Yolanda Díaz deja la continuidad de Irene Montero en el Gobierno en manos de Sánchez

Yolanda Díaz deja la continuidad de Irene Montero en el futurible nuevo Gobierno de coalición en manos de Pedro Sánchez, y afirma incluso no saber si ella misma repetirá en el Ejecutivo. "¿Usted sabe si yo voy a ser ministra? Yo no lo sé", "lo va a saber Pedro Sánchez", aseguró Díaz este miércoles, en una entrevista en El matí de Catalunya Ràdio. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, que insiste en que los equipos de Sumar y el PSOE están hoy negociando únicamente sobre el "programa" del nuevo Gobierno, y no sobre "carteras", ha incidido en que la conformación del Gabinete "compete al presidente", "aunque sea una coalición progresista". "Yo creo que hay que respetar a los presidentes del Gobierno, quiero hacer pedagogía", abundó.

El sábado, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, consideró "imprescindible" que Montero siga al frente del Ministerio de Igualdad, aunque desde sus filas confirman que no tumbarán la investidura de Sánchez si no se cumple esta reclamación. En plena escalada de tensión con el partido de Belarra, con los morados remitiendo sus propias propuestas para la investidura al PSOE, a Sumar y a otros grupos de la Cámara, Díaz ha aprovechado para dejar claro que quienes negocian la conformación del nuevo Ejecutivo son su formación y el propio Partido Socialista. Así, reivindicó el trabajo de los equipos liderados por Nacho Álvarez (también dirigente morado) y por la número dos del PSOE, María Jesús Montero, y aseguró que las conversaciones arrancaron la semana posterior a las elecciones del 23-J. Obvió así los intentos del partido de Belarra por tener interlocución directa en estas negociaciones.

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Sus esfuerzos, asegura, están puestos en la negociación con el PSOE, pero también en impulsar la ley de amnistía que reclaman Junts y ERC, que los socialistas evitan nombrar, y en la propia investidura de Pedro Sánchez. Díaz, que el domingo afirmó que quiere que la amnistía vaya más allá de plasmarse en una norma legal, y en un acuerdo entre partidos políticos, abogó por incluir a los agentes sociales y a diferentes actores de la sociedad civil.

Este miércoles, ha revelado que viajará a Cataluña para avanzar en este objetivo. Lo hará, dijo, "transcurrida la fracasada investidura de [Alberto Núñez] Feijóo". "Me desplazaré a Cataluña y tendré encuentros", "para hacer lo que tenemos que hacer", dijo.

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El partido de la vicepresidenta segunda hizo pública su reunión con Carles Puigdemont, en Bruselas, después de que varios medios, entre ellos El Confidencial, informaran de este encuentro, y Sumar presumió a posteriori de actuar con "transparencia". Hoy, la líder de la coalición de izquierdas se ha limitado a desvelar que se reunirá con sindicatos, empresas y representantes del mundo cultural, mezclando actos públicos y reuniones privadas.

En el Congreso hablará en castellano "por respeto"

En otro orden de cosas, y tras el primer pleno plurilingüe en el Congreso, este martes, Díaz ha afirmado que seguirá interviniendo en castellano en la Cámara Baja, y no en gallego. No ha descartado el uso de esta lengua, pero sí ha incidido en que, "por respeto", dado su rol como vicepresidenta del Gobierno, seguirá usando el castellano. Lo hará, afirma, tras debatirlo con su equipo.

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Como ella misma recuerda, fue Sumar quien planteó, el 2 de agosto, la importancia de reformar el Reglamento para permitir el uso del catalán, el euskera y el gallego en plenos, comisiones e iniciativas escritas en el Congreso. La tramitación arrancó el martes y concluirá el jueves, 48 horas después, pero un acuerdo de la Mesa ya ha permitido el uso de estas lenguas de forma previa. Díaz ha precisado que habla en gallego con su equipo, que también lo utilizó en campaña electoral, pero no tiene previsto hacerlo en la Cámara Baja. Al menos de forma habitual.