"Como me líe a tiros con el periodista...": el chat entre el juez y el fiscal del caso Cursach

A Julio Bastida, periodista del periódico 'Última Hora de Mallorca', contar la verdad le podía haber costado caro. Un juez y un fiscal en ejercicio durante una conversación que mantuvieron a través de una aplicación de mensajería instantánea. El juez se llama Manuel Penalva y el fiscal, Miguel Ángel Subirán. La conversación la sostuvieron en noviembre de 2017, cuando ambos estaban inmersos en la instrucción del conocido caso Cursach. Sus palabras constan en un informe policial de 415 páginas al que ha tenido acceso El Confidencial. Los dos comienzan a hablar después de que Julio Bastida publique en su periódico un artículo titulado "Dos abogados en pie de guerra contra el juez Penalva y el fiscal Subirán".

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EFE

Juez: Qué HARTAZGO. No puedo MÁSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS.

Fiscal: ¿Qué coño es esto? ¿Quién utiliza mi nombre y decide que cambie de destino por la situación tensa?

J: No hagas caso.

F: Son mentirosos y liantes y utilizan la prensa para desacreditar.

J: Son basura y entiendo lo harto que estas, Subi. ¡Qué asco!

F: La prensa no. UH ('Última Hora').

J: Ya.

F: Pero jode que inventen.

J: Qué hijos de puta. Como me lie a tiros con el mamón del periodista, ¡¡¡a ver qué escriben luego!!!

F: ¿Quién escribe?

J: Ni idea, pero lo averiguaré...

F: Que parezca un accidente.

J: Jajajajaja! ¿Escribe JB, Julio Bastida?

F: Imagino que sí.

J: Pues que no me lo encuentre cuando vaya, porque le monto un pollo de los buenos.

F: Preferiría machacarlo a hostias.

J: Pues te ayudo, que soy de tu 'máxima confianza'....

F: ¡¡¡Y mano derecha!!!

J: Puños.

Julio Bastida, en conversación con este periódico, no sale de su asombro: “Es cierto que por aquella época la policía me recomendó ir con cuidado. Me avisaron de que había gente muy loca y que las cosas se podían complicar. Por aquella época, fui con más cuidado. Tuve la sensación de que había alguien que siempre vigilaba. Supongo que eran agentes con la orden de protegerme”.

Tanto el fiscal Subirán como el juez Penalva tenían entonces licencia de armas. A Subirán se la acabaron retirando mientras que Penalva mantiene actualmente la de arma corta, la de caza y caza mayor.