El PSOE se niega a ceder la Presidencia del Congreso mientras Junts eleva la presión

El PSOE no quiere que la Presidencia del Congreso entre en las negociaciones de la Mesa de la Cámara cuando encaran la recta final. A 48 horas de la votación, ha sido la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, quien ha defendido que este puesto deben conservarlo los socialistas a pesar de que ni fue en las listas, ni tiene carné y su futuro en el Ejecutivo —si se formara— no está garantizado por su apuesta por el BEI. El mensaje que sale de Ferraz, mientras tanto, es la "discreción", la consigna que determinó Pedro Sánchez prácticamente el día después de las elecciones del 23 de julio. No hay pronunciamiento oficial sobre la idea de Coalición Canaria sobre ceder al PNV el sillón de la tercera autoridad del Estado, pero no hay entusiasmo ni entre los socialistas ni entre sus socios, como Bildu y Sumar.

Mientras se siguen dando las conversaciones de pasillo, Carles Puigdemont eleva el tono, habla de "subasta" y su partido decidirá este miércoles si abre la puerta a un nuevo Gobierno liderado por el PSOE o si aboca al país a un bloqueo. Junts per Catalunya reunirá a su dirección, según ha adelantado El Periódico, para virar hacia un lado u otro y determinar el devenir de la XV legislatura. "Afrontar una negociación a través de declaraciones públicas no es nuestra opción", ha dicho el expresident de la Generalitat en su cuenta de Twitter en un mensaje que ha sido criticado por el PSOE. "Crece el nerviosismo y sube la subasta. Y se disparan las especulaciones", ha continuado el líder independentista en un mensaje muy críptico.

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C. Rocha

"Son términos que no debería formar parte", ha replicado Pilar Alegría, portavoz de la ejecutiva socialista y ministra de Educación en el Congreso. Alegría ha acudido a la carrera de San Jerónimo a presentar su credencial, igual que sus compañeros de gabinete Fernando Grande-Marlaska y José Manuel Albares, titulares de Interior y Exteriores. La dirigente socialista ha vuelto a esgrimir las banderas de la "discreción y la prudencia". Es el mensaje que también envían sus compañeros de coalición, pero son algo más elocuentes al reclamar que la Mesa sea progresista. Es la palabra que ha utilizado Marta Lois, que será portavoz parlamentaria del movimiento que encabeza Yolanda Díaz.

La elección de la palabra no es casual, y menos en medio de una negociación soterrada. ¿Considera Sumar que el PNV está entre la mayoría progresista? Hay sectores que no. Pero esto es relevante si se tienen en cuenta ideas un tanto peregrinas, como la posibilidad de que el PNV sea quien presida el Congreso, propuesta que lanzó hace unos días el canario Fernando Clavijo. Hay que recordar que el PP fue quien primero sugirió la posibilidad de que los nacionalistas ejercieran una suerte de arbitraje en la Mesa para que PSOE y Sumar no tuvieran la mayoría que tienen ahora. Poco después, se confirmó que ese mensaje estaba destinado a Sabin Extea, sede de los jeltzales en Bilbao. Y lo más llamativo de todo es que los nacionalistas vascos no se han posicionado al respecto.

"Ya ha habido miembros del PNV, pero la presidencia no está sobre la mesa", ha defendido Mertxe Aizpurua, representante de EH Bildu que también ha estado este lunes en el Congreso para recoger su acta junto con los otros cinco diputados que la coalición abertzale radical logró el 23-J. "Nos da igual", dicen fuentes del partido en privado, que apuntan a que sus reclamaciones en la actual negociación con el PSOE son más "logísticas". No obstante, no hay que olvidar que las elecciones vascas se acercan de forma inexorable y que la pelea por la hegemonía en el nacionalismo vasco se ha recrudecido en los últimos tiempos por el buen resultado de Bildu. A pesar de que ambas formaciones son aliados clave del actual Ejecutivo y tanto los socialistas como Sumar cuentan con ellos para armar un nuevo bloque de investidura.