La Policía detiene en Melilla a un histórico reclutador yihadista acusado de adoctrinar

La Policía Nacional bajo la coordinación de la Audiencia Nacional y la Fiscalía ha lanzado este lunes una nueva operación contra el terrorismo yihadista en la que han sido detenidas al menos dos personas. Fuentes de la investigación confirman a El Confidencial que una de ellas es Mustafá Maya Amaya, un viejo conocido de las fuerzas de seguridad. Es un histórico lider radical y reclutador yihadista de Melilla que ya fue detenido en 2014 y condenado a ocho años de prisión por reclutar y enviar a individuos a hacer la yihad a lugares en conflicto.

En este caso se le acusa de nuevo de un presunto delito de adoctrinamiento terrorista y enaltecimiento. Los trabajos corren a cargo de la Comisaría General de Información. Es la segunda operación contra este tipo de perfiles que realiza la Policía en los últimos días coincidiendo con la escalada de violencia registrada en Palestina tras el enfrentamiento entre Israel y Hamás. La semana pasada fue arrestada una célula de cuatro personas de las cuales tres ingresaron en prisión preventiva el viernes. Los investigadores detectaron un incvremento de su actividad en redes tras el ataque terrorista de Hamás y los bombardeos de Israel sobre Gaza.

En este caso ha caído Mustafá Maya en una detención adelantada por El Español y confirmada por este periódico. En mayo de 2019, el Tribunal Supremo confirmó los ocho años de prisión que le impuso la Audiencia Nacional a este líder religioso radical de Melilla de familia gitana y que se mueve en silla de ruedas. Maya Amaya fue condenado junto a otras cinco personas en la que fue considerada una de las "mayores" células de captación y envío de combatientes desde Mali, Siria o Libia para su integración en organizaciones terroristas como el Estado Islámico.

A Mustafá le llamaban 'el Talibán y es un converso al Islám'. Fue considerado el promotor y director de la célula que operaba desde Melilla y Málaga. Se cree que, desde 2012, su red ayudó al menos a una treintena de personas a integrarse en grupos yihadistas. La Justicia describió a Maya Amaya como el "líder y dinamizador" de la célula y quien mantenía la "permanente comunicación con musulmanes europeos, asentados principalmente en Francia, a los que captaba por Internet para su desplazamiento a las zonas de actuación de las citadas organizaciones terroristas".

El propio acusado lo explicó durante la vista oral. Confirmó que dio "información" a través de redes sociales a una cifra "exagerada" de personas que "querían trabajar, que querían buscarse una vida" o que querían "aprender el Corán" para después hacer la yihad. Apuntó que él no sabía concretamente en qué grupos yihadistas iban a ser integrados. Casi una década después ha vuelto a ser arrestado.