Uno de los canteranos del Madrid pide anular la declaración de la víctima del vídeo sexual

Uno de los cuatro canteranos del Real Madrid investigados por la grabación y difusión de un vídeo sexual con dos chicas sin su consentimiento ha pedido al juzgado que anule la declaración de una de ellas, menor de edad. Sus abogados alegan que el magistrado les impidió acceder a la sala durante el interrogatorio y no pudieron formular preguntas a la denunciante. A su entender, esto ha provocado una situación de indefensión para su cliente que podría resultar “devastadora”. Recuerda la defensa de este jugador que la menor podría acogerse en el juicio a lo ya declarado y el tribunal podría dictar una condena “apoyándose exclusivamente en esa prueba”.

Este jugador es Raúl Asencio, que milita en el Real Madrid Castilla, filial del conjunto madridista. Insiste también en su negativa a que las autoridades hagan un volcado total de su teléfono móvil en busca de evidencias de que los futbolistas conservaron y difundieron las imágenes sexuales. En un recurso de apelación presentado ante la Audiencia Provincial, Asencio sostiene que él no participó del encuentro sexual y que no grabó nada. Que, en todo caso, a él solo le mandaron el vídeo en una ocasión, semanas después, y no lo almacenó en su terminal. En este punto, Asencio rompe la unidad de acción con sus compañeros y dice que “es a ellos a quienes se tendría que investigar”.

El interrogatorio a la menor de edad tuvo lugar el pasado viernes 27 de octubre. Todas las partes estaban citadas para la toma de declaración a las dos jóvenes denunciantes y a dos testigos clave del caso. “Ni se nos ha permitido acceder a la exploración de la menor ni, por tanto, hemos tenido la posibilidad de escuchar su declaración o de formular preguntas a la vista de sus respuestas”, dice el escrito presentado en el Juzgado de Instrucción número 3 de San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas), al que ha tenido acceso El Confidencial.

Las víctimas confirman la denuncia

Este periódico tuvo acceso a las respuestas de una de las dos denunciantes, mayor de edad, a la que sí se le pudo hacer preguntas ese día. Confirmó ante el juez los hechos reflejados en su denuncia ante la Guardia Civil. Según relató, ella y su amiga mantuvieron relaciones sexuales consentidas con tres de los jugadores en el reservado de un beach club de Gran Canaria. En un momento del acto, los futbolistas sacaron un teléfono móvil y se lo pasaron de mano en mano para tomar imágenes.

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Al terminar, ellas les recriminaron este gesto y ellos se comprometieron a borrarlo, pero no lo hicieron. Las jóvenes se dieron cuenta del engaño porque tiempo después descubrieron que otras personas habían visto las imágenes. La otra víctima, menor de edad, también se reafirmó ante el juez en su denuncia inicial de los hechos, acaecidos en junio. Asencio no participó del acto sexual, sino que llegó después. Fue conocedor de la discusión entre el grupo para que borrasen el vídeo y recriminó a sus compañeros su actitud, según los testigos.

Sin embargo, semanas después, Asencio le reveló lo que había sucedido en el beach club a un amigo —sin relación con el Real Madrid— y para demostrarlo pidió que le mandasen el vídeo a su móvil. Ahora este jugador solicita que se anule al menos la declaración de la menor de edad y se repita de nuevo, esta vez, con capacidad de preguntar.

Raúl Asencio sigue pleiteando también para evitar que las autoridades extraigan toda la información de su móvil, incautado desde el día de su arresto el 14 de septiembre. Este jugador ya intentó paralizar esta diligencia en el juzgado, pero el magistrado lo rechazó y ahora ha acudido a la Audiencia Provincial de Las Palmas, la instancia superior.

Insiste en que nunca lo llegó a difundir, por lo que "no se creó precisamente el riesgo de difusión en cadena que se castiga en ese delito"

En su recurso de apelación, alega que a él no se le acusa de haber grabado el acto sexual, sino de haberlo recibido en su teléfono y verlo junto a un tercero. En ese caso, sostiene que se le acusaría de un delito de revelación de secretos, penado con entre uno y tres años de cárcel. Pero insiste en que nunca lo llegó a difundir, por lo que “no se creó precisamente el riesgo de difusión en cadena que se castiga en ese delito”.

Pornografía infantil

A los cuatro canteranos se les investiga también por un presunto delito de tenencia de pornografía infantil debido a que una de las denunciantes era menor de edad en el momento de los hechos. El Código Penal castiga este delito con hasta cinco años de prisión. “Basta con realizar un volcado de los terminales de quienes participaron en la conducta sexual y la grabaron para después, según se dice, remitirla”, alega Raúl Asencio en su recurso.

En la documentación del caso a la que ha tenido acceso este periódico, consta una conversación entre Raúl Asencio y la menor que les denunció. El intercambio, aportado por la joven a los investigadores, se produjo el mismo día que presentó la denuncia en compañía de su madre ante la Guardia Civil. De los mensajes se deduce que la chica informó al jugador de lo que había hecho porque él se interesó por lo que le había dicho la policía. También le preguntó si les iban a investigar. En un informe, los agentes del Instituto Armado destacan esta conversación por el riesgo de que esa información sirviese de alerta a los jugadores y borrasen material comprometedor de sus teléfonos antes de sus detenciones días después.

Todavía están pendientes las declaraciones de los cuatro investigados, que hasta el momento siguen disputando con normalidad sus partidos con el Real Madrid Castilla y el Real Madrid C. El juzgado ya ha aplazado varias veces estos interrogatorios, que inicialmente estaban fijados para este martes. El magistrado que investiga los hechos fijó una nueva fecha para el 4 de diciembre, pero en un nuevo auto dictado el viernes lo ha aplazado al próximo 22 de diciembre a las 9:00.