erario público español, en concreto con la entrega a Pedro Román de cuatro cheques en moneda extranjera de un banco americano y que procedían de la venta de la sociedad Altos de Guadalmina. “A mí me dijeron que la operación se había habilitado con una sociedad en Suiza y por eso yo me incorporo a ella con ese dinero extranjero. No he tenido intención de defraudar a Hacienda”.El pago de unos cheques a Pedro Román por la participación de Roca en el 15% del negocio de ‘Crucero Banús’ provocó las iras de Roca.

 

A preguntas del abogado que representa al Ayuntamiento de Marbella, Alberto Peláez, Roca le volvió a repetir hasta en tres ocasiones la procedencia y el modo de pago de uno de los cheques con los que había surgido un problema y, con mucha ironía, le fue describiendo al abogado la dinámica bancaria en esos casos. La insistencia del abogado, que no se daba por satisfecho con estas explicaciones, irritaron aún más a Roca: “Señor letrado: se lo explico por cuarta vez”.

 

En este momento, el presidente del tribunal, José Godino, ante la falta de entendimiento entre Roca y Peláez, pidió a Pedro Román que se aproximara al banquillo de los acusados para que aclarase el asunto del famoso cheque.

 

Careos infructuosos

 

"Quien tripulaba, quien controlaba el negocio, era Román, el socio mayoritario", dijo Roca. La confusión de los imputados cuando Godino impuso el careo repentino entre Juan Antonio Roca y Pedro Román se dejó notar. A preguntas del letrado Peláez sobre el cheque de Roca, Román dijo que "no me acuerdo muy bien, puede que me entregara tres cheques grandes que se ingresaron en la cuenta para la compra, y el otro pequeño". Román, sentado detrás de Roca, se achicó cuando este último le recriminó "a ver si el que voy a dudar ahora soy yo". Acto seguido, Pedro Román aclaró el malentendido sin titubear puntualizando que el ex asesor urbanístico "pagó hasta la última peseta".

 

Roca siempre mantuvo en sus declaraciones que le hizo entrega de cuatro talones. No obstante, sólo consta el ingreso de tres talones en una cuenta bancaria suiza.Por su parte, Hoffman también adujo que tiene "muy claro" que Roca aportó su cantidad correspondiente.

 

Gil fue alcalde sin mi voto

 

A preguntas del letrado de Andrés Leitor, Raúl Núñez, Roca, que en todo momento parece dirigir los interrogatorios, se permitió hasta contar anécdotas de Gil: “No he militado nunca en el Gil  y hasta el propio Jesús siempre decía: soy alcalde por cualquiera menos por Roca”. Aclaró también que nunca ha  fue funcionario del Ayuntamiento, “ni he militado en el partido”, y que su puesto era el de gerente por Planeamiento 2000. “Solo eso”.

 

Al final de la mañana, cuando el presidente de la sala, José Godino, pidió a Roca que se levantase para dar paso a la declaración del tasador José Mora, se levantó con sus botellas de agua mineral en la mano e increpó al Juez: “¿Pero mañana empieza usted por mí? ¿No?”. A lo que el juez le contestó que sí. Su abogada Rocío Amigo iniciará mañana miércoles el interrogatorio sobre todas las cuestiones en las que basa su defensa el ex asesor de urbanismo.

Roca se ha aprendido el sumario de Malaya mejor que el nombre de los Reyes Godos. Más que en un banquillo parece que está sentado en un trono desde el que dirige las actuaciones de la sala como si aún fuese dueño del feudo de Marbella. Así lo ha demostrado en la segunda sesión del caso ‘Crucero Banús’. En su comparecencia, el ex asesor de urbanismo ha hecho alarde de sus precisos conocimientos de las providencias judiciales, corrigiendo en todo momento a los miembros de la sala.

Caso Malaya Declaración de la Renta