El PP se dispara en Baleares y deja a Francina Armengol sin opciones de gobernar
Los populares recuperan la hegemonía y alcanzan 25 diputados regionales. Son 9 más que en 2019. Vox sube de 3 a 8 escaños y se guarda la llave del gobierno. Podemos se desploma y Ciudadanos desaparece
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La marea azul también sube en las Islas Baleares. El PP se dispara con hasta 9 diputados más que en la última cita en las urnas y se hace, finalmente, con 25 parlamentarios. En manos de Vox queda la llave de un futuro mandato popular y su candidato, Jorge Campos, ya les ha tendido la mano una vez vistas las nuevas cartas con las que juegan. Los de Abascal casi triplican su anterior resultado y pasan de 3 a 8 escaños. Que, sumados a los de la candidata regional de Génova, Marga Prohens, superan los 30 escaños necesarios para la mayoría absoluta.
La actual presidenta, la socialista Francina Armengol, se queda fuera de cualquier ecuación y sin opciones de gobernar. La primera mujer al frente del Govern y candidata a la reelección con el PSOE balear (PSIB) apenas descuida un escaño, se queda en 18. Por sí misma no pierde demasiado. Pero el desplome de Podemos, que le avaló en otras legislaturas, tampoco deja esperanzas para una coalición alternativa.
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Los morados rozan la extinción y apenas aguantan a uno de los seis diputados regionales con los que contaban. Por lo que, ni aun sumando con el resto de fuerzas de izquierdas, Armengol consigue armar la ansiada treintena. Los nacionalistas de MÈS suman cinco parlamentarios, cuatro por Mallorca y otros dos por Menorca. Ciudadanos, por otro lado, desaparece del mapa balear, donde la candidata era la actual portavoz nacional del partido, Patricia Guasp. "Me cuesta creer, me decepciona y me entristece que no haya un cambio desde el centro", lamentó en declaraciones posteriores.
Estos resultados dan todo un giro a los pronósticos que hace días vislumbraba el CIS. La macroencuesta de Félix Tezanos daba como ganador al PSIB con el 31,5% de los votos, dejando al PP en segundo lugar y colocando a Vox como tercera fuerza. Sólo esto último se ha convertido en cierto.
Era un reto a izquierda y derecha
Unos 800.000 ciudadanos estaban llamados a las urnas para elegir a sus cargos autonómicos, insulares y municipales. Era una cita crucial para Armengol, que en 2015 entró por primera vez al Gobierno y logró desbancar al PP con los apoyos de otras fuerzas políticas a su izquierda, Podemos y MÈS. En 2019 alcanzó un nuevo acuerdo para mantenerse en el Ejecutivo con estos mismos socios y otro añadido, Gent per Formentera. La abstención de los regionalistas de El Pi (Proposta per les Illes) facilitó su investidura.
Que la izquierda lograra un tercer mandato en Baleares era una prueba de fuego para su líder. Del otro lado, el reto a la derecha era desbancar al PSOE y recuperar la comunidad, que perdió el Gobierno frente a Armengol hace ocho años. Estos resultados lo ponen todo a favor de los populares. En el Ayuntamiento de Palma tampoco hay buenas noticias para los socialistas, incapaces de sumar suficientes ediles para un hipotético bloque de izquierdas frente al ascenso de PP y Vox, que les haría perder la capital.
La marea azul también sube en las Islas Baleares. El PP se dispara con hasta 9 diputados más que en la última cita en las urnas y se hace, finalmente, con 25 parlamentarios. En manos de Vox queda la llave de un futuro mandato popular y su candidato, Jorge Campos, ya les ha tendido la mano una vez vistas las nuevas cartas con las que juegan. Los de Abascal casi triplican su anterior resultado y pasan de 3 a 8 escaños. Que, sumados a los de la candidata regional de Génova, Marga Prohens, superan los 30 escaños necesarios para la mayoría absoluta.