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Investigan presuntas violaciones a menores en una iglesia evangélica de Madrid
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Al menos cinco niños implicados

Investigan presuntas violaciones a menores en una iglesia evangélica de Madrid

Un responsable del centro fue detenido en octubre y la Policía ha tomado declaración a varias familias. Al menos un niño contó que el arrestado le hizo hasta cinco felaciones

Foto: El investigado junto a varios niños de la iglesia evangélica.
El investigado junto a varios niños de la iglesia evangélica.
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La Policía Nacional y un Juzgado de Alcorcón investigan varias denuncias presentadas contra un responsable de una iglesia evangélica de Madrid por violar presuntamente a menores de edad. El acusado, Juan Francisco G.I., fue detenido en octubre y en la causa constan conversaciones con los menores que se quedaban a su cargo en el centro religioso cuando sus padres asistían al culto. Uno de ellos le dijo a su madre que esta persona le había realizado hasta cinco felaciones y que también quiso penetrarle.

"Fran es gay", le soltó el niño a su madre una tarde de octubre del año pasado. Cuando ella le preguntó por qué decía eso de su responsable en la iglesia, el menor le contó la agresión sexual: "Fran me tocaba, mami, me chupó el pene". Así consta en la documentación del caso a la que ha tenido acceso El Confidencial. Tras la confesión, se echó en brazos de su madre y comenzó a llorar y a temblar. Le preguntaron si hubo penetración, pero el niño dijo que no: "No porque yo nunca me dejé. Me decía que sí, pero yo nunca me dejé".

El centro en torno al que sucedieron los hechos es la Iglesia Fuente de Vida ubicada en Móstoles (Madrid) y la mayoría de los miembros proceden de Honduras. Es una congregación con múltiples sedes a nivel internacional. La primera denuncia se registró el 5 de octubre en Alcorcón. El caso ha sacudido a esta comunidad religiosa. La madre del menor que relató las felaciones acudió a la comisaría a denunciar que su hijo, de apenas 7 años de edad, había sido víctima de una violación por parte de este responsable que se había ganado la confianza de la familia.

Juan Francisco G.I. era un habitual de las reuniones de esta familia, llegada hace varios años a España. Le invitaban a festividades como cumpleaños, Navidades o celebraciones religiosas en su domicilio. Según la denuncia, el presunto agresor era especialmente atento con el niño. Siempre estaba alrededor suyo o le agasajaba con regalos y se instalaba juegos en su móvil para que jugase con él y de ese modo captar su atención.

"Relató que el denunciado le mandaba fotos a su hijo, pero no puede saber su contenido porque las envió para que solo se puediesen ver una vez"

De hecho, según lo que cuenta el niño, la primera agresión sexual pudo tener lugar en el propio domicilio familiar el pasado verano. Aprovechando que la madre se había ido a acostar a su otra hija pequeña, el acusado se quedó en el salón y cogió una manta bajo la cual realizó una felación. La familia no sabe el día exacto en el que ocurrieron los hechos, pero afirman a la Policía que tuvo que ser en agosto porque el niño recuerda que ese mismo día el investigado le regaló una bicicleta.

Otro de los comportamientos que investiga la Policía es la actividad a través de mensajes de móvil del sospechoso. El menor que dijo haber sido agredido sexualmente tenía teléfono móvil. Su madre declaró haber revisado sus conversaciones y a preguntas de los agentes relató que el denunciado le mandaba fotografías a su hijo, pero no puede saber su contenido porque las envío de manera que solo se pueden visualizar una vez.

Fotos a cambio de dinero

En la causa consta un parte de lesiones del niño en el que citó a otros tres compañeros, también menores, que pudieron haber sido víctimas de agresiones sexuales por la misma persona que presuntamente le violó a él. Además, los investigadores amplían sus pesquisas a un quinto menor que le relató a su madre otro episodio vivido con el arrestado. Según le manifestó, en una ocasión este hombre le toqueteó las piernas, luego le dijo que era muy bonita la hebilla de su pantalón y acercó su mano a los genitales, aunque sin llegar a tocarle en esa parte del cuerpo.

Este menor ha vuelto a prestar declaración recientemente. Narra que el acusado le ofreció a través de un perfil falso en Instagram una consola Play Station 5 a cambio de fotos sin camiseta. A través de ese perfil falso, el investigado se hacía pasar por otro menor de 13 años. En esas conversaciones, también le propuso hacer "cosas distintas" entre hombres a cambio de 50 euros, según fuentes del caso. Esto constituye un presunto delito adicional de pornografía infantil. Los investigadores no descartan que aparezcan más denuncias.

Narra que el acusado le ofreció a través de un perfil falso en Instagram una consola Play Station 5 a cambio de fotos sin camiseta

Juan Francisco G.I. compaginaba su actividad en la iglesia evangélica con un empleo en una empresa de telefonía. Según la primera denuncia, tenía trato y atenciones similares con otros menores que acudían a la sede de esta comunidad. La primera madre que acudió a la policía contó que otras familias detectaron comportamientos extraños, pero nunca denunciaron los hechos y se limitaron a apartar a sus hijos de este individuo.

Las pesquisas recayeron sobre la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) que inició sus averiguaciones. Juan Francisco G.I. fue arrestado días varios después y le intervinieron el teléfono móvil, un Samsung Galaxy A50. Los agentes solicitaron permiso para acceder a su contenido al Juzgado de Instrucción número 6 de Alcorcón. Desde entonces, son varias las familias que han prestado declaración en la causa en los últimos meses. Todos los menores están siendo representados por el despacho Wizner & Co, que ha declinado hacer declaraciones a este periódico.

Unos padres acudieron a su domicilio

Otra madre que ha declarado ante la Policía afirma que el investigado se quedaba en una sala con los niños para enseñarles la palabra de Dios mientras los padres asistían al culto con el resto de los adultos. Esta mujer contó que también a su hijo le hacía regalos como una camiseta del Barça o un futbolín, pero que a partir de cierto momento dejaron de aceptarlos. Recordó ante la Policía que en una ocasión llamó por teléfono y preguntó si podía llevarse a su hijo un fin de semana a una piscina en Arroyomolinos (Madrid) en la que supuestamente trabajaba.

No solo no le dejaron al niño, sino que en casa instruyeron al menor para que se alejase de Juan Francisco. En otra ocasión, la madre descubrió que el investigado mantenía contacto con su hijo a través de los mensajes privados de Instagram. La mujer detectó un intercambio en el que, al final, el mayor de edad le pedía al niño que borrase la conversación. La madre y su marido acudieron al domicilio del investigado a pedirle explicaciones, pero él se quedó callado.

"En el entorno de la comunidad religiosa cada vez llamaba más la atención la actitud demasiado cariñosa de esta persona con los niños"

En el entorno de la comunidad religiosa cada vez llamaba más la atención la actitud demasiado cariñosa de esta persona con los niños. Juan Francisco I.G. se encuentra en la actualidad en libertad provisional mientras avanza la investigación. Tras su arresto se acogió a su derecho a no declarar. Tan solo tiene una orden de alejamiento de los niños que han relatado sus experiencias con él, aunque las fuentes consultadas aseguran que sigue ejerciendo como responsable en otro centro religioso evangélico. La detención de esta persona ha generado un debate interno entre los responsables de la Iglesia Fuente de Vida. La mayoría de ellos adoptó la postura de mantener en secreto los hechos denunciados.

El niño que relató haber sufrido las felaciones de este adulto está siendo atendido en el Centro CIASI, que pertenece al Instituto Madrileño del Menor y la Familia, de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales. Cuentan con especialistas para casos de agresiones sexuales a menores de edad.

La Policía Nacional y un Juzgado de Alcorcón investigan varias denuncias presentadas contra un responsable de una iglesia evangélica de Madrid por violar presuntamente a menores de edad. El acusado, Juan Francisco G.I., fue detenido en octubre y en la causa constan conversaciones con los menores que se quedaban a su cargo en el centro religioso cuando sus padres asistían al culto. Uno de ellos le dijo a su madre que esta persona le había realizado hasta cinco felaciones y que también quiso penetrarle.

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