Los candidatos se arrojan sus pactos con Vox y Bildu y Feijóo pide que gobierne el más votado

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo no han querido esperar al bloque sobre los pactos electorales para arrojarse mutuamente sus acuerdos con Eh Bildu o Vox, respectivamente. El debate cara a cara arrancó con un bloque económico, en el que el líder popular salió al ataque, Sánchez a la defensiva para defender su gestión y ambos acusándose el uno al otro de mentir en los datos proporcionados. Crecimiento económico y creación de empleo, en el caso de Sánchez, o peores cifras de inflación y de empleo de la media europea, según el líder de los populares. La tensión fue creciendo y llegó a su punto álgido al inicio del segundo bloque, sobre políticas sociales, al comenzar abordándose la violencia de género.

"Han tragado eliminando concejalías de Igualdad y derechos LGTBI, eso no es un error, es una claudicación ante el machismo con estos vergonzosos acuerdos de Gobierno que firma con Abascal", respondía Sánchez tras afear Feijóo la ley del solo sí es sí y sus resultados en las rebajas de penas agresores sexuales. Feijóo buscó salir del paso de las embestidas de Sánchez por sus acuerdos con Vox y llevó a la mesa de debate un documento escrito que rubricó en directo y ofreció a su rival. "Vamos a liberar esta mesa de fantasmas (...). Si usted gana las elecciones, yo facilitaré su investidura. Pero si las gano yo, ¿lo va a facilitar usted?", lanzaba, sacando a colación su propuesta para dejar gobernar a la lista más votada y evitar así que las dos grandes fuerzas dependan de sus extremos. Con papel y bolígrafo, el líder de la oposición firmó un documento que quedó sin respuesta de parte del jefe del Ejecutivo.

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El líder popular ha buscado romper el bibloquismo y alejarse del marco de los pactos con Vox al que ha querido llevarle casi en todo momento el jefe del Ejecutivo. "Debata usted con el señor Abascal, yo soy el PP, yo soy otro partido", se zafaba el jefe de la oposición, que trataba de exhibir una suerte de geometría variable que le ha llevado a pactar ejecutivos como el de la Comunidad Valenciana o Extremadura con Vox, pero también a ceder al PSOE ayuntamientos como el de Barcelona. "Si está preocupado por Abascal, podemos salir de aquí con una propuesta: que gobierne el candidato más votado", incidía Feijóo, subrayando una de sus propuestas estrella.

Siguiendo el 'y tú más' el candidato socialista se apoyó en una lista de cargos de Vox que han llegado a las instituciones gracias a acuerdos con el PP, con perfiles "machistas" o contrarios a derechos sociales de las mujeres o LGTBI. "Esos machistas a los que se refiere están en la calle por usted", contraatacaba el gallego. Los candidatos sacaron toda su artillería para reprocharse sus apoyos en otras fuerzas y se lanzaron retos cruzados. Feijóo con una segunda propuesta, para modificar la ley electoral "para que nadie que haya tenido una condena por delito de sangre pueda volver a una lista electoral ni nadie con delitos de sedición ni prófugo pueda someterse a las elecciones". Con esta propuesta, dijo, "está solucionado lo de Bildu y lo de Puigdemont".

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Con el tercer bloque en marcha, ya centrado en los pactos, Feijóo reiteró en varias ocasiones la necesidad de alcanzar un acuerdo para dejar gobernar a la lista más votada. En este sentido, entonó uno de los mensajes clave que quería exhibir el líder popular en el cara a cara: apelar al voto útil para poder dejar de mirar a Vox por el retrovisor. "Mi idea de España es ampliar mi proyecto político para que nos pueda votar gente que votaba a Ciudadanos, gente de Vox y alguna gente que votaba al Partido Socialista. No puedo aceptar ser presidente del Gobierno perdiendo", incidía el líder popular.

Feijóo, a Sánchez: "De pactos no puede dar ninguna lección"

El terrorismo de ETA volvió a ser una baza que explotaron los dos candidatos, primero Sánchez con el 11-M y después Feijóo sacando a colación el asesinato de Miguel Ángel Blanco, del que próximamente se cumplirán 46 años, para reprochar a Sánchez que "de pactos no puede dar ninguna lección". "Jamás voy a pactar con el brazo político de quienes lo aplaudieron", concluyó.

Sánchez sacó entonces la "maldad" del "que te vote Txapote, que dicen con una sonrisa", recordando los reproches de la familiar de una de las víctimas de este etarra, Consuelo Ordóñez. "A sabiendas de nuestro dolor lo volvéis a repetir", leyó las palabras de Ordóñez destacando la pregunta de si a quien enuncia este eslogan le gustaría que se pusiese de moda otro con el asesino de vuestros padres".

Marruecos, Cataluña y CGPJ

Otro de los momentos más tensos de la noche se ha producido en el último bloque, el correspondiente a las políticas de Estado y la gestión internacional. El líder popular no ha querido obviar en este punto las incógnitas que rodean al giro de Sánchez sobre el Sáhara. "Por qué cambió usted nuestra relación estratégica? ¿Qué ha pasado con el espionaje de Marruecos a su móvil con Pegasus? ¿Qué información tienen de usted?", lanzaba Feijóo, que lanzaba dardos a su adversario por no aclarar si Rabat exigió el cese de la exministra de Exteriores, Arancha González Laya.

Acto seguido, el candidato popular acusaba a Sánchez de no ser "un presidente libre" por sus pactos con Podemos y las fuerzas independentistas, y se comprometía en este punto a reponer en el Código Penal los delitos de sedición y malversación. El candidato socialista, por su parte, contraatacaba con el bloqueo de los populares al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), para "ocultar sus casos de corrupción" o "intentar controlar la Justicia". Y repondía a los ataques de Feijóo: "Soy un presidente limpio, autónomo y libre".