Feijóo ataca el "fariseísmo" de Sánchez con Bildu: "O se ha vuelto facha, o no tiene vergüenza"

El PP cierra la campaña en Euskadi con el anhelo de ser "decisivo" el domingo y aportar "aire fresco" en el nuevo gobierno vasco y que no se convierta en un "corralito abertzale". Los populares han escogido Vitoria para poner punto y final a la caravana electoral. Y no en cualquier ubicación. Alberto Núñez Feijóo y Javier de Andrés, acompañados de otros altos cargos del PP vasco como Iñaki Oyarzábal o Esther Martínez, han puesto el broche en el polideportivo Sansomendi, un lugar talismán para el PP donde ya cerraron otras campañas regionales presidentes como José María Aznar.

Feijóo ha insistido en el mensaje en el que ha basado el sprint final de la campaña vasca: atizar tanto a PNV como a PSOE por "alimentar" a Bildu gracias a sus acuerdos en la arena nacional. "Ahora tienen miedo del monstruo que han alimentado", agitaba. El líder del PP se lanzó una vez más a exprimir especialmente las contradicciones de Sánchez con los abertzales después del "blanqueamiento" que ha permitido, en su opinión, que EH Bildu esté en condiciones de ganar las elecciones este 21 de abril. "Sin esos seis votos, Sánchez estaría en la oposición. Sin Bildu no es nada", incidía.

El presidente de los populares ha afeado a la izquierda que llamase "facha" al PP por "hablar de ETA" o exponer al partido de Otegi, y "ahora se rasgan las vestiduras como los fariseos". "Ahora que estamos en campaña sí que han dicho que Bildu no tiene planteamientos democráticos y que no van a pactar con ellos. O el PSOE se ha hecho muy facha, o no tienen un mínimo de vergüenza", zanjó, entre el aplauso de los centenares de asistentes.

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Feijóo ha tenido un papel limitado en campaña por el sorpresivo adelanto electoral en Cataluña, que ha obligado al líder popular a desdoblar su agenda y comenzar a cubrir también las provincias catalanas. Pero siempre que ha estado en el País Vasco ha incidido en un mensaje: el de apelar al voto tanto de los socialistas desencantados con la agenda independentista de Sánchez; como a los votantes del PNV que "no son separatistas" y que han visto como los jeltzales han abonado también un posible entendimiento con los de Otegi. Su candidato, Imanol Pradales, ha exhibido el último día de campaña su propuesta de celebrar un referéndum para un nuevo "estatus vasco".

"El PP es el único partido que está en las elecciones y no se disfraza de nada, que va a cara descubierta", azuzó el político gallego, antes de atacar de nuevo a sus principales rivales. A Bildu, dijo, "se le empiezan a saltar las costuras del disfraz de demócrata". No en vano, Pello Otxandiano ha tenido una accidentada recta final de campaña por su negativa a condenar el terrorismo de ETA, lo que ha provocado también malestar en sus socios de Madrid. "El PSOE lleva años blanqueando a Bildu", recordaba, y el PNV "lleva tantos años disfrazado de Bildu que ahora se asustan de lo que han alimentado", lamentaba.

En el cierre de campaña del PP, Feijóo ha insistido una vez más en la necesidad de "concentrar el voto constitucionalista" en el PP, en alusión también a los posibles electores que estén pensando en escoger la papeleta de Vox. Los de Santiago Abascal aspiran a revalidar su único escaño por Álava, un asiento que también pelea el PP para cumplir con su objetivo de ser "influyentes" en los próximos compases de la política vasca. Más difícil tiene el PP crecer a costa del PNV, a donde temen que vaya a parar el 'voto útil' para frenar el ascenso de Bildu.

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Como publicó El Confidencial, el PP está dispuesto a negociar con el PNV y tender la mano para evitar que dependa "sólo de Sánchez" y condicionar especialmente su agenda económica. Conseguir ese hito tendría implicaciones directas sobre el bloque de alianzas de Sánchez a nivel nacional. En el PP ven posible "crecer" el domingo, cmo mínimo, hasta los siete escaños, aunque los más optimistas no descartan arañar algún asiento más en el Parlamento Vasco.