Condena de 425 años de cárcel a Anboto (ETA) por el coche bomba en el estadio del Alavés

La Audiencia Nacional ha condenado a 425 años de cárcel a la jefa de ETA Soledad Iparraguirre Guenetxea, alias Anboto, por el coche bomba que el comando Araba colocó en mayo de 1985 en las inmediaciones del estadio de Mendizorroza, en Vitoria, antes de que se disputara un partido de fútbol del Deportivo Alavés.

La Policía Nacional logró desactivar el artefacto antes de que explosionara, pero los magistrados concluyen que Anboto incurrió en 20 delitos de asesinato en grado de tentativa, otro de tentativa de atentado contra agentes de la autoridad y un delito de estragos.

TE PUEDE INTERESAR

Interior acerca al País Vasco a Anboto, jefa de ETA recientemente condenada

Europa Press

La sentencia corrige la impuesta en marzo de 2021, cuando la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional absolvió a la etarra por estos hechos. La Fiscalía recurrió esta decisión ante el Tribunal Supremo el pasado julio y, tras revisar la resolución, el alto tribunal ordenó repetir el juicio porque los magistrados habían omitido una prueba relacionada con las huellas que se hallaron en uno de los vehículos utilizados por el comando y que situaban a la etarra en el lugar del atentado.

Una vez celebrado el nuevo juicio, la Sala de lo Penal concluye que Anboto condujo el 19 de mayo de 1985 “el vehículo en cuyo maletero se había instalado un artefacto explosivo que fue dejado aparcado en la explanada del Polideportivo Mendizorroza en la ciudad de Vitoria, junto al lugar en el que solían estar estacionadas las furgonetas policiales, en los días de eventos deportivos, dejando orientada la carga hacia las taquillas”.

TE PUEDE INTERESAR

La exjefa de ETA Anboto confiesa el atentado en Amurrio en 1996 y acepta 15 años de cárcel

EFE

Según explica la sentencia, la bomba estaba compuesta por dos cajas con "12 kilos de Goma-2" y "50 kilos de metralla" en cada una de ellas: "Se trataba de un artefacto explosivo de control remoto, con los restos anteriormente mencionados, preparado para que hiciera explosión a la hora en que el servicio de la Policía Nacional llegara al aparcamiento donde normalmente lo suele hacer cada domingo", añade. "Se calcula que por la cantidad de explosivos así como la metralla y su colocación en el interior del vehículo las bajas que hubieran producido serían cuantiosas".

En cuanto al motivo por el que el atentado no llegó a producirse, los magistrados destacan que la Policía Nacional advirtió "la sustracción" de uno de los vehículos que el comando estaba utilizando. "Ante la posibilidad de ser detectados porque los cordones policiales se iban ensanchando alrededor del estadio", tanto Anboto como el resto del comando "desisten de realizar la acción", lo que permitió que los expertos en explosivos desactivaran y destruyeran el artefacto antes de su detonación.