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El soldado ruso de la brigada más sangrienta de Bucha que se ha plantado en Barajas
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Está a la espera de que le den asilo

El soldado ruso de la brigada más sangrienta de Bucha que se ha plantado en Barajas

Llegó la tarde del pasado martes a bordo de un vuelo procedente de Georgia y es el primer testigo de las masacres que llega a Occidente. Está dispuesto a colaborar con La Haya

Foto: Nikita Chibrin sirvió en la infame unidad rusa 51.460 a las órdenes del carnicero de Bucha.
Nikita Chibrin sirvió en la infame unidad rusa 51.460 a las órdenes del carnicero de Bucha.
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“Los policías [españoles] me acaban de decir: "Síguenos". Tengo mucho miedo”, dice Nikita Chibrin en un mensaje de audio enviado por Telegram a última hora de la tarde del 15 de noviembre. El ruso acababa de aterrizar sin un visado en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid a bordo de un avión procedente de Georgia tras escapar de Rusia. Llega aterrorizado por la posibilidad de que las autoridades españolas lo devuelvan a su país. “No puedo volver porque los agentes del FSB (Servicios Federales de Seguridad) me matarán”, dice, desesperado, desde un teléfono de la terminal.

Ha pasado más de un mes preparando su huida en colaboración con organizaciones rusas y en coordinación con el opositor Vladímir Osechckin, también amenazado de muerte por el Kremlin y refugiado en Francia. Fue el propio Osechckin quien le aconsejó que se pusiera en contacto con este periodista. Chibrin, nacido en 1995, no es un refugiado cualquiera. Desde el 24 de febrero al 16 de junio de este año, sirvió a las órdenes de Azatbek Omurbekov, el carnicero de Bucha, en las filas de la infame Brigada Motorizada de Fusileros número 64, más conocida con el nombre en clave de la 51.460.

Todas las pesquisas realizadas por Osechckin antes de ayudarle a salir de Rusia confirman que sirvió en la retaguardia y jamás disparó un tiro, ni contra militares, ni menos todavía contra civiles. Sin embargo, es el primer testigo de la masacre cometida por las tropas de Putin en Bucha que llega a Occidente y su importancia podría ser enorme a la hora de conocer lo acaecido en Bucha y enjuiciar a los criminales de guerra. El nombre completo del huido es Nikita Alekseyevich Chibrin. Es oriundo de la Yakutia, en el Extremo Oriente de Rusia, y se enroló en la 51.460 de Jabarovsk el pasado mes de octubre porque acababa de ser padre y carecía de un empleo estable. Naturalmente, no tenía ni la más remota idea de que cuatro meses después iba a ser enviado a Ucrania. De hecho, su propósito inicial era servir en el departamento de Informática del Ejército de Rusia.

placeholder Nikita, en el centro, distribuye propaganda del partido de Navalni en Yakutsk, su ciudad natal.
Nikita, en el centro, distribuye propaganda del partido de Navalni en Yakutsk, su ciudad natal.

Yo nací en Rusia, pero mis ancestros son ucranianos. Estoy completamente en contra de la guerra y de la política de Putin. De hecho, colaboré en mi región, la Yakutia, con el partido de Navalni. No solo yo estoy en peligro, sino también mi familia”, dice Nikita por teléfono. El miércoles 16 de noviembre, funcionarios españoles le realizaron una larga entrevista por la mañana tras la cual le comunicaron, según sus propias palabras, que las cosas están a su favor para quedarse en España.Todo ha salido bien. Cumples los requisitos”. Se da por hecho que España considerará otorgarle asilo.

placeholder El pasaporte ruso de Nikita.
El pasaporte ruso de Nikita.

“Revisamos cuidadosamente el caso Chibrin y no pudimos encontrar ninguna evidencia de que el propio Nikita participara en los asesinatos de ucranianos. Se puso en contacto con nosotros y nos pidió ayuda para la evacuación", explica Osechckin. "No solo trataba de llegar a Europa, sino también quiere dar un testimonio detallado de todo lo que sabe sobre la guerra desde la invasión del 24 de febrero de este año. Nikita era estibador y trabajaba en una unidad de retaguardia. Le encomendaron las tareas más difíciles y se desgarró la espalda, así que pudo conseguir un certificado UCI, que es una de las pocas razones que le permiten a un soldado abandonar el frente. No desea regresar ni ser partícipe de lo que Putin está haciendo en Ucrania. Por eso pedimos a las autoridades españolas que no le arrebaten la vida enviándole de vuelta a Rusia”.

placeholder Ficha de inscripción del desertor ruso en la unidad a la que se atribuye la matanza de Bucha.
Ficha de inscripción del desertor ruso en la unidad a la que se atribuye la matanza de Bucha.

Chibrin está dispuesto a colaborar en la investigación internacional de los crímenes de guerra cometidos en el transcurso de la agresión militar rusa a Ucrania. Durante dos noches consecutivas, ha dormido en dependencias del Gobierno español de Madrid, en espera de recibir la confirmación definitiva de que va a ser autorizado a permanecer en nuestro país.

“Los policías [españoles] me acaban de decir: "Síguenos". Tengo mucho miedo”, dice Nikita Chibrin en un mensaje de audio enviado por Telegram a última hora de la tarde del 15 de noviembre. El ruso acababa de aterrizar sin un visado en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid a bordo de un avión procedente de Georgia tras escapar de Rusia. Llega aterrorizado por la posibilidad de que las autoridades españolas lo devuelvan a su país. “No puedo volver porque los agentes del FSB (Servicios Federales de Seguridad) me matarán”, dice, desesperado, desde un teléfono de la terminal.

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