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Cómo resistió Page: los 964 votos en Ciudad Real que salvaron el último bastión del PSOE
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A expensas del voto exterior

Cómo resistió Page: los 964 votos en Ciudad Real que salvaron el último bastión del PSOE

Un puñado de votos en una de las provincias tradicionalmente más favorables al PSOE le han servido a Page para aguantar su mayoría. Fuera de pequeños cambios es otro caso más de los escaños cambiantes de Castilla-La Mancha

Foto: Foto: EFE.
Foto: EFE.

Este domingo, a eso de las 23:45, Castilla-La Mancha estaba a punto de dar la puntilla a una de las peores noches de la historia del PSOE. Su mayoría, bastante segura según las encuestas, se venía abajo. En el equipo de Emiliano García-Page seguían con el corazón en la mano el séptimo escaño de Ciudad Real. Un sillón que le acabó dando la victoria por la mínima, concretamente por 963 votos. A falta de últimos conteos y el voto exterior (CERA), el presidente ganó el punto de partido en el último segundo.

"Fue como el gol de Ramos en el 93", comenta un experto en política de Castilla-La Mancha a este periódico. Como en aquella final de Lisboa, todo apuntaba a que el gol llegaría, incluso se pensaba que lo haría antes, pero estuvo a nada de no producirse. Tan al filo estuvo, que el PSOE de Ciudad Real ha perdido por el camino la capital y Puertollano, un feudo histórico que gobernaban desde el inicio de la democracia. Además, ganaron en 62 municipios de ese territorio, pero solo están en disposición de gobernar en 50. ¿Cómo pudieron caer tanto en uno de los últimos bastiones históricos del PSOE?

Foto: Emiliano García-Page durante la noche electoral. (Europa Press/Mateo Lanzuela)
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"Ciudad Real siempre ha sido un territorio socialista. Y así se ha mantenido. Ha sido el dique para el ciclón azul y al final se ha notado en el resultado. Es más, si miras los datos, el PSOE ha mantenido prácticamente el mismo resultado que en 2019". El que habla es Jesús Gutiérrez, politólogo, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y jefe de la consultora Easiest. Y tiene razón. El PSOE ha ganado incluso apoyos respecto a lo ocurrido hace cuatro años, 52 votos que ha hecho que sus cifras pasaran de los 124.028 a los 124.080. El riesgo ha llegado con el subidón de Vox y Partido Popular ante la caída de Ciudadanos y Podemos. "Hubo algunos momentos en los que el resultado peligró, pero al final ha estado dentro de lo lógico", apunta el experto.

En un territorio como el castellanomanchego, la lógica de los votos va pegada a la de los escaños, porque con una ley electoral provincial ganar en votos no es tan importante como saber optimizar los que tienes para que estos cuenten. Es más, se ha llegado a tildar la normativa de esta región como la más desigual del país. "Con la ley provincial, las mayorías salen reforzadas porque al final juegas mucho con los restos. No importa tanto tener muchos votos en general, sino ser capaz de rentabilizar al máximo los que consigues en cada lugar. De eso depende que los restos te sirvan para rascar un escaño más o que este se quede por el camino y muchos de tus votos no cuenten".

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

Esta vez las circunstancias han beneficiado al PSOE en Ciudad Real (en general no porque han sacado más votos, pero menos escaños), pero no siempre ha sido así. Los partidos de la región llevan años moviendo mover los escaños de un territorio a otro para intentar llevarse esos restos. "Es verdad que con tres fuerzas en liza es mucho más difícil calcular, aunque normalmente se penaliza mucho la división del voto", añade Gutiérrez.

Las 'trampas' de la ley electoral

Desde 2007 los grupos que han ido gobernando el territorio no han dejado de jugar con los números para intentar revalidar su victoria cada cuatro años. El primero en tocar esta relación de fuerzas fue el Gobierno socialista de José María Barreda, que cambió la ley electoral tras ganar en 2007. En dicho cambio, Barreda sumó un escaño a Toledo (que pasaba de 11 a 12) y Guadalajara (de 7 a 8), dejando igual a Ciudad Real (11), Albacete (10) y Cuenca (8). La intención era evidente: con esta configuración, el PSOE otorgaba un número par de diputados a Toledo y Guadalajara, donde solía ganar el PP, para favorecer el empate entre ambos partidos. Por el contrario, la única provincia que mantenía un número impar era Ciudad Real, tradicionalmente socialista.

Sin embargo, la jugada no salió como pensaban en las filas socialistas. Llegadas las elecciones de 2011, un vuelco electoral hizo que el PP sacase dos diputados de ventaja al PSOE en Guadalajara y el tirón de María Dolores de Cospedal en el resto de regiones le dio para conseguir una victoria histórica. La cual no desaprovechó, y volvió a cambiar la normativa en otras dos ocasiones. En 2012 aumentaron el número de escaños de 49 a 53. A partir de entonces, sólo una provincia, Albacete, mantuvo su número par de escaños (10). Mientras Ciudad Real sumaba uno (de 11 a 12) para volver a ser par, Cuenca (de 8 a 9), Guadalajara (de 8 a 9) y Toledo (de 12 a 13) aumentaron un escaño y se colocaron en cifra impar. Los juegos de pares e impares cambiaban de bando.

placeholder María Dolores de Cospedal celebrando su victoria en 2011. Foto: EFE.
María Dolores de Cospedal celebrando su victoria en 2011. Foto: EFE.

El último cambio llegó con el mismo gobierno dos años después, cuando Cospedal redujo el número total de escaños en las Cortes regionales, que pasó de 53 a apenas 25. En cuanto al reparto entre provincias, solo Albacete (5) se mantendría con un número impar, ya que Ciudad Real (6), Cuenca (4), Guadalajara (4) y Toledo (6) volverían a los números pares. ¿El objetivo? Evitar que entrasen en el parlamento partidos minoritarios y concentrar aún más la pelea en el bipartidismo. De nuevo, los cálculos no le salieron bien al PP que, a pesar de ganar en votos, perdió en escaños ante la unión de PSOE y Podemos.

Ahora, el resultado de Page vuelve a poner sobre la mesa un debate que en los últimos años parecía alejado. ¿Tocará la ley electoral? El partido en el Gobierno ha perdido dos escaños, en Guadalajara y Albacete, y los dos lo ha hecho mejorando sus resultados. Page ya dijo este domingo que se abría a hacerlo visto que aún subiendo en votos habían estado a punto de perder el Gobierno. Pero visto lo ocurrido anteriormente, tampoco parece muy recomendable.

Este domingo, a eso de las 23:45, Castilla-La Mancha estaba a punto de dar la puntilla a una de las peores noches de la historia del PSOE. Su mayoría, bastante segura según las encuestas, se venía abajo. En el equipo de Emiliano García-Page seguían con el corazón en la mano el séptimo escaño de Ciudad Real. Un sillón que le acabó dando la victoria por la mínima, concretamente por 963 votos. A falta de últimos conteos y el voto exterior (CERA), el presidente ganó el punto de partido en el último segundo.

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