'Vendetta' a Pablo Iglesias en la facultad donde nació Podemos

"Estoy orgulloso de que haya surgido en nuestra universidad un partido, un movimiento político, y que haya sido en muy poco tiempo capaz de tener estos resultados. Esto de alguna manera es una transferencia de conocimientos a la sociedad en el ámbito de las ciencias políticas". Así se manifestaba en 2016 el por entonces rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Carlos Andradas, en una entrevista para El Confidencial. Sobre el nombramiento como profesor honorífico que su antecesor en el cargo (José Carrillo) concedió a Pablo Iglesias, añadía: "Le hemos renovado el estatus. Además de dar un reconocimiento, supone una fórmula para que alguien que está fuera de la universidad pueda colaborar e impartir alguna clase. Yo estoy de acuerdo con lo que decía el rector [José] Carrillo, este movimiento es un fenómeno que será estudiado".

Por entonces, aquel profesor interino que fundó Podemos y acabó siendo vicepresidente del Gobierno, apenas llevaba unos meses como diputado dirigiendo el tercer grupo parlamentario en el Congreso, tras pasar por el Parlamento Europeo. Este lunes, la misma universidad —concretamente el departamento de Ciencia Política y de la Administración en el que trabajó Iglesias y buena parte del núcleo fundacional del partido— comunicaba su exclusión de un proceso de selección para optar a una plaza vacante como profesor asociado. Se justificaba la falta de acreditación sobre su "experiencia profesional" en política. Según los baremos establecidos, la máxima puntuación se otorgaba por la experiencia en el campo del perfil buscado: "Asesoría en Análisis Político".

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La plaza ha quedado desierta, excluyéndose también a los otros cinco candidatos que junto a Iglesias optaban a este puesto. Alguno de ellos con experiencia profesional igualmente acreditada, como es el caso de Guillermo Fernández, quien trabajó como asesor en la secretaría de análisis político y estratégico de Podemos, bajo la dirección de Íñigo Errejón. Se da la circunstancia, en su caso, que el presidente del tribunal, Javier Franzé, también fue su director de tesis. Intramuros es prácticamente imposible encontrar una explicación o valoración aportando nombres y apellidos. Ni de los otros candidatos excluidos, ni de miembros del tribunal.

"No voy a opinar del proceso" o "prefiero no hablar" son las respuestas, respectivamente, de uno de los candidatos excluidos en el proceso al que optaba Iglesias y de un miembro de uno de los tribunales en otra plaza a la que todavía opta Iglesias —además de la denegada este lunes, también fue rechazado de una primera en Periodismo y está por resolver una tercera solicitud también en Ciencias Políticas—, contactados por este diario. Eso sí, se niegan tajantemente presiones dentro del entorno universitario para tomar esta decisión. Presiones que otros miembros de la comunidad universitaria apuntan como eficaces por la precariedad de otros profesores asociados que participan de los procesos de selección. Todo son hipótesis.

Opinión

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"A los profesores no les gusta el ruido en su torre de marfil. No ganan nada y solo tienen que perder. Así que no creo que nadie tenga muchas ganas de hablar de procedimientos internos reglados", resumía un reconocido profesor de Ciencias Políticas de la UCM antes de que la noticia saltase extramuros. Tras ello, algunos comentarios con lugares comunes, como que el acceso a la universidad debe estar determinado por capacidades y méritos y no por la consideración personal del candidato o que los motivos de la exclusión solo los sabe el tribunal en función de la documentación aportada.

Cabe recurso a la decisión, aunque desde el entorno de Iglesias se resignaban este lunes al considerar que "son meses y meses de papeles" mientras ponían el foco en que "impresiona que se atrevan a hacer algo así en público". Se desliza que, para impedir su vuelta a la universidad, se habría optado por dejar la plaza vacante porque "no se han atrevido a evaluar los méritos de los demás candidatos como mejores". A las supuestas presiones, se suman otras anomalías como el retraso a la hora de hacer público el fallo. El tribunal solicitó más tiempo para resolver, superando los tres meses —sin contabilizar agosto—, cuando las bases regulan un plazo máximo de 60 días.

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Supuestas presiones, retrasos y la exclusión de un exvicepresidente del Gobierno por no acreditar su experiencia profesional en política. Precisamente en un proceso en el que la puntuación máxima se otorgaba por dicha experiencia, al tratarse de una plaza de profesor asociado. La resolución es que Iglesias ni acredita "ejercer su actividad profesional fuera del ámbito académico" en la materia para la que se convoca la plaza —asesoramiento en análisis político— ni "un mínimo de tres años de experiencia profesional efectiva relacionada con el perfil de la plaza". Tras pasar por Bruselas y ser diputado en el Congreso desde 2016 y vicepresidente tras formarse el Gobierno de coalición, Iglesias trabaja en labores de asesoría política y estrategia en el think tank de Podemos, el denominado Instituto República y Democracia. Antes de fundar Podemos había realizado labores de asesoría política, principalmente con Izquierda Unida, pero también electorales con otras fuerzas como Alternativa Galega de Esquerdas (AGE).

Por si faltaban más hipótesis, hay quien apunta a la amistad entre el presidente del tribunal y el ex número dos de Podemos, Íñigo Errejón. Más allá de la amistad, entre ambos hay un fuerte respeto académico. Errejón así lo reconoció en el capítulo de agradecimientos de sus tesis. Desde el entorno de Iglesias ya se presagiaba que respecto a su candidatura podía ocurrir "cualquier cosa". Eso sí, se ponía énfasis en que los méritos profesionales del exvicepresidente eran mayores a los de los otros candidatos, por lo que se creía que sería demasiado "evidente" si se otorgaba la plaza a otro de los candidatos. Ante los retrasos en la resolución, Iglesias pidió por carta tener acceso a los currículos del resto de candidatos. Finalmente, el tribunal optó por dejar la plaza desierta, excluyendo a todos los solicitantes.

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Podemos nació en el departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, donde Iglesias se doctoró con sobresaliente cum laude por unanimidad y con mención doctor europeus. Tras dejar la política institucional, el exvicepresidente siempre mostró su deseo de volver a impartir clases en la universidad. Un camino que no le está resultando fácil. Tampoco lo fue formar un Gobierno de coalición, para el que fue negado dos veces antes. Las mismas negativas que acumula en la universidad, a la espera del fallo para la tercera plaza a la que ha optado.