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La exigua mayoría de Sánchez pierde otro escaño con el enroque de Ábalos en el Mixto
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PSOE y Sumar suman 147 escaños

La exigua mayoría de Sánchez pierde otro escaño con el enroque de Ábalos en el Mixto

El exministro será expulsado del grupo y, aunque se espera lealtad de un exnúmero 3 del PSOE, genera más tensión en las negociaciones del Gobierno. El proceso de elaboración se antoja complicado

Foto: El exministro José Luis Ábalos, en su escaño en el Congreso. (Europa Press/Eduardo Parra)
El exministro José Luis Ábalos, en su escaño en el Congreso. (Europa Press/Eduardo Parra)
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Todo un secretario de Organización del PSOE vagando por los pasillos del Congreso como miembro del Grupo Mixto. La crisis de Koldo García Izaguirre ha tardado menos de una semana en convertirse en la crisis de José Luis Ábalos. Y ha acabado de la forma más inesperada, con la expulsión del exministro de Transportes del grupo parlamentario socialista después de que se haya negado a entregar su acta, como le reclamó el partido este lunes con un plazo de 24 horas que ha expirado a las 11:00 del martes. Más allá del terremoto político en el que se encuentra el PSOE después de la detención del asesor del exministro por el cobro de comisiones, el asunto tiene una vertiente de relevancia en las Cortes. La exigua mayoría del Gobierno de Pedro Sánchez pierde otro diputado y, sobre el papel, tendrá más dificultades para sacar adelante su agenda legislativa.

En los mentideros socialistas se comentaba con extrañeza la posibilidad de que Ábalos, un hombre de partido, no entregase el acta. Pero ha acabado ocurriendo. En cuestión de semanas, dos símbolos del primer sanchismo saldrán de la bancada socialista. Carmen Calvo camino del Consejo de Estado y Ábalos camino del Grupo Mixto. Ambos han ocupado escaños contiguos en los primeros compases de la legislatura después de ser recuperados por el jefe del Ejecutivo para las listas, en una suerte de restauración tras su salida del núcleo del poder socialista en el verano de 2021. Pero el destino de cada uno es muy distinto.

Lo previsible es que Ábalos vote siempre alineado con las posiciones del PSOE, pero no deja de ser un nuevo elemento de incertidumbre para un Gobierno que apenas tiene tres meses y que sufre para sacar adelante cada normal. Sánchez fue elegido con 179 votos a favor, los de PSOE, Sumar, ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria, pero los dos partidos que forman parte del Ejecutivo sumaban entonces 152 escaños: los 121 de los socialistas y los 31 de la coalición que lidera Yolanda Díaz. En estos tres meses Sánchez se ha dejado 5 escaños por el camino y ahora solo cuenta con 147.

La coalición menguó primero por la ruptura entre Podemos y Sumar, que restó 5 diputados a la formación magenta, ya que los morados pasaron al Grupo Mixto, donde entonces sólo estaban el BNG, CC y Unión del Pueblo Navarro (UPN). No obstante, la salida de Lilith Vestrynge como secretaria de Organización provocó que la lista de Sumar en Barcelona corriese para dar entrada a una dirigente de los Comunes, que se integró bajo la coalición de Yolanda Díaz, por lo que ahora son 27 los diputados que tiene la alianza de izquierdas. La salida de Ábalos hacia el Mixto da más color al grupo, que en la pasada legislatura ya contó con miembros rescatados de los grandes partidos, como Pablo Carbonero (Ciudadanos) o Meri Pita (Podemos).

A pesar de ser uno de los primeros apoyos de Pedro Sánchez en su batalla contra el aparato del partido en 2016 y 2017, José Luis Ábalos no se saltó la disciplina de voto en la investidura de Mariano Rajoy en 2016. Con el PSOE quebrado por esa pugna, el diputado por Valencia se abstuvo, como marcó Ferraz después de desalojar al ahora presidente del Gobierno del poder orgánico. Entonces, meses antes de embarcarse en el viaje de Sánchez por recuperar el control del partido, sí acató lo que se decidió desde la dirección, a diferencia de lo que le ha ocurrido ahora. Fuentes socialistas recuerdan incluso que encabezó una recogida de firmas en favor de esa abstención que provocó la mayor crisis en el PSOE en años.

Foto: El exministro José Luis Ábalos. (EFE/Archivo/Chema Moya) Opinión

El propio Ábalos ha dicho que no tiene intención de votar distinto al PSOE, algo lógico si se tiene en cuenta que la reinserción del exministro en la primera línea socialista le había dado protagonismo. Además de la presidencia de la Comisión de Interior, a la que sí renunció este lunes antes incluso de que Ferraz le reclamase el escaño, Ábalos fue uno de los portavoces que cargó contra Emiliano García-Page en su penúltimo ejercicio de disidencia con la dirección del partido. Cuando el presidente de Castilla-La Mancha se despachó contra la cúpula socialista con tres barones del PP en Fitur, Ábalos le afeó su capacidad para "entenderse amigablemente" con el PP. "Si no te sale ayudar al compañero, al menos no ayudes al adversario", le espetó el exministro al barón castellano-manchego.

Todo un secretario de Organización del PSOE vagando por los pasillos del Congreso como miembro del Grupo Mixto. La crisis de Koldo García Izaguirre ha tardado menos de una semana en convertirse en la crisis de José Luis Ábalos. Y ha acabado de la forma más inesperada, con la expulsión del exministro de Transportes del grupo parlamentario socialista después de que se haya negado a entregar su acta, como le reclamó el partido este lunes con un plazo de 24 horas que ha expirado a las 11:00 del martes. Más allá del terremoto político en el que se encuentra el PSOE después de la detención del asesor del exministro por el cobro de comisiones, el asunto tiene una vertiente de relevancia en las Cortes. La exigua mayoría del Gobierno de Pedro Sánchez pierde otro diputado y, sobre el papel, tendrá más dificultades para sacar adelante su agenda legislativa.

José Luis Ábalos