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Un opositor entra a desayunar en un bar y se queda encerrado el día del examen
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RESCATADO POR LOS BOMBEROS

Un opositor entra a desayunar en un bar y se queda encerrado el día del examen

Se levantó de la mesa para ir al baño, justo cuando los dueños del establecimiento se marcharon de imprevisto cerrando el local sin saber que él estaba dentro

Foto: El joven llegó 10 minutos tarde a su oposición. (EFE/J.J. Guillén)
El joven llegó 10 minutos tarde a su oposición. (EFE/J.J. Guillén)

Quienes se hayan enfrentado a un examen de oposición, conocen a la perfección los nervios y el estrés que generan estas pruebas. Y no es para menos, ya que, en muchas ocasiones, marcan en rumbo profesional de quienes las llevan a cabo. También, son frecuentes las anécdotas que giran en torno a estos exámenes y que los convierten en momentos del todo surrealistas.

Es el caso de Erik, un joven que se presentaba a las oposiciones de tropa y marinería del Ejército de España en la Delegación de Defensa de Valladolid. El mismo día que le tocaba hacer las oposiciones que tanto tiempo había preparado decidió ir a una cafetería a desayunar. En un momento dado, se levantó de la mesa para ir al baño, justo cuando los dueños del establecimiento se marcharon de imprevisto, cerrando el local sin saber que él estaba dentro, según cuenta Espejo Público.

Con pocos minutos para que comenzara su examen, Erick se encontraba encerrado en un bar sin poder salir. "Fui a lavarme las manos antes de ir al examen, y cuando fui a salir los jefes de la cafetería se habían ido y me habían dejado encerrado dentro", cuenta el joven. Erick llamó a su padre, quien le dijo que contracara con los Servicios de Emergencias. Afortunadamente, los bomberos acudieron rápidamente al local para sacarle.

Unos pasteles "como compensación"

"Llegué diez minutos tarde, pero bueno, me dejaron hacer el examen sin ningún problema. Saqué además una nota muy buena y nada, volví a casa con el susto quitado y feliz de haber sacado buena nota", ha explicado. Uno de los momentos más divertidos de esta historia es que, según cuenta el opositor, cuando contactó con Defensa para avisarles de que iba a llegar tarde, le respondieron que, ya que estaba encerrado en una cafetería, al menos les trajese unos pasteles como compensación. Finalmente, logró salir sobre las 10.00 horas, justo cuando daba comienzo su examen.

Quienes se hayan enfrentado a un examen de oposición, conocen a la perfección los nervios y el estrés que generan estas pruebas. Y no es para menos, ya que, en muchas ocasiones, marcan en rumbo profesional de quienes las llevan a cabo. También, son frecuentes las anécdotas que giran en torno a estos exámenes y que los convierten en momentos del todo surrealistas.

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