La rocambolesca historia de la concejala del PP que fingió romper aguas y acabó dos veces en el banquillo por estafa

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La Audiencia de Valladolid ha citado este viernes, 14 de julio, para la conclusión del juicio, a la exedil popular de Festejos de Bobadilla del Campo, Inés María F. S., acusada de un delito de estafa. Este proceso debería de haber finalizado antes, pero el pasado lunes la exconcejala fue evacuada de urgencia en ambulancia al Río Hortega al alertar de supuesta rotura de aguas durante la vista. Finalmente, se ha constatado que no estaba perdiendo líquido amniótico ni se había producido ninguna otra incidencia en su embarazo de siete meses, según informa el Norte de Castilla. Era la cuarta vez que se intentaba celebrar el juicio.

Todo se produjo cuando la exconcejala, que ya había declarado ante la sala, se dirigió al magistrado presidente para pedir un receso e ir al baño, después de lo cual ya no hubo reanudación del juicio ante la supuesta rotura de aguas. Una vez en el centro hospitalario se comprobó que no había habido rotura de aguas.

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Así, la encausada volverá a sentarse en el banquillo de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial, donde estaba siendo juzgada por hacerse pasar por funcionaria de Hacienda para ingresarse en una cuenta propia los pagos que una amiga realizó para levantar el embargo del piso heredado que quería vender. El mismo medio apunta que, tras lo sucedido, con toda la prueba testifical practicada, el tribunal ha dictado una providencia que fija la continuación de la misma este viernes -en el supuesto de no celebrarse en los próximos treinta días el juicio tendría que celebrarse de nuevo íntegramente-.

Entre 3 y 6 años de cárcel

La encausada se expone a una posible condena de entre tres años y seis meses y seis años de cárcel, según las peticiones respectivas del fiscal y la acusación particular, por delito de estafa. Durante la sesión inconclusa, reconoció la amistad que la unía con la víctima, Sheila, ya que sus hijos iban a la misma guardería en Medina del Campo. Declaró que en septiembre de 2019 su amiga le comentó que había recibido un piso en herencia, pero no podía venderlo porque sobre el mismo pesaba una carga de 10.000 euros.

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Asimismo, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha negado que se identificara como empleada de Hacienda y ha precisado que actuó de mera intermediaria y propuso a su amiga ponerla en contacto con un inspector al que conocía, para lo que le facilitó unos teléfonos y un correo.

Sin embargo, las supuestas víctimas -la amiga, la madre y la pareja de ésta- aseguran que les hizo creer que era funcionaria de Hacienda para apropiarse del dinero que la familia le ingresó en su cuenta bancaria, creyendo que esta cuenta correspondía al fisco y que, haciendo estos ingresos mensuales iban a levantar el embargo del piso y dejarlo así libre de cargas para proceder a su venta.