El PP invita a líderes europeos a Sevilla para diluir las críticas por el pacto con Vox

El PP quiere diluir cuanto antes la tormenta que el pacto con Vox en Castilla y León ha desatado entre sus colegas europeos. La pasada semana, en una reunión del Partido Popular Europeo (PPE) previa a la cumbre de líderes de Versalles, diversos dirigentes, entre ellos la máxima autoridad de los conservadores europeos, Donald Tusk, censuraron el coqueteo del PP en España con "los radicales" y la "extrema derecha", en relación con la formación presidida por Santiago Abascal.

Fuentes autorizadas de la formación aseguran que, en los últimos días, ha habido una interlocución entre distintos líderes del PP europeo y la dirección de Génova —comandada temporalmente por Cuca Gamarra y Esteban González Pons, eurodiputado y referente del PP en Bruselas— en la que se han dado las "explicaciones pertinentes" respecto al motivo por el que se ha alcanzado un inédito pacto de Gobierno con Vox, una circunstancia que, aseguran, "todos han comprendido perfectamente".

"Están al corriente de lo que está sucediendo en España, y apoyan la decisión", aseguran en la cúpula popular. Para sellar ese entendimiento, el presidente del PPE en la Eurocámara, Manfred Weber; la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el comisario Margaritis Schinás, han confirmado que estarán en Sevilla el próximo 1 de abril. Sin embargo, aunque todos los dirigentes del PPE han recibido invitación para el cónclave nacional, no todos asistirán. La ausencia más sonada puede ser precisamente la de Donald Tusk, que aún no ha confirmado presencia.

El mandatario polaco fue precisamente el que pronunció una crítica más contundente contra el pacto alcanzado por Alfonso Fernández Mañueco, con el beneplácito de Alberto Núñez Feijóo como presidente 'in pectore' del PP. La máxima autoridad de los populares europeos lamentó la "capitulación" con Vox, y, en presencia de Pablo Casado, instó a los populares españoles a que los lazos con la ultraderecha se remitan a un "incidente" y no a una "tendencia".

La decisión del 'nuevo PP' de fichar a líderes europeos para su cónclave tiene como objetivo acallar las críticas en Europa por los lazos con Vox, unos reproches que también alimentó el presidente saliente del PP en la reunión de los conservadores europeos.

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"La coalición con Vox en Castilla y León cuenta con el respaldo del PP español y del PP europeo", zanjan en la dirección interina de los populares, que aseguran que ese apoyo de los principales líderes europeos se ha hecho extensible a la candidatura de Alberto Núñez Feijóo como próximo presidente del PP nacional. Reconocen, no obstante, que la alianza con Vox en España causó "sorpresa" entre sus socios europeos, y desde Génova se vieron obligados a mediar para explicar los "auténticos motivos" que justifican tal decisión, entre los que mencionan la "pandemia", la "crisis económica" o la "guerra", unas "circunstancias" que obligan a la búsqueda de "estabilidad" en los gobiernos autonómicos.

El pacto con Santiago Abascal cuenta, sin embargo, tanto con el aval del comité de organización del congreso como del próximo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. El gallego mantendrá la premisa de dejar "manos libres" a los barones autonómicos para hacer o deshacer en sus respectivos territorios, una tesis que, en el caso de Castilla y León, ya avaló el presidente saliente, Pablo Casado, durante su último Comité Ejecutivo Nacional. Sin embargo, tal y como pudo saber este periódico, el todavía presidente de la Xunta no priorizará los pactos con Vox, y tratará de buscar un entendimiento transversal con otras fuerzas desde la "centralidad" y la "moderación".