Sean Connery pierde un contrato millonario con Rolex por su mala imagen en el ‘caso Goldfinger’

Sean Connery pedirá daños y perjuicios por “los daños que le está ocasionando su imputación en la Operación Goldfinger”. El Confidencial ha sabido de fuentes cercanas a los Connery que el actor perdió la semana pasada la campaña de la firma de relojes Rolex, después de que los directivos de la firma consideraran que su imagen no era la adecuada debido a su imputación judicial en la Operación Goldfinger. El juez Ricardo Puyol acusa a Sean Connery y a su mujer de “graves delitos” tipificados como malversación de caudales públicos, prevaricación, tráfico de influencias y fraude, así como blanqueo de capitales.  

 

El instructor ha dado a los Connery treinta días para abonar 3,3 millones de fianza por su imputación en el caso sobre el convenio de la finca Malibú. Los letrados del matrimonio la han recurrido. Según ha sabido este diario de fuentes de la investigación, “el actor está haciendo caso omiso a  las determinaciones que el juez está marcándole en el caso”. La impunidad le viene dada por su actual residencia en Nassau, la capital del paraíso fiscal que es Bahamas. Si en el plazo de treinta días no abona la fianza, el juez formalizará una petición de búsqueda a instancias internacionales para que Sean Connery y Micheline Roquebrune comparezcan en el Juzgado número 1 de Marbella.

El Tribunal de Cuentas cifra en más de 2,7 millones de euros el supuesto perjuicio a las arcas municipales por las actuaciones urbanísticas que desembocaron en la construcción de los 72 inmuebles de lujo que conforman el complejo Malibú. El magistrado mantiene que el despacho de letrados ha participado en la creación de un entramado instrumental en el que se dan cita las mercantiles By The Sea SL y Malibú SA, de la que fueron administradores solidarios Connery y su esposa.

Es por eso que el magistrado ha fijado la cuantía de la fianza en más de 3,3 millones de euros en concepto de responsabilidad civil por su imputación en el caso sobre el convenio de la finca Malibú. El Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella investiga en esta causa las presuntas irregularidades en la operación urbanística sobre los terrenos del actor escocés. La polémica sobre la imputación del intérprete ha transcendido a todos los foros internacionales y su imagen, según los abogados del actor, “se ha visto dañada considerablemente”.

Los Rolex han sido siempre parte del equipamiento del agente secreto. Incluso Ian Fleming diseñó en su novela a un agente 007 con reloj. En el servicio secreto de su majestad, Bond utiliza su Rolex como nudillo-plumero. Cuando pasó de la novela a la película, el reloj fue mostrado por Sean Connery. En 'Dr. No', al actor se le ve claramente usar un Rolex Submariner. El código 007 y el reloj Rolex siempre han ido de la mano. Es por eso que la marca le había ofrecido que apareciese en una próxima campaña como imagen internacional.

Registros en despachos de abogados

La pesadilla de los Connery empezó el  pasado mes de mayo cuando el juez instructor, Ricardo Puyol, procedió a su imputación. La actuación policial incluyó los registros de los despachos en Marbella y Madrid del bufete de abogados Díaz-Bastién y Truán, para los que el magistrado no ha establecido ningún tipo de fianza. Varios de sus integrantes también se encuentran imputados en este procedimiento, que ya suma una veintena de encausados. Entre ellos, Julián Muñoz y Juan Antonio Roca. Estos tendrán que responder el próximo día 9 ante el juez.

Según consta en el auto, el complejo inmobiliario Malibú se asienta sobre tres convenios urbanísticos “en los cuales no se respeta la legalidad vigente”. El primero se remonta a enero de 2000 y fue firmado por el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz y la sociedad Malibú, mientras que los dos restantes, el último de ellos en 2003, fueron suscritos por By The Sea también con Julián Muñoz.

Las tres operaciones urbanísticas contemplaron un incremento de edificabilidad en los terrenos y ninguna de ellas pasó por pleno o comisión de gobierno. Tal y como ya informó este periódico, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1986 permitía construir solo cinco viviendas unifamiliares en la Finca Malibú. Para los investigadores, el beneficio generado en la venta de pisos se sitúa muy por encima de esa cantidad, dado que superaron los 53 millones de euros.

El administrador y promotor de la empresa By The Sea, también imputado y para el que el juez Ricardo Puyol ha pedido una fianza de 4 millones de euros, superior a la de Sean Connery, ha solicitado al magistrado un careo el próximo día 9 de julio con el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz y Juan Antonio Roca, “para que todo se esclarezca, ya que el imputado asegura no conocer personalmente a estas dos personas”.

Según el auto, la empresa By The Sea se configura como una mercantil opaca participada inicialmente por sociedades residentes en paraísos fiscales. Los agentes de la Udyco mantienen que los beneficios se han ido retirando conforme se iban vendiendo los inmuebles.