El PSOE intensifica los contactos para controlar la Mesa del Congreso tras la renuncia de Batet

El PSOE intensifica los contactos para atar el control de la Mesa del Congreso. "Hay muchas conversaciones", ha dicho en una visita al Campo de Gibraltar la vicesecretaria general de los socialistas, María Jesús Montero. La titular de Hacienda es, junto con Félix Bolaños, la responsable designada por Pedro Sánchez para negociar con los potenciales socios de investidura la conformación del organismo que rige la Cámara. La meta volante está fijada el próximo 17 de agosto, cuando se inauguran las Cortes. Y el hecho de que la votación sea secreta y en urna dificulta cualquier suma para el reparto de los nueve puestos de la Mesa, que es clave para que un hipotético Gobierno de PSOE y Sumar pueda desarrollar su acción política. O para que la oposición, si controla el órgano, entorpezca el trabajo del Ejecutivo

La aritmética que salió de las elecciones del pasado 23 de julio ha obligado al PSOE a emplearse a fondo para poder articular las sumas que le permitan quedarse, con Sumar, cinco de los nueve asientos. Hay voces en la coalición de izquierdas —sobre todo en Podemos— que abogan por dar un sillón a alguno de los partidos nacionalistas e independentistas que deben formar parte de la votación de una posible investidura de Pedro Sánchez. Pero los socialistas no están por la labor, al menos de entrada. Y hay un argumento de peso que tiene que ver con la problemática de dar un asiento a un grupo y privar al resto de socios de la hipotética investidura.

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Carlos Rocha

Las contrapartidas que se plantean en este momento de la negociación son las propias de una negociación de la Mesa, apunta una fuente socialista. Esto se traduce la posibilidad de conceder grupo propio a Junts y ERC, que por sus resultados el 23-J no tendrían derecho automático a lograrlo. "No vamos a dar detalles sobre las pretensiones de los partidos y las propuestas del PSOE", ha zanjado Montero en Cádiz, que ha insistido en la necesidad de mantener "la discreción y la prudencia". El mensaje público es el mismo que dio después del 23-J Félix Bolaños, aunque, pasados unos días, sí lanzó un dardo a ERC y Junts para que abandonaran "posiciones de máximos".

"No tenemos prisa", dijo el ministro de la Presidencia. Pero, una semana después, el plazo se acorta y hay un nuevo ingrediente que añadir al menú, la marcha de Meritxell Batet, que ha renunciado a ser la candidata socialista a presidir la Cámara Baja. La dirigente del PSC, que encabezó la lista de su partido en Barcelona, ha manifestado su "honor" por el cargo desempeñado y ha mostrado su "gratitud" por el apoyo. La también exministra se ha mostrado convencida de que se formará una "mayoría progresista" en la Mesa y que será un compañero de filas quien sea la tercera autoridad del Estado en esta XV legislatura.

Montero y Félix Bolaños son los responsables de la negociación con Sumar y los partidos nacionalistas

Montero también ha tenido buenas palabras para Batet y el trabajo que ha desarrollado "en una legislatura difícil y complicada". La complicación añadida que se asoma en este nuevo mandato ha sido uno de los motivos que han llevado a la catalana a renunciar al puesto, según adelantó este periódico. "Es una de las mujeres más importantes del Partido Socialista y seguirá trabajando", ha dicho la ministra de Hacienda en Cádiz, que ha sacado pecho por el resultado logrado por la lista encabezada por Batet en Cataluña.

La número dos del PSOE no ha dado pistas sobre quién puede ser el sustituto o sustituta de Batet al frente del Congreso, aunque hay nombres ya sobre la palestra, como el del propio Bolaños. También circula el del actual portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, que fue también presidente de la Cámara Baja en la efímera legislatura que salió de las elecciones generales de diciembre de 2015. Tampoco se pueden descartar otros nombres como el de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, vicepresidente del Congreso en los últimos cuatro años y miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.