Un cofrade explica en qué casos los pasos de Semana Santa no pueden salir (y no es solo la lluvia)

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En estas fechas de Semana Santa, son muchas las procesiones que tienen lugar a lo largo y ancho de toda la geografía española. Sin embargo, parece que la lluvia podría hacer estragos en multitud de zonas del país estos días, lo cual afectaría directamente a los pasos de las cofradías, que recorren calles de ciudades y pueblos al aire libre.

Pero esta no es ni mucho menos la primera vez que tienen que enfrentarse a este tipo de meteorología, pues las precipitaciones son algo relativamente frecuente en las fechas en las que se celebra la Semana Santa (aunque varíen un poco cada año). Como es lógico, si la lluvia es muy intensa y prolongada no les queda otra alternativa que cancelar la procesión, con el chasco que ello supone tras haberla preparado mediante tantos ensayos durante meses.

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R. Badillo

En algunos casos, no obstante, optan por retrasar la salida de los pasos y esperar a que el clima sea algo más favorable, aunque no siempre pueden hacerlo así porque los horarios establecidos tienden a ser estrictos. Al final, la decisión de salir o no salir corresponde a las propias cofradías, que en numerosas ocasiones esperan hasta el último momento para valorar si la situación meteorológica puede mejorar antes de renunciar a los pasos.

El testimonio de los cofrades

Así lo explicó hace unos años Faustino León, hermano de la cofradía Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena de Madrid, en declaraciones a la web meteorológica Eltiempo.es. Según su testimonio, en caso de lluvia "se retrasa lo más posible la salida" y "se reúne la Junta de gobierno de la Hermandad y se realiza una votación" para tomar la decisión.

Pero no solo deben tener en cuenta el tiempo que esté haciendo en ese momento, sino también el que va a hacer durante las horas siguientes, pues normalmente tienen que hacer recorridos largos y se arriesgan a que la lluvia les pille con fuerza a mitad de camino. Muchas veces ha pasado que los cofrades deben interrumpir sus pasos en plena procesión por intensificarse la lluvia, y vuelven a la iglesia para resguardarse.

Los hermanos de las cofradías deciden en función del tiempo y de lo que se espera

Por otra parte está el tema del viento, aunque lo cierto es que no resulta tan problemático: por lo general, solo es motivo de suspensión de los pasos cuando hablamos de "viento huracanado"; es decir, con una velocidad media superior a los 120 kilómetros por hora. Eso sí, vientos más ligeros sí que pueden dar algunos quebraderos de cabeza al apagar las velas y cirios, pero la procesión sigue adelante.

En cualquier caso, muchas cofradías contratan seguros con pólizas "antilluvia", que les dan derecho a una indemnización en caso de que tengan que cancelar por precipitaciones. Pero aun así, verse forzados a suspender por motivos meteorológicos es siempre un mazazo para los cofrades. "Los hermanos que participan en la salida de la Cofradía, como nazarenos y costaleros, esperan con ilusión el día de Jueves Santo, y sienten gran tristeza si no se puede salir en procesión, es un momento de fuertes emociones, y algunas lágrimas, de forma especial entre los jóvenes", explicaba Faustino León.