Carpetazo definitivo: absueltos los dos últimos policías del caso Cursach
El proceso termina con la libre absolución de todos los acusados. La Audiencia de Baleares pide que se investigue si el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, responsables principales de la instrucción, prevaricaron
La Audiencia de Baleares ha dictado sentencia absolutoria para los dos policías municipales que habían quedado como únicos acusados en el juicio del caso Cursach, con lo que el proceso sobre la presunta trama corrupta se ha saldado con la absolución de todos los procesados. En la misma resolución, el tribunal de la sección primera ordena que se investigue si el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, responsables principales de la instrucción del caso, cometieron delitos de prevaricación, detención ilegal y coacciones contra los investigados y distintos testigos, como éstos han puesto de manifiesto durante el juicio.
Penalva y Subirán, actualmente jubilados por incapacidad, ya tienen pendiente un juicio por delitos similares, por lo que la acusación en su contra podría ser ampliada con nuevos hechos en caso de sustanciarse.
De hecho, los abogados de Bartolomé Cursach, empresario del ocio nocturno al que el fiscal y el juez señalaron como cabeza de una trama corrupta que involucraba a policías, funcionarios y políticos, y de su "mano derecha", Bartolomé Sbert, anunciaron tras conocerse su absolución que pedirán para los responsables de la instrucción elevadas penas de cárcel e indemnizaciones millonarias.
Además, las magistradas de la Audiencia firmantes de la sentencia impulsan el proceso contra 10 testigos por si hubieran incurrido en delitos de falso testimonio y contra otros 7 por la misma causa y también por posibles actos de obstrucción a la justicia.
A partir de la renuncia de la Fiscalía a las acusaciones contra Cursach, Sbert y el resto de acusados, todas las partes acusadoras privadas excepto una retiraron igualmente sus peticiones y el juicio prosiguió solo para los dos policías absueltos este jueves.
Los fiscales anticorrupción, que acabaron pidiendo perdón a los acusados, sostuvieron que de las actuaciones practicadas en el juicio no se derivaban pruebas de cargo algunas para insistir en las incriminaciones.
El caso Cursach, que comenzó a investigarse en 2013 y supuso la imputación del empresario, personas de su entorno, políticos y decenas de policías y funcionarios, ha concluido diez años después sin culpables.
Buena parte de las declaraciones en el juicio de los acusados, catorce de ellos policías locales de Palma versaron sobre las supuestas presiones, intimidaciones y falseamientos del juez Penalva y el fiscal Subirán.
Ya quince días antes de que comenzará la vista, Anticorrupción rebajó de 8,5 a 1,5 años respecto al primer escrito de acusación su petición de penas de cárcel para Cursach, al que atribuía delitos de pertenencia a grupo criminal, prevaricación y coacciones.
Cursach, que estuvo en prisión preventiva durante trece meses, estuvo imputado por cohecho, extorsión, amenazas, coacciones, uso de información privilegiada, pertenencia a organización criminal, fraude fiscal, tráfico de influencias, homicidio, corrupción de menores, delito contra los trabajadores, falsedad documental, estafa procesal, tenencia ilícita de armas y narcotráfico.
La Audiencia de Baleares ha dictado sentencia absolutoria para los dos policías municipales que habían quedado como únicos acusados en el juicio del caso Cursach, con lo que el proceso sobre la presunta trama corrupta se ha saldado con la absolución de todos los procesados. En la misma resolución, el tribunal de la sección primera ordena que se investigue si el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, responsables principales de la instrucción del caso, cometieron delitos de prevaricación, detención ilegal y coacciones contra los investigados y distintos testigos, como éstos han puesto de manifiesto durante el juicio.